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El escándalo vende en el mundo de la moda

‘LA CASA GUCCI’
EEUU-Canadá 2021. 157’ Tít. Orig.: ‘House of Gucci’. Dtor.: Ridley Scott. Guion: Becky Johnston y Roberto Ventivegna, sobre un libro de Sara Gay Forden. Prod.: Ridley Scott/ Scott Free Productions/ Bron Studios. Int.: Lady Gaga, Adam Driver, Al Pacino, Jared Leto, Salma Hayek,.

Lady Gaga vuelve a exhibir su gran capacidad de transformación. (NAIZ)

El próximo martes día 30 Ridley Scott cumple 84 años en plena actividad profesional, ya que acaba de estrenar ‘El último duelo’ (2021), que muestra su faceta autoral, y ya tiene en cartelera de forma casi simultánea ‘La casa Gucci’ (2021), más acorde con su vertiente de productor dueño de su propia compañía Scott Free.

Su nueva película está en la misma línea que ‘Todo el dinero del mundo’ (2017), dedicada a la saga familiar del multimillonario Jean Paul Getty y al secuestro de su nieto. Ahora es el turno de la familia Gucci, igualmente en relación a su presencia en la crónica de sucesos. Aquí el nieto del magnate de la moda no es secuestrado, sino asesinado por su propia esposa.

Como quiera que sucedió en 1995, los hechos todavía permanecen relativamente frescos en el ideario colectivo. En su momento la marca italiana no quiso colaborar con Hollywood de cara a una posible versión cinematográfica del escándalo, y Spielberg se quedó sin su proyecto.

El que ahora hayan dado el visto bueno se debe a que Gucci cumple su centenario y a que en la actualidad pertenece al grupo Kering, del cual es director ejecutivo el actual marido de la actriz mexicana Salma Hayek, que forma parte de este lujoso reparto que permite a Al Pacino reverdecer sin disimulos sus tiempos de la saga de ‘El Padrino’.

Pero la gran estrella de la función, con el permiso de Don Al, es Lady Gaga, quien vuelve a exhibir su asombrosa capacidad de transformación. Su italianización es deslumbrante y convence en el papel de la mundana Patrizia Reggiani, de la que se enamoró el nieto de Gucci porque le recordaba a Elizabeth Taylor.

Nunca oculta su interés por entrar en la aristocracia florentina por la vía del matrimonio, como tampoco de hacerse con el patrimonio de su marido por cualquier vía. Lo maneja como a un gatito y lo llama Mau, diminutivo de Maurizio.