Vuelven a imputar por homicidio en tercer grado al expolicía acusado de matar a Floyd
Un juez del estado del estado de Minesota, en el norte de Estados Unidos, ha vuelto a imputar al ahora exagente de Policía Derek Chauvin por homicidio en tercer grado por la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd.
Siguiendo la petición de la Fiscalía, el juez Peter Cahill ha decidido «restaurar el cargo de homicidio en tercer grado, que estaba incluido en un principio» en el caso por la muerte de George Floyd a manos de la Policía.
«Esta no es una decisión que vaya a influir a los otros tres acusados, quienes se presentarán ante la corte más adelante», ha aseverado.
La cadena de televisión CNN ha explicado que dicho cargo se sostiene «únicamente en situaciones en las que los actos del acusado fueron eminentemente peligrosos para otras personas y no estaban específicamente dirigidas contra la persona particular que ha muerto».
Chauvin también está imputado por homicidio en segundo grado y homicidio involuntario. La Fiscalía ya había presentado cargos en su contra por homicidio en tercer grado, los cuales habían sido retirados por considerar que sus acciones no fueron «eminentemente peligrosas» contra nadie excepto Floyd, fallecido el 25 de mayo en Mineápolis durante una detención policial.
El exagente de Policía, al que puede verse en un vídeo arrodillado sobre el cuello de Floyd durante casi ocho minutos, salió de prisión a principios de octubre tras pagar una fianza de un millón de dólares.
Chauvin es el primer oficial blanco en Minesota en ser procesado por la vía penal por la muerte de un civil negro. La sentencia máxima por homicidio en tercer grado es de 25 años; el máximo para homicidio de segundo grado es de 10 años.
La autopsia realizada por el condado de Hennepin reveló que la muerte de Floyd fue un «homicidio», como consecuencia de «la sumisión, la restricción y la compresión del cuello» que sufrió la víctima cuando estaba siendo inmovilizada por el agente.
Según la autopsia, Floyd murió como consecuencia de «una parada cardiorrespiratoria cuando estaba siendo detenido por los agentes de la ley».