La premonición de Arretxe sobre Zabalza: «El Estado no reconocerá, quizás un guardia civil»
Un día después de que el ministro del Interior se negara a desclasificar los secretos oficiales sobre Mikel Zabalza, ahotsa.info ha difundido unas declaraciones póstumas de Ion Arretxe, torturado también en Intxaurrondo: «Desde el Estado no se va a reconocer, desmontaría la Santísima Transición»
Fallecido en 2017, el escritor Ion Arretxe dejó testimonio de las torturas sufridas en Intxaurrondo junto a Mikel Zabalza en ‘La sombra del nogal’ («murió él como podía haber muerto yo»). Y también ha legado declaraciones y reflexiones claves en la película ‘Non dago Mikel’. Este jueves ahotsa.info ha difundido algunas de ellas que no se han incluido en la cinta pero que cobran más sentido aún después de que este miércoles el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, haya rechazado desclasificar documentos claves para la verdad del caso, y especialmente el audio de Intxaurrondo.
«Lo que espero y realmente cumpliría mis expectativas sería que se reconociese que a Mikel Zabalza lo mataron ellos porque se les fue de las manos», dice Zabalza recordando las torturas y parafraseando lo que en esa grabación le cuenta el agente Pedro Gómez Nieto al jefe operativo del Cesid Juan Alberto Perote.
«Yo pienso que algún guardia civil un poco arrepentido personalmente y también enfadado con los otros compañeros acabará diciendo algo, estoy convencido, estoy convencido», apunta Ion Arretxe en esta entrevista póstuma. Pero siempre desde la premisa de que «es difícil que desde el Estado se dé el reconocimiento del caso de Mikel Zabalza porque desmontaría la Santísima Transición y el Estado de Derecho. Desde el Estado no se va a reconocer», zanja.
«Mikel, una constante en mi vida»
A nivel personal, el escritor de Errenteria destaca en estos extractos grabados en Madrid que «la presencia de Mikel Zabalza ha sido una constante en mi vida, como una sombra, la otra cara de la moneda. Siempre he pensado que he sido una persona de mucha suerte en la vida, también porque no morí cuando murió Mikel».
«En aquella época de los años 80 tomaba parte en un conflicto que veía claramente que existía en mi pueblo, del lado de los obreros y la gente más humilde, y eso me llevó a una conciencia política que acabó con mis huesos en Intxaurrondo», narra Arretxe en estas declaraciones recogidas en ‘Galdutako objektuak’, una sección alimentada con todo el trabajo realizado para la película.
Se detiene en el detalle del capirote que le colocaron en el cuartel gobernado por Enrique Rodríguez Galindo: « El capirote es un pararrayos que atrae todas las ostias, ponte un cucurucho de papel en la cabeza, métete en un cuartel de la Guardia Civil y verás a quién le dan todas las ostias».
También deja esta reflexión sobre los procedimientos policiales, desde su vinculación al cine además de a la literatura: «La gente tiene la idea de que la Policía investiga y después hace detenciones, es lo que nos enseñan en la tele y los telefilmes. Sin embargo, la Ley Antiterrorista lo que hacía era que te detenían y entonces hacían la investigación durante la detención. Claro, eso no es cinematográfico...»