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‘Araba Zero Karbono’ propone una planificación pública y transparente de las renovables

EH Bildu ha presentado este miércoles ‘Araba Zero Karbono’, un plan que persigue alcanzar un territorio neutro en carbono para 2050, y para ello considera preciso que las instituciones tomen el timón para no convertir el territorio en un tablero para empresas y fondos de inversión.

Mikel Otero, Amancay Villalba y Kike Fernández de Pinedo, en la presentación de ‘Araba Zero Karbono’. (EH BILDU)

Mikel Otero, Kike Fernandez de Pinedo y Amancay Villalba, representantes de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz, las Juntas Generales de Araba y el Ayuntamiento de la capital alavesa han presentado este miércoles el plan ‘Araba Zero Karbono’, que pretende alcanzar un territorio neutro en carbono para 2050. Como escenario intermedio, plantea multiplicar por cinco la producción de energía renovable para el año 2030.

Según han explicado, el plan «requiere de una inversión de 2.300 millones de euros y se basa en cuatro principios: la soberanía energética, el control público y la democracia energética, la preservación del patrimonio natural y la necesidad de alcanzar consensos».

La propuesta de EH Bildu parte de que «debemos ser conscientes de la situación de emergencia climática en la que nos encontramos en la que ya no valen paños calientes», según ha señalado Amancay Villalba. Pero es preciso también tener en cuenta que «esta transformación no está exenta de riesgos y nuestro territorio se puede convertir en un jugoso tablero para empresas y fondos de inversión».

Por ello, ven necesario que «las instituciones públicas deben tomar las riendas con una planificación decidida, una estrategia eficaz y una gestión democrática, transparente y colaborativa que prima el interés público y la rentabilidad social».

‘Araba Zero Karbono’ se plantea dos objetivos: «reducir el consumo e implantar medidas que permitan avanzar en la eficiencia energética y generar energía renovable respetando el entorno natural y la biodiversidad».

Por ello, EH Bildu insiste en que «se deben declarar zonas de exclusión los espacios naturales o montes catalogados como espacios de protección o paisajística, así como aquellos que afecten a flora o fauna protegida».

Energía fotovoltaica

En estos momentos en los que la actuación de empresas que pretenden sustituir terrenos de cultivo por campos de placas fotovoltaicas, EH Bildu fija como objetivo su instalación «en el 50% de las cubiertas disponibles en el territorio a través de comunidades energéticas, cooperativas y otras fórmulas colaborativas».

Además, estas «huertas solares» deben emplazarse en zonas ya afectadas por hombre y en desuso «como es la red de carreteras de alta capacidad, la fallida balsa de Noryeste, las zonas en desuso de la cantera de Laminoria en Arraia-Maeztu o el campo de golf abandonado de Lagran», según ha apuntado Kike Fernández de Pinedo.

El portavoz en JJGG ha afirmado que «la generación energética distribuida, en especial la fotovoltaica distribuida, debe ser la principal apuesta pública en las próximas décadas».

Energía eólica

En lo que a energía eólica hace referencia, EH Bildu propone repotenciar los parques eólicos de Badaya y Elgea-Urkila para casi triplicar su producción y que pasen de producir 300 GWh/año a más de 800 GWh/año. Además, considera preciso instalar 80 MW adicionales en ubicaciones que generen «consenso social y político».

Además, la producción eólica se completa con la apuesta por la generación mini eólica como complemento a la generación fotovoltaica distribuida y cubrir así su intermitencia durante la noche. Una apuesta efectiva por estos proyectos permitirá alcanzar una producción eólica de 1.750 GWh/año en 2030.

‘Araba Zero Karbono’ contempla asimismo «la generación hidroeléctrica, el aprovechamiento de la biomasa, la geotermia y la recuperación de la energía derivada de los procesos industriales que se deben desarrollar municipio a municipio a través de sus planes energéticos locales».

Además, incluye propuestas en materia de transporte, industria y la rehabilitación de los edificios y su construcción «bajo parámetros bioclimáticos y de autosuficiencia energética».