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El reconocimiento del genocidio armenio por parte de Biden irrita a Turquía

Joe Biden ha expresado su reconocimiento del genocidio armenio por parte del impero otomano, la primera vez que lo hace un presidente de EEUU en ejercicio. La declaración ha añadido otro motivo de desencuentro con Turquía, su aliado, que ha pedido a la Casa Blanca que rectifique.

Miembros de la comunidad armenia en Nueva York, en el 106 aniversario del genocidio. (Ed JONES/AFP)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha descrito este sábado como «genocidio» la matanza de 1,5 millones de armenios por el Imperio Otomano en 1915, una medida que aumenta las tensiones con un socio de Washington como Turquía.

En un comunicado para conmemorar el 106 aniversario del inicio de esa matanza, que se cumple este sábado, Biden se ha convertido en el primer presidente de EEUU en ejercicio que reconoce formalmente lo ocurrido como genocidio, algo que sus predecesores han evitado para no poner en riesgo la crucial alianza con Turquía, si bien Ronald Reagan hizo una breve alusión en 1981.

«El pueblo estadounidense homenajea a todos aquellos armenios que fallecieron en el genocidio que comenzó hace hoy 106 años», ha señalado Biden en su declaración.

Promesa de campaña y antecedente en el Congreso

El presidente ha utilizado dos veces en el comunicado la palabra «genocidio», cumpliendo así una de sus promesas electorales y llevando a término una fuerte campaña de presión de congresistas y grupos de estadounidenses de origen armenio que llevan años pidiendo que se use ese término.

En 2019, tanto la Cámara Baja como el Senado de Estados Unidos ya había aprobado medidas en las que describían como «genocidio» la masacre de 1915, a pesar de las advertencias del Gobierno turco de que eso dañaría gravemente las relaciones bilaterales.

Ankara había llegado a amenazar con «medidas recíprocas» e incluso el cierre de la base aérea estadounindese de Inciirlik, pero  el expresidente, Donald Trump, evitó que la polémica fuera más lejos al no continuar con la declaración.

Turquía reconoce la muerte de civiles armenios durante los intentos de deportación en 1915, pero los encuadra en un contexto bélico con Rusia en el este de Anatolia durante la I Guerra Mundial, y se niega tajantemente a aceptar el término de genocidio, limitándose a hablar de «lamentables excesos».

Biden explicó en su comunicado que su intención era honrar la memoria y el dolor de los armenios que llegaron a Estados Unidos tras la matanza, y de sus descendientes, que nunca olvidaron esa trágica historia.

«No hacemos esto para echar culpas, sino para asegurar que lo que ocurrió no se repita nunca», ha subrayado.

Tensará la relación con el neootomano Erdogan

Estados Unidos se convierte así en el trigésimo país que reconoce hasta ahora como genocidio lo ocurrido hace más de un siglo, incluidos el Estado francés y Alemania, contra los que Ankara ya expresó su hostilidad. A París, concretamente, le recordó su responsabilidad en el genocidio de la comunidad tutsi en Ruanda.

Según fuentes oficiales, la decisión de Biden no derivará en la imposición de sanciones a Turquía, a pesar de que Estados Unidos forma parte de la convención de la ONU contra el genocidio de 1948, que pide a los Estados castigar ese crimen.

No obstante, sí se espera que debilite la relación con Turquía, cuyo presidente, Recep Tayyip Erdogan, añade a su islamismo político el neootomanismo que trata de recuperar la influencia del antiguo imperio en Asia y el Mediterráneo, llevándole a conflictos con varios Estados.

De hecho, esta política llevó a Ankara a intervenir en la última reactivación de la guerra en Nagorno Karabaj en apoyo de Azerbaiyán y contra tropas karabajíes y armenias.

Turquía pide a Biden que rectifique

Turquía ha rechazado de forma contundente el paso de Biden y le ha pedido rectificar. Erdogan ha criticado la «politización por parte de terceros» del debate sobre el genocidio.

«Los sucesos de 1915 no cumplen ninguna de las condiciones para utilizar el término 'genocidio', definido de forma precisa en la ley internacional», ha señalado Ministerio de Exteriores turco.

«Pedimos al presidente de Estados Unidos que corrija este grave error, que no sirve a ningún fin, salvo el de satisfacer ciertos círculos políticos», ha añadido.

«Las palabras no pueden cambiar ni reescribir la Historia. No tenemos que aprender nada de nadie respecto a nuestro propio pasado. El oportunismo político es la mayor traición a la paz y la justicia. Rechazamos completamente esta declaración basada únicamente en el populismo», ha afirmado, por su parte el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu en Twitter.

El comunicado de Exteriores asegura que las declaraciones de Biden «se han realizado bajo la presión de círculos armenios radicales y grupos antiturcos».

Antes de hacerse público el comunicado de Biden, Erdogan ha expresado «mi afecto y mis saludos de todo corazón, compartiendo su dolor, a los familiares de los armenios otomanos que perdimos durante la I Guerra Mundial, recordándolos con respeto», y ha asegurado que la convivencia de turcos y armenios «ha sido un ejemplo para la humanidad».

Satisfacción en Armenia

Frente a la irritación de Turquía, decisión de Washington ha sido aplaudida por el primer ministro armenio, Nikol Pachinian, que ha agradecido esta «medida muy fuerte hacia la justicia y la verdad histórica», y que ha ofrece «un apoyo inestimable a los descendientes de las victimas del genocidio armenio».

Biden había avisado a Erdogan de sus intenciones el viernes, en un a conversación telefónica que mantuvieron el viernes y en la que le expresó su interés por lograr una «gestión eficaz de los desacuerdos». Ambos acordaron reunirse en persona en junio, durante la cumbre de la OTAN en Bruselas.

Pese a su alianza estratégica, Ankara y EEUU mantienen discrepancias en los últimos años que han pasado por el apoyo estadounidense a milicias kurdas en Siria, la compra por parte de Turquía del sistema de defensa antimisiles ruso S-400, o el predicador Fetullah Güllen, enemigo de Erdogan exiliado en EEUU.