INFO

Isfahán, la tercera ciudad de Irán, protesta porque las aguas de su gran río han desaparecido

Miles de personas se reunieron en Isfahán el viernes para protestar porque el río que recorre el centro de Irán y atraviesa esta ciudad se ha secado, en parte debido a la sequía que azota al país y en parte porque sus aguas han sido desviadas.

El puente Khajou se reflejaba en las aguas que cubrían la zona donde en esta imagen se ve a los manifestantes, el pasado viernes. (Fatmeh NASR/ISNA/AFP)

Muchos agricultores ya habían realizado varias manifestaciones desde el 9 de noviembre en el lecho seco del río Zayandeh-roud, pero la del viernes fue la primera realmente multitudinaria en Isfahán (o Ispahán), la tercera ciudad del país después de Teherán y Mashhad, con cerca de dos millones de habitantes.

«Miles de personas de Isfahán, agricultores del este y oeste de la provincia, se han unido (...) con una petición principal: hacer que el agua corra por el río», como informó un periodista de televisión durante la retransmisión en directo.

«El agua del río ha sido robada desde hace 20 años» y «El agua debe volver», coreaban los manifestantes. «El este de Isfahán se ha convertido en un desierto», «Nuestra agua ha sido secuestrada», se lee en los carteles que aparecen en las fotos publicadas este sábado en la prensa iraní.

Los manifestantes se reunieron a ambos lados del puente Khajou, una estructura del siglo XVII, bajo el cual fluía el gran río hasta hace no tanto. El Zayandeh-roud también pasaba bajo el famoso puente Si-o-Sepol, pero en este punto el cauce ha permanecido seco desde el año 2000, excepto por algunos breves períodos.

Si la sequía es asumida como una de las causas, los agricultores también protestan contra el desvío del río por parte de las autoridades para abastecer a la provincia vecina de Yazd, lo que habría acelerado su secado.

Isfahán es uno de los principales destinos turísticos de Irán. La plaza Naghsh-e Jahan, ubicada en el centro histórico de la ciudad, ha sido catalagado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Una auténtica riada humana ocupó el cauce seco del Zayandeh-rud. (Fatmeh NASR/ISNA/AFP)

«El problema del país»

«Hace años que no hay voluntad de solucionar los problemas de este importante río», comentaba este viernes el citado reportero, como recogió AFP.

Ante las manifestaciones de descontento, el Gobierno prometió resolver el problema. «He ordenado a los ministros de Energía y Agricultura que tomen medidas inmediatas para resolver el asunto», señaló a la televisión el vicepresidente primero, Mohammad Mokhber.

El ministro de Energía, Ali-Akbar Mehrabian, por su parte, pidió «disculpas a todos los agricultores por no poder proporcionarles el agua que necesitan para sus cultivos». «Los ministerios de Industria y Agricultura tienen la tarea de trabajar junto con el Ministerio de Energía para reducir el daño que lamentablemente sufren algunos agricultores», añadió.

El presidente del país, Ebrahim Raïssi, había prometido el 11 de noviembre resolver el problema del agua en Isfahán, Yazd y Semnan, tres provincias del centro de Irán.

Y el miércoles, el líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, calificó el tema como «el problema del país», sin aludir a las protestas. «El problema del agua se convertirá en un problema mayor en el mundo en un futuro muy cercano», advirtió, según un comunicado publicado en su sitio web oficial.

Irán, en gran parte un país árido, ha experimentado una sequía crónica durante años, lo que ha provocado inundaciones periódicas provocadas por la combinación del endurecimiento del suelo y lluvias más o menos torrenciales.

A mediados de julio se llevaron a cabo manifestaciones contra la escasez de agua en las provincias de Juzestán y Lorestán (suroeste), registrándose cuatro muertes, según medios oficiales.

«La gente ha expresado su descontento y no podemos culparles», dijo Khamenei entonces, al tiempo que instaba a los manifestantes a no hacer el juego a «los enemigos del país» que, según indicó, podrían beneficiarse de la situación.