La presión sobre Castillo fuerza el cese del primer ministro peruano
El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha aceptado este miércoles la renuncia del primer ministro, Guido Bellido, después de un constante hostigamiento desde la oposición desde que el mandatario izquierdista asumió el poder.
El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha aceptado este miércoles la renuncia del primer ministro, Guido Bellido, y ha adelantado que en las próximas horas se tomará juramento al nuevo Gabinete.
«Informo de que aceptamos la renuncia del presidente del Consejo de Ministros, a quien le agradezco sus servicios prestados y anuncio la juramentación del Gabinete para esta noche», ha comunicado Castillo a través de un mensaje para todo el país.
«Mi Gobierno, en su compromiso por abordar prioritariamente los grandes problemas que tienen el país, como son la salud, el hambre, la pobreza, he decido tomar algunas decisiones en favor de la gobernabilidad», ha añadido.
Medios locales aseguran que el gobernante ha ofrecido la presidencia del Consejo de Ministros a Mirtha Vásquez, una política de izquierda que presidió el anterior Congreso.
Durante su mensaje, el mandatario ha asegurado que desde que asumió el Gobierno está «trabajando arduamente para cumplir con todos los compromisos» que asumió durante su campaña electoral y al inicio de su mandato, ratificando «el compromiso del Perú con la inversión privada, remarcando la necesidad de que esta opere sin corrupción, con responsabilidad social, priorizando la diversificación productiva nacional».
«En mi compromiso por abordar prioritariamente los grandes problemas del país, como la salud, el hambre, la pobreza», ha añadido.
Castillo también ha señalado que el Ejecutivo y el Congreso de su país deben «procurar tranquilidad y cohesión del gobierno», por lo que las prerrogativas constitucionales de la cuestión de confianza, como la interpelación y la censura de ministros, «no debería usarse para crear inestabilidad política».
Alude así a la amenaza que había hecho Bellido de presentar una cuestión de confianza si el Congreso intentaba censurar al ministro de Trabajo, Iber Maraví, quien la semana pasada fue interpelado por el pleno parlamentario por las denuncias periodísticas de que en su juventud tuvo vínculos con Sendero Luminoso.
Tras la salida de Bellido, medios locales señalaron que el gobernante hará cambios en carteras ministeriales que son ocupadas por representantes del partido Perú Libre, lo que, de concretarse, podrían implicar una ruptura con este partido de izquierdas y un giro a la derecha.
Presiones para cambiar ministros
El mes pasado, Castillo ya había denunciado un intento de los grupos de la derecha por intentar cambiar a los ministros del Gobierno para sustituirlos por adeptos.
El presidente peruano señaló que se trata de un plan cuyo último propósito sería crear condiciones de inestabilidad que acabaran con la destitución presidencial.
Eel propio Castillo han sido objeto de acusaciones como la vinculación con Sendero Luminoso, incluso antes de las elecciones.
Pero también ha habido disputas internas. Bellido amenazó esta semana con disolver el Congreso si no se aprobaba la reforma agraria, ha protagonizado diferentes desencuentros con algunos de sus compañeros, como el ministro de Exteriores, Oscar Maúrtua, en lo que respecta a las relaciones de Perú con Venezuela; o con el propio Castillo, que tuvo que salir a desmentir que el Ejecutivo estuviera pensando nacionalizar algunos empresas.
Insultos machistas
Las últimas acusaciones sobre Guido Bellido han sido las de proferir insultos machistas a una congresista la semana pasada. Este mismo miércoles una jueza especializadan en violencia contra la mujer ha dictado una orden de alejamiento contra el jefe de Gobierno y la obligación de someterse a un examen psicológico y psiquiátrico.
La parlamentaria, del derechista partido Avanza País, denunció que Bellido le dirigió «frases con la finalidad humillarla, avergonzarle e insultarle», lo que fue negado en rotundo por el presidente del Consejo de Ministros.
El propio Bellido ha presionado para que el ministro de Trabajo, Iber Maraví, deje su cargo tras ser acusado de tener vínculos con Sendero Luminoso.
Pese a que el Gabinete de Guido Bellido recibió la confianza del Congreso, el acoso contra sus miembros no ha cesado y el canciller Héctor Béhar, ya renunció presionado por declaraciones también sobre el conflicto civil en Perú.