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El Congreso aprueba y devuelve a su cauce el rechazo a ataques fascistas

El Congreso ha aprobado este jueves el rechazo al ataque de la sede de Podemos en Cartagena. Y desde la perspectiva vasca destaca que lo ha hecho en los términos originales, que en el Parlamento de Gasteiz fueron alterados para poner en un brete a EH Bildu.

Jaume Asens Llodrà, portavoz de Unidas Podemos, rechazó el texto del PNV que en Gasteiz aceptó EP-IU.

El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves declarar «su firme rechazo al ataque a la sede de Podemos en Cartagena, así como los numerosos actos violentos llevados a cabo por la ultraderecha en los últimos meses, y la repulsa a los discursos de odio que fomentan este tipo de acciones y cuyo único objetivo es el de blanquear el fascismo». Y se ratificará «en la defensa de la democracia, la justicia social y los derechos humanos». Lo ha hecho con los votos a favor del grupo proponente, Unidas Podemos, del PSOE y, entre otros, de EH Bildu y ERC. Finalmente también lo ha apoyado el PNV que había presentado una enmienda a la totalidad que fue rechazada por los proponentes.

A quienes lean estas líneas es probable que el texto les suene de algo. Es el que la formación morada remitió también a todos los parlamentos autonómicos, y del que dimos cuenta el martes de la semana pasada. Cuando Elkarrekin Podemos-IU lo llevó a la Cámara de Gasteiz, pretendió que fuera una declaración institucional y acabó cayendo en las redes del PNV, al que se sumó el PSE. El objetivo fundamental del movimiento, liderado por Iñigo Iturrate en la parte jeltzale, era muy claro, acabar redactando un texto que cambiara el objetivo del mismo para lograr que se volviera contra EH Bildu.

La formación independentista estaba de acuerdo en firmar el texto original, pero para cuando lo fue a hacer había sido cambiado ya por otro en el que ya no se señalaba a la ultraderecha, sino que lo que inicialmente era una declaración contra el blanqueamiento del fascismo, se terminaba diluyendo entre «otros extremismos» y «determinados partidos políticos» en plural.

Elkarrekin Podemos, PNV y PSE hicieron pública su declaración ante los medios en una rueda de prensa que comenzó pasadas las 10.00 de la mañana. Nada más acabar, a las 10.45, desde el grupo parlamentario del PNV se enviaba a los medios el texto con el comentario adjunto de que «los jeltzales reprochan a EH Bildu que se haya quedado con PP y Vox como compañeros de viaje en su negativa a rechazar el uso de la violencia y condenar los ataques de la extrema derecha o cualquier otro extremismo intolerante». «Los extremos se vuelven a tocar», concluían. Dos comentarios y el titular en las páginas de los diarios próximos al partido apuntalaron esta idea.

Podemos-Ahal Dugu se sumó a esa lectura con un tuit en el podía leerse: «Esta noticia no la verás en ningún panfleto digital de la derecha. PP, EH Bildu y Vox se han negado a condenar el ataque con material explosivo sufrido en una sede de Podemos hace unos días».

EH Bildu, a través de un comunicado, subrayó que «ha mostrado siempre su claro rechazo de los ataques a personas, asociaciones o sedes de organizaciones políticas, y así lo ha manifestado en cada caso en las instituciones correspondientes, también en el caso de la agresión a la sede de Podemos en Cartagena».

Y explicó que «la intervención de PNV y PSE ha tenido como resultado difuminar la responsabilidad de la ultraderecha y ampliar y desviar el foco a otro tipo de responsabilidades que han evitado concretar». Por ello, concluía en su escrito que «EH Bildu ha decidido no sumarse a la declaración al entender que no responde a su objetivo original».

Pero el partido de ida en el Parlamento de Gasteiz del martes 13 tuvo su vuelta en el Congreso de los Diputados este martes 20 de abril y se ha votado hoy. El Grupo Parlamentario Confederal Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común llevó al pleno su propuesta. Al texto remitido originalmente a la Cámara autonómica vasca se le añadió que «el Congreso de los Diputados insta al Gobierno a llevar a cabo las actuaciones necesarias para promover la realización de los derechos humanos y los valores democráticos del antifascismo».

El portavoz del PSOE dejó clara que «la proposición no puede sino concitar nuestra adhesión para confrontarlos con reciedumbre y reprimirlos con todos los recursos que la ley permita».

EH Bildu aseguró desde la tribuna que «el deber de los y las antifascistas, de quienes creemos en la democracia, es seguir dando pasos cada vez de más alcance, cada vez más profundos, para que cada día podamos celebrar una nueva conquista de derechos y libertades de la mayoría social y trabajadora. Así es como acabaremos con sus ataques y su odio. Naturalmente, apoyaremos la proposición de ley que se ha presentado».

El PNV, sin embargo, presentó como enmienda el texto aprobado la semana pasada en el Parlamento de Gasteiz, con la justificación de que «ha habido matonismo, y todavía lo sigue habiendo en algún sector. Desde luego allí hay ataques por parte de grupos de extrema derecha y de extrema izquierda; diría que en el caso de Euskadi más de extrema izquierda».

Por Unidas Podemos, Jaume Asens Llodrà respondió al PNV que «estamos en contra de cualquier tipo de violencia. Pero, igual que hay pronunciamientos específicos contra la violencia yihadista o contra la violencia de género, contra las mujeres, creemos que también tiene que haber un pronunciamiento específico contra esta amenaza a la democracia, porque es una amenaza seria».

El portavoz jeltzale, Aitor Esteban, expuso ante el Congreso que en el último año ha habido «más de 50 ataques» a sedes del PNV. Y refirió otras a las del PSE y Podemos. No hizo mención a ninguno de las decenas de ataques a herrikos y otras sedes de organismos populares.

Mertxe Aizpurua le respondió «que al fascismo no se le rechaza desde la equidistancia, ni permitiendo que se apalee a trabajadores de Tubacex a las puertas del Parlamento vasco y, simultáneamente, se acompañe a ultraderechistas, como los de Desokupa, poniéndoles la alfombra roja para facilitarles su labor. Señor Esteban, no confunda sus obsesiones políticas con la unidad que nuestro pueblo exige y necesita para hacer frente y parar los pies a la ultraderecha».

El Congreso ha aprobado este jueves la propuesta contra los ataques fascistas, con 193 votos a favor, 144 votos en contra, 5 abstenciones y 8 ausencias.