Culpan a la dirección de Tubacex de la «parálisis productiva» y de la falta de acuerdo
Trabajadores de Tubacex, en huelga desde hace 210 días, han advertido de que «la responsabilidad de la actual parálisis productiva y el punto muerto en la negociación recae única y exclusivamente» en los responsables de la empresa, «incapaces de asumir» la sentencia del TSJPV, que anuló el ERE.
Un grupo de trabajadores de Tubacex han advertido de que «la responsabilidad de la actual parálisis productiva y el punto muerto en la negociación recae única y exclusivamente en los actuales gestores, incapaces de asumir el fracaso y el revés judicial asestado a su planes el pasado 6 de julio», cuando el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco declaró nulo un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaba a 129 trabajadores.
En un comunicado, han advertido de que «la empresa insiste en su voluntad negociadora, cuando lo único que demanda y exige de forma reiterada es la claudicación de la plantilla, la renuncia a defender sus derechos y la firma de un acuerdo que invalide de facto las dos sentencias favorables mediante las que el TSJPV ha dictaminado que no existen causas ni productivas, ni organizativas ni económicas para justificar medidas estructurales».
«Las ofertas de la empresa carecen por completo de entidad, dado que pretenden que la plantilla revoque las sentencias firmando medidas estructurales ante una situación coyuntural que los propios gestores asumen, puesto que el último expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) se fundamenta en causas relacionadas con el covid», han añadido antes de incidir en que «la propuesta de diálogo comienza demandando un ajuste de la situación laborales mientras venden un presunto mantenimiento de las condiciones económicas y de jornada».
«Prosigue hablando de garantías de inversión y empleo, mientras al mismo tiempo se mantiene el despido de ciento cincuenta trabajadores y trabajadoras encima de la mesa. Se esgrime como argumento una tutela judicial efectiva, y sin embargo la empresa ignora una y otra vez las resoluciones de los tribunales y se encuentra envuelta de nuevo en un proceso judicial por negar del disfrute de las vacaciones a la plantilla contra todo sentido común y jurisprudencia», han aseverado.
Y han destacado que «la plantilla, con toda lógica, desconfía de la buena fe de un equipo de gestión que entorpece a diario la labor de los comités elegidos por los trabajadores, que promueve el esquirolaje interno y externo o que pretende sabotear el derecho de protesta y reivindicación de sus trabajadores y trabajadoras».
Abiertos al diálogo y a la negociacion
«La plantilla de Tubacex a día de hoy está, y ha estado en todo momento, abierta al diálogo y la negociación sincera y constructiva», han apuntado, a la vez que aseverado que «nunca se ha dado la espalda a medidas coyunturales que ayuden a la empresa a sortear los malos tiempos provocados por un suceso dramático a escala global».
Este grupo de trabajadores ha insistido en que «jamás se ha cerrado la puerta a una solución de este conflicto siempre y cuando se garantice la temporalidad de las medidas y la compensación de esos esfuerzos cuando la recuperación se consolide y la situación económica del grupo, como el propio Consejo de Administración defiende de forma entusiasta ante accionistas y medios de comunicación, sea una realidad a corto o medio plazo».
«La plantilla admite que esta huelga no es ningún capricho, ni una situación deseable para nadie, pero que se trata de la única salida posible ante la postura de la actual dirección, y en ningún caso se puede pretender que se refrende con las firmas de los trabajadores y trabajadoras un Expediente de Regulación de Empleo ilegítimo, que suponga una destrucción traumática de empleo y el empeoramiento irreversible de sus condiciones laborales», han concluido.