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Jugadoras y clubes protestan por la falta de avances en la profesionalización de la Liga

Las futbolistas han parado medio minuto en el inicio de los partidos y vuelven a dejar caer la posibilidad de ir a la huelga. La ACFF anuncia que apoyará «cualquier acción de reivindicación». Desde AFE lamentan la «falta de liderazgo» del Consejo Superior de Deportes (CSD). 

Una reunión de las capitanas de Primera en la sede del CSD, presidido entonces por Irene Lozano. (CSD)

Cinco meses después de que la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes otorgara la calificación de Liga profesional a la Primera División de fútbol femenino, la que debería ser nueva competición en marcha ni siquiera tiene estatutos. La pugna entre la Federación Española y «sus» clubes por un lado y la mayoría de los clubes de la categoría por el otro también se ha hecho notar en este proceso. Además, el CSD, lejos de intermediar entre las partes y velar por el pronto y buen desarrollo del proyecto, parece estar entorpeciendo el proceso. Sobre todo por su exigencia de unanimidad para la aprobación de los estatutos –una condición no contemplada en la legislación–, que ya apoya una mayoría muy cualificada de los clubes, 12 de 16.

Las consecuencias son múltiples y evidentes. No hay venta conjunta de los derechos de televisión, una buena parte de los partidos de Primera no puede verse en directo y el resto se reparte entre diferentes plataformas incluyendo los canales de Youtube de los propios equipos, Mediapro acabó cancelando el acuerdo que tenía con la ACFF, la consecuente pérdida de ingresos complica el cumplimiento del convenio… Toda una serie de despropósitos, en definitiva.

Jugadoras y clubes están hartos y hoy las asociaciones mayoritarias de ambos, AFE y ACFF, han emitido sendas notas para mostrar su malestar.

El sindicato mayoritario de futbolistas ha plasmado el «rechazo» de éstas «a la situación de ralentización en la aprobación de los estatutos de la liga profesional femenina». Recuerda que el «bloqueo se ha alargado ya más de tres meses y sorprende porque, siendo los mismos equipos básicamente que la liga profesional masculina, es en el femenino en el que muestran su incapacidad para el entendimiento y el acuerdo. Todo ello –lamentan las jugadoras–, ante la falta de liderazgo del Consejo Superior de Deportes (CSD), a pesar de que, en un acto celebrado el pasado día 25 de marzo, Carmen Calvo, entonces vicepresidenta, se comprometió a que el Gobierno de España daría el impulso necesario a la liga profesional femenina». Recuerdan, además, que «esta situación está suponiendo un peligro para la viabilidad económica de algunos clubes por lo que, como ya hicimos y volveremos hacer, no nos temblará el pulso a la hora de tomar medidas claras y determinantes. Tres meses después de calificar como profesional la categoría no se debe alargar esta tomadura de pelo a las jugadoras, y sobre todo al trabajo que desempeñamos en el deporte de este país».

Este fin de semana, además, las futbolistas de Primera han querido visibilizar su enfado parando los primeros 30 segundos de los partidos.

También la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino ha hecho público hoy su malestar, tanto por la falta de avances en la profesionalización de la Liga como por la sanción impuesta a Real, Levante y Villarreal, claramente relacionada con su batalla con la Federación Española.

La ACFF, que adelanta que sus clubes «se suman y apoyarán cualquier acción de reivindicación que fuera a ser llevada a cabo por las futbolistas durante ésta y las próximas jornadas por la situación de bloqueo en la que se encuentra el proceso de constitución de la Liga Profesional Femenina», ha recordado que el motivo del bloqueo «no es la falta de acuerdo entre los clubes ya que dicho acuerdo sí ha existido». Explica que el julio pasado los 16 clubes de Primera «mantuvieron diversas reuniones para debatir los estatutos, en las que todos pudieron aportar sus propuestas y exponer y debatir los diferentes puntos de vista. De entre todas las propuestas expuestas, hubo una que contó con un apoyo muy mayoritario de 12 de los 16 Clubes (mayoría que no resultaría cuestionable en ningún otro ámbito de nuestra sociedad), por lo que fue presentada formalmente ante el CSD.

Cuestión distinta es que se pretenda que dicho acuerdo sea unánime. Esto, además de no ser exigido en la legislación vigente para la constitución de una liga profesional, supone una alteración del normal funcionamiento de cualquier organización democrática, que se basa en las mayorías y no en la unanimidad», denuncia la asociación, recordando que, además, pese a sentirse asistidos por la razón ante la incomprensible exigencia de unanimidad, se han mostrado «dispuestos a incorporar al texto los planteamientos de la minoría por el bien de la Liga Profesional Femenina. Entendemos que el paso dado por la mayoría de los clubes, incorporando las posiciones del grupo minoritario, debería ser más que definitivo para avanzar en el proceso, resultando un texto que, a pesar de no contener la totalidad de aspectos defendidos por una y otra parte, sí respeta las principales sensibilidades de unos y otros».

La ACFF, además, ha mostrado su «más enérgico rechazo» a las sanciones impuestas por la Federación a los equipos que no portan su logo, que considera «un nuevo acto de abuso y persecución ejercido por la Real Federación Española de Fútbol, una decisión absolutamente injusta, contraria a la legalidad y que supone un ataque directo sin precedentes contra el fútbol femenino, contra las futbolistas, contra los técnicos y contra los Clubes». En la línea de lo que ya señalaron ayer Real, Levante y Villarreal en una nota conjunta, la asociación destaca que la Liga «es, desde el pasado 15 de junio, una competición oficial de carácter profesional», por lo que la Federación Española no puede imponer a los clubes que luzcan su logotipo. «Debe asumir que su papel durante el proceso de constitución de la Liga profesional se limita a asumir de manera provisional y limitada ciertos aspectos de gestión y coordinación de la competición». La ACFF adelanta, asimismo, que «defenderá a las futbolistas y clubes ante todas las instancias y depurará las responsabilidades de todos aquellos que hayan participado en este acto de abuso».