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Derbi de necesitados entre dos escuadras con el estado de ánimo un tanto alicaído

Athletic y Alavés, ambos un tanto alicaídos por diferentes razones, se miden en un derbi de necesitados –sábado, San Mamés, 16-15, Movistar LaLiga–, con el estreno en el banquillo babazorro de un Javi Calleja dispuesto a enderezar el rumbo albiazul.

Dani García, rodeado de jugadores del Alavés, cabecea un balón en el derbi de la primera vuelta. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)

Un Athletic todavía deprimido por su derrota en la final copera y por dejarse dos puntos en Anoeta el miércoles, y un Alavés colista se enfrentan en un derbi marcado por el pesimismo, del que ambas escuadras vascas desean salir cuanto antes con una victoria.

Para los anfitriones, lograr el triunfo supondría una inyección de moral, teniendo en cuenta que a renglón seguido van a tener que prepararse a conciencia para su segundo encuentro en La Cartuja con un título en juego, esta vez frente al Barcelona.

Todavía más importantes se pueden considerar los tres puntos para un cuadro alavesista encallado en el farolillo rojo, que no gana desde principios de febrero y que ha obtenido un escaso punto en las últimas siete jornadas.

Para más inri, La Catedral no es precisamente un escenario que se le dé especialmente bien, donde solo ha ganado en dos ocasiones, además de tres empates, en un total de 24 visitas. La buena noticia para los babazorros es que solo se encuentran a tres puntos para salir de los puestos de la quema.

Tratar de adivinar sendos onces parece una aventura bastante compleja, habida cuenta de la imprevisibilidad de Marcelino García Toral –repitió equipo el miércoles cuando todo apuntaba a una revolución– y de que será el primero que configura Javi Calleja, recién aterrizado en Gasteiz.

Lo que sí está claro es que el asturiano no podrá contar con los lesionados Yeray y Yuri –dudas para el día 17–, mientras que al madrileño lo ocurre lo mismo con el sancionado Rubén Duarte y los dolientes Pellistri y Ely. En principio, a este último le gustan bloques ofensivos, por lo que se puede barruntar que Lucas Pérez podría ser de la partida desde el inicio.

Muchas incógnitas, en todo caso, por resolver en un envite con el que se entra en la fase liguera de las últimas nueve jornadas, todas ellas transformadas en auténticas finales para un Alavés que se juega el ser o no ser en la máxima categoría.

Marcelino, todavía «dolido» por la derrota copera

«Dolido, por supuesto. Olvidarlo, no. Pero vencido, nunca», ha señalado Marcelino García Toral, refrendando que en el entorno rojiblanco todavía colea la derrota copera. «No sé si es el palo más duro desde que soy entrenador, pero sí tardaré en olvidarlo. No me achanta, todo lo contrario, quizás por la suma de experiencias o porque mi espíritu es ese», ha ampliado.

El míster asturiano ha añadido que su vestuario «está mejor, aunque no totalmente recuperado» del golpe y ha destacado que el rendimiento del pasado miércoles en el Reale Arena le dejó «muy satisfecho» porque el Athletic «volvió a ser competitivo».

«El equipo ha recuperado ciertos aspectos. Atrevimiento a jugar hacia adelante, ser intensos, bastantes llegadas... Tuvimos la victoria en la mano y aunque se nos escapó en el último momento resolvimos bien un momento muy difícil», se ha felicitado.

Marcelino ha admitido que el 1-1 le dejó una «sensación agridulce» porque, además de recuperar «el nivel competitivo» y de ser «superiores» a la Real, tuvieron «casi consumada» una victoria que se frustró al final por un error de Unai Simón del que, como técnico, se declaró «máximo responsable».

Ha matizado, además, que el fallo del portero rojiblanco vino «propiciado por un mal mensaje de un compañero». «Unai pudo haber tomado otra decisión, pero contribuyó a ello un mensaje no correcto. De todas formas, no podemos personalizar una derrota sobre un futbolista. El equipo es el que logra las victorias, sufre las derrotas y el máximo responsables es el entrenador», ha incidido.

De cara al derbi, Marcelino ha admitido que hubiera preferido que el Alavés no hubiese cambiado a su entrenador antes de llegar a San Mamés porque, entre otras cosas, «todo el análisis previo se puede ver modificado» y eso provoca una «incógnita» a la que deberán «ofrecer respuestas sobre la marcha».

«Arriba son muy buen equipo y es posible que Lucas vuelva a jugar. Es físicamente poderoso en la estrategia y ahora seguro que tienen una carga psicológica importante por los malos resultados, pero a la vez ese aliciente de la llegada de un nuevo entrenador», ha señalado.

Calleja, centrado en lo que puede controlar

Calleja ha apostado por la positividad de cara al partido y entiende que sus jugadores tienen que «jugar sueltos» y no preocuparse del fallo, después de una serie de entrenamientos de los que ha salido «muy contento».

El técnico albiazul ha señalado en una rueda de prensa telemática que, para su sorpresa, se ha encontrado estos días «un ambiente muy positivo», aunque ha admitido que cuando llega un entrenador nuevo «hay una reacción».

«El equipo está muy metido e implicado», ha declarado el complutense, que ha animado a los suyos a «ser positivos y optimistas».

Calleja ha expresado que en estos días de entrenamiento ha intentado reforzar la mentalidad de los jugadores y ha destacado que cuando ha empezado a trabajar con ellos, está «aún más convencido».

El nuevo técnico ha explicado que se adaptará a los jugadores que tiene, como ellos tendrán que coger los conceptos que intenta inculcarles en el poco tiempo que tiene para introducir sus ideas. «Iremos al grano», ha afirmado un Calleja convencido de que sabe a qué club llega y las ideas que tiene, por lo que espera que sea una etapa que le vaya muy bien y «muy larga».

Sobre los rojiblancos ha dicho que forman un equipo que «no va a disputar dos finales de Copa por casualidad» y ha subrayado su amplia plantilla.

«Quiero un equipo ganador, competitivo, que se vea que va a ir a por los tres puntos y que no especule. Quiero que transmita y tenga alma», ha manifestado el madrileño, que busca un conjunto «valiente, tenga recursos con balón y más iniciativa».

Javi Calleja ha incidido mucho en tener más el balón y en hacer que pasen cosas en el partido por sus méritos y no por los fallos del rival. «No tenemos que ser previsibles», ha argumentado, al tiempo que ha dejado claro que «nadie» les va a regalar nada.

«Creo que mis jugadores son capaces de dominar más, tener más posesión de balón y lo principal es creer en ello y no esconderse», ha considerado.