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Von der Leyen estrena su pasaporte covid en la gira para liberar el fondo de recuperación

La presidenta de la Comisión Europea tiene previsto pasar este miércoles por Lisboa y Madrid para dar luz verde a los primeros planes estatales de reactivación, que serán financiados por un préstamo conjunto de los Veintisiete para paliar los efectos de la pandemia.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, muestra su pasaporte covid, el martes en Bruselas. (Johanna GERON | AFP)

«Este es un logro histórico», subrayó Ursuala Von der Leyen al anunciar, la semana pasada en el Parlamento Europeo, que la Comisión empezará ya a aprobar los planes de los Estados miembros para implementar el paquete de estímulo de 750.000 millones de euros negociado duramente hasta que fue adoptado en julio de 2020.

Así, la presidenta de la Comisión Europea inicia este miércoles una gira con la que prevé marcar el arranque del fondo de reconstrucción de la UE y, al mismo tiempo, la reapertura del turismo con el nuevo certificado covid, que ella misma utilizará en este desplazamiento. La elección de comenzar por los Estados ibéricos también es simbólica.

Por un lado, Portugal ha hecho de la rápida adopción de estos planes estatales una de las principales prioridades de su Presidencia rotatoria del Consejo Europeo, que deberá validarlos a recomendación de la Comisión.

Como buen alumno, el Gobierno del socialista António Costa ha querido dar ejemplo y, en abril, fue el primer socio de la UE en someter su plan al examen de Bruselas. Portugal aspira a recibir 16.600 millones de euros.

Por otro lado, el Estado español es el segundo mayor beneficiario de estos fondos europeos, por detrás de Italia. En total, Madrid puede recibir hasta 154.000 millones de euros; de ellos, 66.500 como subvenciones directas y 85.000  en forma de préstamos a devolver.

«Extraordinaria generosidad»

«Dos países del Sur, que en el pasado no se han sentido acompañados, se han beneficiado esta vez de un apoyo y una generosidad extraordinaria por parte de sus socios del Norte», ha comentado a AFP Toni Roldán, director del centro de investigación en política económica EsadeEcPol de Madrid.

El Estado español fue uno de los más castigados por la primera ola de la pandemia de covid-19, en la primavera de 2020, mientras que Portugal fue duramente golpeado a principios de este 2021. Con una gran dependencia del turismo, sus economías ha sufrido mucho.

Desde la crisis de la deuda de 2011, Lisboa y Madrid se han colocado a menudo en la primera línea frente a los ataques de los ‘países frugales’ que se mostraban reacios a financiar el gasto de los Estados del sur de Europa, según ellos, menos virtuosos en la gestión de sus finanzas públicas.

Si bien se mantiene una cierta vaguedad sobre las condiciones que acompañarán a estos planes de estímulo, Madrid y Lisboa podrían haber mostrado «una mayor ambición reformista» para utilizar este dinero, especialmente en el sector educativo, según ha comentado Toni Roldán.

«Comprendo que, en un contexto muy complicado, con el ascenso del populismo, con todo el sufrimiento postpandemia, sea difícil para la Comisión exigir reformas profundas pero, al mismo tiempo, este es el mejor momento para hacerlo», ha añadido.

Transición ecológica

En Lisboa, Von der Leyen mantendrá un encuentro con Costa en un centro de exposiciones científicas; en Madrid, ya por la tarde, la cita con Pedro Sánchez será en la sede de Red Eléctrica, reflejo de que la mayor parte de las inversiones del plan español se dedicará a la transición energética.

El Estado español prevé utilizar las subvenciones entre 2021 y 2023 en veinte programas de inversión principales, de los cuales el más voluminoso es el destinado a la movilidad sostenible (13.200 millones de euros), seguido de la rehabilitación de vivienda y regeneración urbana (6.820 millones), la modernización de las administraciones públicas (4.315 millones), la digitalización de las pymes (4.066 millones) y la hoja de ruta del 5G (3.999 millones).

En el capítulo de las reformas, contempla la del mercado laboral, la de las pensiones y la de fiscalidad.

Portugal, por su parte, ha solicitado 13.900 millones en subvenciones y 2.700 millones en préstamos para implementar hasta 2026 un plan centrado en la transformación digital y ecológica, con medidas de vivienda social y eficiencia energética, la digitalización de la educación y la resiliencia.

Los pasos que quedan por dar

El jueves, la presidenta de la Comisión viajará a Grecia y Dinamarca, y al día siguiente a Luxemburgo, realizando un periplo que le llevará a visitar la mayoría de los 27 Estados miembros.

Desde finales de abril, 23 planes estatales de inversiones y reformas han sido sometidos a la aprobación de Bruselas, que tiene dos meses para pronunciarse a partir de la fecha de registro de la respectiva petición.

Posteriormente, en un plazo de un mes, deben recibir el placet del Consejo Europeo, en el que están representados los gobiernos estatales. Estas decisiones se tomarán por mayoría cualificada, previsiblemente en la reunión de ministros de Economía y Finanzas del 13 de julio.

Ayer, martes, culminó otra etapa con una primera emisión de deuda que ha permitido recoger una cuarta parte de los cerca de 80.000 millones de euros en obligaciones a largo plazo que la Comisión prevé emitir hasta finales de año para financiar los planes estatales.

Bruselas espera entregar las primeras ayudas a los Estados en agosto. El primer pago correspondería a un anticipo del 13% de la asignación de cada Estado, mientras que el resto de desembolsos se irán efectuando cada seis meses si las capitales demuestran que están implementando las medidas pactadas.