INFO
Un bombero trabaja contra uno de los incendios desatados en Grecia. (LOUISA GOULIAMAKI / AFP)

Los incendios en Grecia y Turquía deterioran la calidad del aire en el Mediterráneo oriental

Los incendios que llevan arrasando desde hace casi una semana grandes superficies forestales de Grecia y Turquía están deteriorando la calidad del aire en todo el Mediterráneo oriental.


Según los análisis de satélites recopilados por el Observatorio de Atenas, el gran número de incendios forestales que están en curso liberan grandes cantidades de micropartículas a la atmósfera y el humo llega hasta el norte de África.

Además, la situación se está viendo agravada por la gran concentración de polvo africano que está cubriendo buena parte del Mediterráneo.

Se espera que la situación atmosférica empiece a mejorar a partir del viernes, con el aumento de los vientos que soplarán del noreste, algo que, por otro lado, supone un peligro para el curso de los incendios.

En Grecia, los incendios en medio de la peor ola de calor de los últimos cuarenta años siguen sin dar tregua ya que, del más de un centenar de fuegos que se han producido en tan solo 24 horas, tres siguen fuera de control.

El más preocupante en estos momentos es el incendio de la isla de Eubea. Durante la noche fueron evacuados otros tres pueblos, que se suman a la decena desalojada desde el martes.

Según una primera evaluación de las autoridades municipales, el fuego ha destruido por ahora en esta isla 150 viviendas y más de 2.000 hectáreas. Grave es la situación también en la zona que rodea el sitio arqueológico de la antigua Olimpia, si bien en este caso no hay vidas en peligro.

Otro gran incendio que todavía sigue fuera de control abarca una amplia zona de Mesenia, una unidad periférica del Peloponeso, la península que junto al norte de Atenas está siendo por ahora la más afectada por el fuego.

Central térmica

En Turquía, equipos de bomberos con apoyo de aviones apagafuegos han logrado controlar en la mañana de este jueves el incendio que alcanzó anoche una central térmica en Milas, un municipio en la provincia occidental turca de Mugla.

«Las unidades principales de la central eléctrica no sufrieron daños graves, según el examen inicial tras la evacuación de la instalación», ha señaladp en un tuit Fahrettin Altun, jefe de comunicación de la Presidencia turca.

El alcalde metropolitano de Mugla, Osman Gürün, aseguró anoche que los materiales explosivos de la central térmica han sido evacuados, pero no se pudieron vaciar los depósitos de carbón, que contenían unas 40 toneladas.

Anoche las llamas provocaron explosiones en las líneas eléctricas de la central y se teme que si el lignito en los depósitos se quema se liberen enormes cantidades de monóxido de carbono. Durante la noche, vecinos de diez barrios de la zona fueron evacuados mediante barcos de las fuerzas armadas turcas.

Por otro lado, continúan los esfuerzos para apagar otros 14 incendios detectados en quince provincias del país, principalmente en la costa sur y suroeste.

Desde que se iniciaron los fuegos el miércoles de la semana pasada, ocho personas han muerto, dos de ellas bomberos, casi todas en el virulento foco de Manavgat, en la provincia meridional de Antalya.

Dos muertos en Bulgaria

Dos trabajadores forestales que participaban en la extinción de incendios en Bulgaria han muerto en las últimas 24 horas, al tiempo que se han declarado 187 nuevos focos en medio de una ola de calor extremo, han informado fuentes del Ministerio del Interior.

Las dos víctimas mortales y un tercer trabajador que sufrió quemaduras en el 10% de su cuerpo trabajaban en labores de extinción de un pequeño incendio en la localidad de Petrovo, a 160 kilómetros de Sofia, cuando un súbito cambio en la dirección del viento hizo que quedaran rodeados por las llamas.

Los dos fallecidos, de 34 y 48 años, murieron asfixiados por el humo y los servicios de rescate no pudieron ayudarles.

El calor extremo de más de 40 grados y la sequedad han disparado los incendios, el más grave ha sido uno causado por la chispa de un vehículo agrícola en el centro del país, que ha calcinado ya cien hectáreas de bosque de pino y ha quemado seis viviendas que fueron previamente evacuadas.

Bulgaria, azotada por una ola de calor extremo desde principios de esta semana con temperaturas de hasta 43 grados, ha perdido 2.000 hectáreas de arbustos y bosque por el fuego.