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Grandes dispositivos


MEETT, el nuevo Centro de Convenciones y Exposiciones de Toulouse, es un inmenso proyecto realizado por OMA. Ha sido construido en la zona industrial y tecnológica al norte de Toulouse, mediante una obra que ha durado algo más de nueve años. El proyecto podría considerarse en el límite de la arquitectura, ya que explora el campo de las infraestructuras, el urbanismo, el paisaje y el espacio público. El centro de exposiciones y convenciones de unos 155 metros cuadrados está situado entre la frontera entre la ciudad y el campo, y hace de puente entre las parcelas dedicadas a la aeronáutica, incluido el hangar del aeropuerto de Airbus, y un paisaje típicamente agrícola.

Esta zona rural, bien comunicada y cercana al centro de Toulouse, era en cierto sentido vulnerable a la presión de la urbanística, y por ello el diseño utiliza la escala masiva y el programa diverso del MEETT como antídoto para la expansión de un parque de exposiciones estándar, con el fin de preservar el campo agrícola circundante.

El MEETT se concibió como una franja activa, como un proyecto horizontal y compacto, dividido en tres bandas paralelas: una primera de salas de exposiciones modulares al norte; otra al sur en la que se sitúa el centro de convenciones y un salón de eventos multifuncional; y una última central con el área de recepción y con un silo de estacionamiento para 3.000 vehículos. En lugar de recurrir a un parking subterráneo o empujarlo hacia la periferia del ámbito, donde no tendría relación con el paisaje circundante, se colocó el estacionamiento en el centro del proyecto, formando una columna vertebral donde se concentran los servicios comunes y los accesos a las diferentes salas.

Gracias a esta combinación de espacios interiores y exteriores, y a la relación directa del MEETT con las infraestructuras del transporte como el tranvía, la autopista o el aeropuerto, así como con el campo circundante, una tipología típicamente introvertida, la del centro de exposiciones, se transforma en extrovertida.

Haciendo una analogía con la fascinación del Movimiento moderno por lo mecánico, Rem Koolhaas ha definido el MEETT no como una arquitectura, sino como una máquina urbana. Monumental en su escala y sutil en su impacto general, el edificio pretende convertirse en una nueva puerta de entrada a Toulouse.

La primera franja del edificio, la más al norte es el gran salón de exposiciones, de una escala monumental, ya que se puede disfrutar como un solo espacio de 700 metros de largo, aunque puede dividirse en siete salas, divisibles gracias a unas cortinas mecanizadas. El edificio se compone de un repertorio limitado de elementos: una serie de cajas negras para las funciones auxiliares, perfiles de acero de color blanco para la estructura y una piel de policarbonato para la fachada. Juntos forman una composición regular que enfatiza la escala gigante del edificio pero también crea un ambiente brillante y agradable para los espacios de exhibición.

Todo el masterplan y los edificios, se basa en una cuadrícula de 3 metros, siguiendo la distribución estándar de la exposición, lo que permite diseccionar el edificio en celdas de 3x3 metros como si fuera un tablero de juego, brindando infinitas posibilidades para dividir el uso del suelo pero también formando un sistema subyacente para todos los componentes arquitectónicos.

En el centro del proyecto, un área de recepción en la planta baja da la bienvenida a los visitantes a las salas de exposiciones, la exposición exterior y el centro de convenciones. Bautizada como la Rue Centrale, funciona haciendo honor a su nombre, como una calle: es un área de circulación, un centro de información y un espacio público, todo a la vez. Totalmente peatonal, puede albergar desde taquillas hasta puestos de comida o áreas de descanso.

Elevado sobre la Rue Centrale y directamente accesible desde ella se encuentra el parking, un silo elevado de cuatro plantas, un edificio abierto, para maximizar el uso de la luz natural y permitir vistas a las exposiciones desde los vehículos.

Multifuncional. La franja sur de MEETT aglutina un salón de eventos multifuncional y un centro de convenciones combinados en un solo edificio diseñado como una máquina. Donde los sistemas móviles y motorizados de gradas, tabiques, escenarios e instalaciones permiten transformar en pocos minutos los espacios en una gran cantidad de configuraciones, desde pequeñas salas de reuniones hasta un inmenso centro de convenciones diáfano bañado por la luz natural, ya que incluso se puede abrir una fachada deslizante de 13 metros de altura en la cara este de la sala de eventos. Permitiendo además que los eventos interiores continúen en la plaza de eventos exterior.

Todos estos sistemas flexibles, así como la vinculación de los espacios con el transporte público gracias a una estación de tranvía, una estación de autobuses, una parada de taxi y un área de recepción para ciclistas, hace que el edificio funcione como un dispositivo. Como un artefacto al servicio de las funciones que allí se quieran dar, en lugar de imponer desde su configuración unos usos precisos.