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El operativo de la Ertzaintza para retirar una pancarta en Barakaldo levanta suspicacias

Muchos interrogantes sigue levantando el operativo desplegado este pasado sábado a la tarde por la Ertzaintza para retirar una pancarta colocada por Ernai en Barakaldo coincidiendo con la movilización de trabajadores de PCB y Tubacex. Horas después, hasta los desactivadores de explosivos acudieron.

Pancarta que motivó el destacado operativo policial en la tarde del sábado en Barakaldo.

Una hora antes de la manifestación convocada por la plantilla de PCB contra los despidos, a la que sumaron las y los trabajadores de Tubacex, militantes de Ernai colocaron sendas pancartas en una barandilla de la plaza Bagatza y en la trasera de los juzgados de Barakaldo. La movilización, que contaba con el respaldo del Ayuntamiento, se desarrolló sin ningún tipo de contratiempo.

A media tarde, en torno a las 18.00, un destacado operativo policial alarmó al vecindario. El origen de la actuación fue una de las pancartas instaladas horas antes por la organización juvenil con el lema 'Zipaioak langileon etsai. Stop represión!' a unos metros de la rampa por la que los vehículos de la Ertzaintza acceden continuamente a la sede judicial, en la calle Gernikako Arbola.

Se acordonó el parque de las esculturas, en la trasera del Palacio de Justicia, y se cerró al tránsito de peatones y vehículos la calle Gernikako Arbola, obligando a bajar la persiana a varios establecimiento.

Al operativo de la Ertzaintza, incluido un equipo de desactivación de explosivos, se sumaron agentes de la Policía local de Barakaldo, bomberos, Protección Civil y ambulancias.

«No es comprensible que tengan que pasar seis horas hasta que se montó la que se montó, alarmando al vecindario cuando los coches patrulla de la Ertzaintza transitan por ese lugar cada diez minutos», exponen fuentes consultadas por NAIZ.

Dos horas se prolongó la alarma por la pancarta de plástico que fuentes policiales llegaron a especular que podía ser una «trampa».

Finalmente, agentes la retiraron, como luego hicieron con la otra ubicada en la plaza Bagatza sin causar el temor que provocaron con la ubicada en la trasera de los juzgados.

«No es comprensible el derroche de medios y menos que se hable de 'trampa' cuando era una simple pancarta con un lema, que puede gustar o no, pero es una simple crítica política a las últimas actuaciones de la Ertzaintza en movilizaciones de trabajadores», añaden.