Julen Aginagalde: «El bronce olímpico ha sido una liberación»
El veterano pivote ha comparecido en rueda de prensa, afirmando que la presea de Tokio 2020 le ha supuesto «quitarse la espinita» de haberse quedado fuera de las medallas en Londres 2012 e incluso fuera de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El medallista olímpico Julen Aginagalde ha reconocido este jueves que el bronce conseguido en balonmano en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ha sido «una liberación» para él y para muchos compañeros, ya que era algo muy deseado y tenían «esa espinita clavada» tras quedarse fuera de Río 2016.
En una rueda de prensa en la que ha comparecido con el consejero de Cultura y portavoz de Lakua, Bingen Zupiria, el pivote irundarra ha afirmado que aunque la suspensión de la cita el año pasado fue «complicada» para una generación en la que, según Aginagalde, varios integrantes están «cerca de acabar la carrera» –incluido él mismo, aunque jugará la campaña 2021/22 con Bidasoa-Irun–, el grupo lo tomó «de forma positiva» y la ilusión se mantenía entre los jugadores.
Ha señalado que después de encontrarse «con la mejor Francia de la historia» en los cuartos de final de Londres 2012, en las que la selección hispana perdió en el último segundo pese a llegar «en muy buen momento», y la no clasificación para el torneo olímpico de Río de Janeiro, desde mayo de 2016 tenían «esa obsesión e ilusión de tener una medalla».
En el caso de Julen Aginagalde, el irundarra fue el último descarte para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Juegos en los que la delegación española de balonmano ganó la medalla de bronce.
«En los últimos dos años nos hemos juntado cada vez más», ha declarado Aginagalde, reflexionando que el grupo «ha cambiado la mentalidad y quería ir a entrenar», incluso cuando «era mejor dar un poco de descanso al equipo», lo que les ha llevado a «sacar las medallas adelante» en años recientes.
Disfrutar del juego y el público
En cuanto a su lesión –se lastimó el tobillo en el partido por el bronce frente a Egipto–, Aginagalde, quien ya tiene «una vitrina preparada» para colocar sus logros «cuando acabe la carrera», ha declarado que parece no existir lesión ósea en el pie, por lo que espera estar entrenando desde que se reincorpore a la dinámica de Bidasoa-Irun el día 23.
Su objetivo para este año es disfrutar tanto dentro del terreno de juego como con el público en una temporada «ilusionante» e «interesante» para el club guipuzcoano, que volverá otro año a la competición continental a través de la EHF.