Iñigo Pérez completa en Tajonar una sesión marcada por la sonrisa tras vencer al Elche
Casi dos meses más tarde, Iñigo Pérez ha vuelto a completar un entrenamiento con sus compañeros, después de que a finales de febrero decidiese parar y recuperarse de una pubalgia que no le ha permitido rendir esta temporada como le hubiese gustado.
Iñigo Pérez comienza a dar signos de recuperación de su pubalgia, tras haber completado esta mañana su primer entrenamiento al mismo ritmo que sus compañeros, después de casi dos meses ejercitándose en solitario y con el readaptador físico.
Esos problemas físicos han impedido que el futbolista iruindarra haya dado el rendimiento esperado a lo largo de la presente campaña, lo que no le ha impedido acumular 1.275 minutos en sus piernas, divididos en 21 partidos, 15 de ellos como titular.
Compromisos en los que estuvo jugando con molestias, hasta que el dolor fue tan intenso que le obligó a bajar el ritmo y plantearse un periodo de recuperación para subsanar dicho contratiempo, con lo que dejó de estar a disposición de Jagoba Arrasate, su gran valedor.
Recién aterrizado en el banquillo osasunista, el técnico vizcaino pidió expresamente la contratación de Iñigo Pérez para el nuevo proyecto deportivo que se iniciaba y el club realizó el esfuerzo económico de abonar su cláusula de 750.000 euros al Numancia.
Llamado a ser la brújula del equipo en el centro del campo, su aportación deportiva ha estado marcada por las diversas lesiones que no le han permitido disponer de una regularidad en su estado físico, si bien su calidad permitió ayudar en el ascenso a Primera y en la permanencia en la máxima categoría.
Con esta etapa en la que Iñigo Pérez ha parado, el jugador navarro espera recuperar su nivel y colaborar en lo que resta de ejercicio para certificar matemáticamente la salvación. Al menos, durante la sesión matinal y a la vista de sus buenas sensaciones, ha vuelto a esbozar más de una sonrisa.
No ha sido la única, pues la alegría colectiva ha marcado el entreno tras la victoria frente al Elche, que pone el objetivo de la salvación prácticamente al alcance de la mano, a falta de la disputa de siete jornadas para la conclusión del campeonato liguero.
Seguir los pasos de Roncaglia
Iñigo Pérez confía en seguir los pasos de Facundo Roncaglia, quien también se lesionó de cierta gravedad a finales de enero, lo que hacía peligrar su concurso para el resto del curso. Sin embargo, después de pasar por el quirófano, el polivalente defensa argentino ha ido acortando plazos en su recuperación, hasta el punto de estar disponible desde hace unos cuantos días.
Con el objetivo de no forzar una recaída, Arrasate lo ha ido reservando hasta que volviese a coger ritmo físico, pero ante la escuadra ilicitana ya le volvió a dar minutos, sabedor de que puede echar mano de sus servicios para dar descanso a algunos de los puestos de la zaga rojilla que están más castigados por el exceso de minutos disputados.
No fue la única novedad de consideración del duelo contra la escuadra ilicitana. También fue el estreno de Ramalho, precisamente fichado en el mercado invernal en calidad de cedido para cubrir la baja de Roncaglia, pero que no había participado con el equipo en partido oficial hasta ayer, relevando en el último cuarto de hora en el lateral derecho a Nacho Vidal.
Casi a contrarreloj, Osasuna deberá preparar mañana una nueva cita liguera, en este caso frente al Valencia, que visita El Sadar este miércoles a las 19.00. El conjunto navarro supera ahora mismo en dos puntos a su inminente rival, que no puede descuidarse si quiere evitar problemas de última hora.