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El Ejército español se despliega en Ceuta tras entrar 8.000 inmigrantes y ya hay un muerto

La crisis abierta entre el Gobierno español y Marruecos por la atención hospitalaria al secretario general del Frente Polisario parece estar en la raíz de la entrada masiva de miles de ciudadanos marroquíes a Ceuta. La tensión crece y uno de ellos ha fallecido y han comenzado las expulsiones.

Militares y guardias civiles, en la zona fronteriza. (Antonio SEMPERE/AFP)

Se calcula que han sido cerca de 8.000 personas, en su mayor parte marroquíes, las que han accedido a Ceuta en las últimas 24 horas eludiendo el paso fronterizo español.

Todas estas personas han llegado a la ciudad tras superar a nado el espigón que la separa de la frontera marroquí, un paso por el que prácticamente no cruza nadie durante todo el año dada la estrecha vigilancia de la Policía del país africano.

El Gobierno español ha decidido movilizar al Ejército, concretamente a las unidades de La Legión y Regulares, para intentar frenar esta entrada masiva, que fuentes periodísticas vinculan con la crisis abierta entre ambos gobiernos por la cuestión del Sahara. Más en concreto, por la atención en un hospital de Logroño al secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali.

Así lo ha confirmado la embajadora de Marruecos en el Estado español, Karima Benyaich, quien ha asegurado este martes que en las relaciones entre países hay actos que tienen consecuencias, «y se tienen que asumir», en velada referencia a la decisión de prestar atención médica a Gali.

Según Benyaich, las relaciones entre países vecinos y amigos se tienen que basar en «la confianza mutua, que se tiene que trabajar y nutrir». Por último, ha calificado de «inusual» la rapidez con la que ha sido convocada por la ministra española de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González.

Poco después de ser convocada a la sede del Ministerio de Exteriores, el Gobierno marroquí ha llamado a consultas a Karima Benyaich. Fuentes diplomáticas marroquíes han dicho desconocer más detalles.

El presidente español, Pedro Sánchez, en una declaración institucional, se ha referido a estos hechos señalando que serán «firmes para garantizar la seguridad de Ceuta ante cualquier desafío». De hecho, ha llegado a apuntar que «la integridad de Ceuta como parte de la nación y la tranquilidad de sus residentes están garantizadas por el Gobierno cualesquiera que sean las condiciones necesarias para ello y con todos los medios disponibles».

Sin embargo, el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, no ha querido referirse a esta espinosa cuestión y, tras anunciar la devolución de 4.000 de los 8.000 migrantes, ha destacado «la coordinación efectiva de la Guardia Civil y la Policía Nacional con las Fuerzas de Seguridad marroquíes» y para ello ha puesto en valor que esa supuesta «colaboración» ha permitido «rechazar» a más de 200 de los 300 subsaharianos de distintas nacionalidades que han intentado saltar la valla fronteriza por la parte de Melilla.

Posteriormente, el Gobierno español ha aprobado una ayuda de 30 millones de euros para Marruecos destinada al control de los migrantes dentro de sus fronteras. «Se autoriza la concesión de una ayuda de cooperación policial internacional para contribuir a la financiación del despliegue de las autoridades marroquíes en actividades de lucha contra la inmigración irregular, el tráfico de inmigrantes y la trata de seres humanos», ha informado el Ejecutivo, que sostiene que este desembolso ya estaba previsto en sus planes.

Los equipos conjuntos de Extranjería y Científica de la Policía Nacional que están procediendo a las devoluciones han establecido «un sistema de trabajo para operar las 24 horas del día para agilizar los trámites», según fuentes del Ministerio del Interior.

De esas 8.000 personas que han cruzado a nado, en su mayoría hombres y adolescentes, al menos 1.500 son menores de edad, sobre los que Grande-Marlaska ha indicado que aplicarán «la ley, los tratados internacionales y nuestros convenios con Marruecos para su protección».

Ha anunciado también que van a llevar a Ceuta 200 efectivos policiales, 150 policías y 50 guardias civiles, para complementar la plantilla de 1.100 agentes que se encuentran con carácter ordinario en la misma. Asimismo, ha destacado que también patrullarán por las calles soldados del Ejército español.

Según se afirma desde Madrid, los soldados se van a encargar, de la mano de la Policía Local, la española y la Guardia Civil, de «agrupar a los inmigrantes desperdigados». No obstante, la crisis ya se ha cobrado una vida humana: la de un varón adulto marroquí fallecido a media tarde del lunes intentando bordear a nado el espigón del Tarajal.

Militares piden «seguridad jurídica» ante sus intervenciones

La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) ha reclamado las «máximas garantías jurídicas» en las actuaciones militares en Ceuta. En un comunicado, AUME pide esas garantías «previendo intervenciones» que puedan tener que llevar a cabo los militares y que puedan desembocar en «procedimientos jurídicos, como ha ocurrido en otras ocasiones con miembros de la Guardia Civil investigados», en alusión a los investigados por la muerte de 15 migrantes en 2014.

Otra organización de militares, la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), ha mostrado también su «más firme apoyo» a todos los miembros de las Fuerzas Armadas desplegados en Ceuta, que suponen, dice, «la última esperanza de España en caso de crisis».

Vagando por las calles

Los miles de migrantes que han llegado a Ceuta están pasando las horas vagando por las calles o descansando en cualquier rincón.

La delegación del Gobierno español y el Ejecutivo local han habilitado por la noche el campo de fútbol José Benoliel para albergar a los marroquíes adultos, con intención después de devolverlos a su país, mientras que a los menores de edad, cuyo número cifran por encima de 1.500, les están acogiendo en naves de los polígonos comerciales del Tarajal y en módulos prefabricados en la zona de Piniers.

Cruz Roja ha activado este martes su convenio de colaboración con Carrefour para disponer de inmediato de 8.000 kilogramos de alimentos de primera necesidad con los que atender a los recién llegados.

Por su parte, las ONG Andalucía Acoge, APDHA, CEAR, Elín, Iridia Red Acoge y Federación SOS Racismo han exigido un «enfoque de derechos» en Ceuta. Según estas organizaciones, la llegada de más de 6.000 migrantes a la ciudad autónoma «vuelve a constatar que las políticas de externalización de fronteras en terceros países, no solo no ofrecen soluciones duraderas y permanentes en materia de movilidad humana, sino que favorecen la instrumentalización de las personas en procesos migratorios para ejercer presión política».

En este sentido, las entidades firmantes han exigido «un cambio radical en la política migratoria española y europea facilitando vías regulares y seguras con un enfoque de derechos».