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Sagardui admite una «inadecuada gestión» de las vacunas en Basurto, pero lo deja en «falta»

La consejera sostiene que el expediente elaborado por un médico del INSS sobre las irregularidades detectadas en el Hospital de Basurto, que se saldaron con el cese del gerente, evidencian una «inadecuada gestión de los recursos públicos», pero no «una vulneración de la ley».

La consejera, Gotzone Sagardui, en una comparecencia anterior. (Jaiz FONTANEDA/FOKU)

El expediente informativo encargado por Osakidetza para aclarar por qué no se registraron las vacunas inoculadas a cuatro responsables del Hospital de Basurto, entre ellos el entonces gerente, Eduardo Maiz, advierte de que «hubo una demora injustificada en el registro los jefes de servicio y gerentes por parte del subdirector de Enfermería»; y alerta de que «indiciariamente, concurren elementos para reputar cuando menos la comisión de alguna falta», motivada por una «inadeacuda gestión de los recursos públicos».

«Finalmente señala que para cualquier otra conclusión de tipo disciplinario, o incluso de la naturaleza negligente o intencionada de la toma de desiciones, habría que exigir la práctica de nuevas diligencias probatorias en el seno de otros hipotéticos procedimientos», ha apuntado la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, que ha comparecido en el Parlamento de Gasteiz para hablar de las irregularidades detectadas en los hospitales de Basurto y Santa Marina durante las primeras semanas del proceso de vacunación.

No obstante, ha rechazado que se haya producido una ilegalidad por parte del subdirector de Enfermería, «que refiere no tener intención de no registrar esas dosis, solo que lo demoró para hacerlo bien». «Que se vacunaran los gerentes fue responsabilidad suya, que no se registrara, de quien no lo hizo. Aunque el expediente informativo señala que no hay en ello una vulneración de la ley», ha manifestado, y ha recordado que las irregularidades detectadas dieron pie al cese de Maiz y a la dimisión del gerente de Santa Marina, José Luis Sabas

Este último se vacunó al inicio de la campaña, al igual que el resto de la plantilla. «No debería haber sido así, y en las indagaciones posteriores supimos que se había producido un error en el proceso de distribución de vacunas», ha añadido antes de incidir en que «nos encontramos con dos incumplimientos de los criterios de vacunación: no se atendió a la indicación de no vacunar más del 50% de cada equipo de trabajo como precaución ante posibles reacciones adversas y se vacunó el propio director general cuando no le correspondía».

Cabe recordar que, tras dimitir, Sabas afirmó que los máximos responsables de Osakidetza sabían de antemano que se iba a vacunar a todo el personal del centro que dirigía, y aseveró que él mismo informó de ello a Sagardui, una idea que este miércoles ha vuelto a ser rechazada por la consejera. «Yo no autoricé el envío de vacunas para todo el personal de Santa Marina», ha señalado en respuesta a los representantes de los grupos de la oposición, que han insistido en la necesidad de escuchar a todos los implicados para aclarar lo ocurrido.

Reprobación a la consejera

En este sentido, la parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera, ha denunciado que PNV y PSE no han aceptado las peticiones de comparecencia formuladas por la oposición, «vulnerando los principios democráticos y vulnerando los derechos de los parlamentarios, sin ningún tipo de vergüenza». «Yo a esa forma de actuar le llamo régimen, le llamo autoritarismo», ha señalado antes preguntar «a qué viene ese tipo de actuaciones si piensan que actuado correctamente y no han tenido ninguna responsabilidad en la campaña de vacunación».

«El Gobierno debería ser el primer interesado en clarificar, en aflorar los datos y las voces de todas las parte por ética, por responsabilidad públicas, y por cumplir las bases democráticas: transparencia y control», ha manifestado, y ha instado a los responsables del Ejecutivo y de los partidos que lo forman a «replantearse seguir en sus puestos». «Todo esto es un despropósito, una vergüenza y no tiene justificación alguna», ha añadido Ubera, que ha avanzado que, si no se aceptan las comparecencias, en las próximas semanas registrará una reprobación contra la consejera.