La Denominación Bizkaiko Txakolina teme que este año sea peor en ventas que 2020
Al presentar el balance de la última campaña, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina ha cifrado la bajada de las ventas en un 30% y ha alertado de que «las perspectivas para este año son incluso peores si la situación no da un vuelco radical y a corto plazo».
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina estima en un 30% la caída de ventas que ha provocado la pandemia de covid-19 en el último ejercicio.
Ante esta situación, ha pedido a la Administración –tanto al Gobierno de Lakua como a la Diputación de Bizkaia– ayudas directas y medidas de apoyo al sector.
Los responsables del órgano regulador han presentado este miércoles, en una rueda de prensa en Bilbo, el balance de 2020, un año «totalmente condicionado» por la pandemia que ha llevado a las bodegas amparadas por la D.O. a «una situación límite».
Ligero aumento de la uva recogida y del vino elaborado
Aritza Antolínez Salvador, miembro del Consejo Regulador, ha explicado que la producción ha experimentado un ligero aumento «a pesar de todas las dificultades».
En concreto, en 2020 se ha producido un total de 1.557.344 litros de txakoli, con una calidad «que está obteniendo excelentes calificaciones en las catas de control».
La recogida de uva también ha sido ligeramente superior a la de 2019, con un rendimiento medio por hectárea de 6.000 kilos, lo que ha dado como resultado un total de 2.352.862 kilos.
Desde el Consejo Regulador han destacado que la vendimia de 2020 «no ha sido nada fácil», ya que se tuvo que «aprender a vendimiar en plena pandemia poniendo en marcha un protocolo de seguridad, con planes específicos en cada bodega y viñedo»
De la mano del Gobierno de Lakua, se realizaron casi 1.000 PCR. Estas medidas de seguridad han supuesto «un coste añadido que también ha encarecido el trabajo de vendimia».
Las vías alternativas no compensan el cierre de la hostelería
El presidente del Consejo Regulador, José Luis Gómez Querejeta, ha lamentado que, debido a la actual crisis sanitaria, «abundan los problemas en muchos sectores y el nuestro, lejos de ser una excepción, es uno de los más afectados».
Ha explicado que el «cierre total» del canal Horeca (hostelería, restauración y catering) y su posterior apertura «muy condicionada» por horarios, aforos y otras restricciones «ha limitado enormemente la capacidad de Bizkaiko Txakolina para dar salida a su producto».
La hostelería es el principal canal de comercialización del txakoli y, aunque desde el Consejo Regulador se han potenciado otras vías como las tiendas de alimentación, las grandes superficies y la venta directa en Internet, «estos recursos no compensan las pérdidas que causan las limitaciones de bares y restaurantes», ha precisado Gómez Querejeta.
Según ha comentado, hay «mucha preocupación» de llegar a la próxima vendimia, en setiembre, «con los depósitos llenos y sin sitio para trabajar con la nueva cosecha».
«Somos conscientes de que esta crisis afecta a toda la sociedad y a gran parte de la actividad económica, pero no por eso podemos renunciar a solicitar encarecidamente a la Administración su implicación decidida», ha añadido.