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Arcelor Mittal parará la planta de Sestao a fin de mes para reanudar la producción en enero

La dirección de Arcelor Mittal ha comunicado que la ACB parará su producción a finales de noviembre para acometer labores de mantenimiento y la remodelación de la segunda línea de colada continua. Fuentes sindicales denuncian un «chantaje» que supondrá el despido de más de cien eventuales.

Acceso a la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), ubicada en Sestao. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

Fuentes de la dirección de Arcelor Mittal han señalado este miércoles a la agencia Efe que la «última planificación» contempla mantener la producción en la Acería Compacta de Bizkaia (ACB) hasta finales de noviembre para «terminar las órdenes de fabricación y expedir todos los productos» y, a partir de entonces, «hacer la parada de mantenimiento anual».

De acuerdo a esta versión, esta parada de la factoría de Sestao va a durar un mes para acometer también la remodelación de la segunda línea de colada continua, que llevaba años parada, de tal forma que la acería esté preparada para «volver a producir a su máxima capacidad», que es 1,6 millones de toneladas anuales, en 2023.

Los planes de la empresa «a día de hoy» son arrancar la planta en enero, aunque ello está «condicionado» a los costes energéticos, que en la actualidad están «desbocados», a la cartera de pedidos y a la «situación social» de la planta.

Actualmente, la dirección de la planta vizcaina está discutiendo con el comité de empresa cuestiones relativas a la organización del mantenimiento de la factoría y el convenio colectivo.

Un «chantaje», según el comité de empresa

De hecho, como indica EiTB, desde el comité se ha calificado de «chantaje» la comentada decisión, que respondería al rechazo sindical a las modificaciones organizativas planteadas por la empresa.

La semana pasada, representantes de UGT, CCOO, LAB y ELA –cuyos delegados conforman el comité– acusaron a la dirección de la ACB  de «chantajear a la parte social, poniendo como condición para retomar la producción la aceptación de los cambios organizativos propuestos de forma unilateral, así como la revisión de algunos puntos del Convenio que den cobertura a los cambios organizativos pretendidos».

Indicaron también que este cierre supondrá el despido de más de un centenar de trabajadores eventuales.

Asumiendo que «la coyuntura energética actual ha provocado un impacto directo en los costos de transformación que lastran la competitividad de nuestros productos», comentaron que la empresa «presenta actualmente márgenes considerables en sus beneficios», por lo que criticaron que la dirección «descargue una vez más sobre sus trabajadores y las arcas públicas sus juegos de intereses».