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Venta de 80 Rafale a Qatar, primer «regalo de Navidad» de la gira de Macron al Golfo

Gira relámpago del presidente francés, Emmanuel Macron, a los países del Golfo, escoltado por media docena de ministros, secretarios de Estado y empresarios de la industria de armamento y energía. Escala iniciática en Dubai y primer «regalo de Navidad»: cerrada la venta de 80 aviones Rafale.

Efusivo saludo entre Macron y Mohammed bin Zayed al-Nahyan a la entrada de la Expo de Dubai. (Thomas SAMSON/AFP)

«No quiero desvelar el regalo de Navidad», afirmaba misterioso Anwar Gargash, consejero del príncipe heredero de Abbu Dabi, Mohammed ben Zayed Al-Nahyane, poco antes de la recepción a la delegación francesa encabezada por Emmanuel Macron en el pabellón de honor de la Exposición Universal que estará abierta en Dubai hasta marzo de 2022.

Poco después llegaba el presidente francés y el nutrido séquito que le acompaña en esta gira que ha levantado las críticas de ONG, que censuran que la industria gala nutra de armas a estados poco escrupulosos en el respeto de los derechos humanos, armas que se han utilizado, sin ir más lejos, por Arabia Saudí para bombardear Yemen.

Acompañan al presidente francés en esta gira político-comercial Jean-Yves Le Drian, ministro de Asuntos Exteriores; el ministro de Economía, Bruno Le Maire; la ministra de Defensa, Florence Parly; y altos cargos de empresas con intereses en la región como Airbus, Thalès, Air Liquide o EDF.

El contrato más deseado no se ha hecho esperar y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) han hecho saber su intención de remplazar progresivamente los 60 Mirage 2000 adquiridos a finales de la década de los años 1990. Dicho y hecho, el contrato o «regalo de Navidad» se concretara en una primera venta: 80 aviones de combate tipo Rafale y 12 helicópteros Caracal por un valor total estimado en unos 17.000 millones de euros.

Los Emiratos fueron el quinto cliente más importante para la industria francesa de armamento en el periodo 2011-2020, con encargos por valor de 4.700 millones, según consta en el informe remitido al Parlamento francés relativo a la exportación de armamento.

Otro contrato reseñable cerrado en las primeras horas de esta controvertida gira ha sido la prórroga hasta 2047 del acuerdo con el llamado Louvre Abu Dhabi que permitirá a París recaudar 165 millones de euros en los próximo daños a cambio de prestar cuatro obras emblemáticas de la pinacoteca parisina cada año para su exhibición en la réplica ideada en Dubai.

Primera escala

Esta es la primera escala de la gira de Macron por Oriente Medio, que se ha hecho coincidir con el aniversario de la creación de los Emiratos, en diciembre de 1971, y tras la cual la delegación francesa se dirigirá el sábado a Arabia Saudí.

Una visita en la que la venta de arnamento se compatibiliza con el objetivo diplomático de «debatir de la lucha contra el terrorismo, el islamismo radical y su financiación».

El presidente francés se convertirá en uno de los primeros líderes occidentales en encontrarse con el príncipe heredero saudí, Mohammed ben Salmane, tras la muerte violenta del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul en 2019, un crimen que apuntaba a la figura del hijo del rey, lo que hizo que quedara en un periodo de cuarentena al que, en lo que concierne al Estado francés, pone fin esta gira presidencial.

Un viaje que Human Righs Watch ha censurado en un comunicado difundido este viernes en el que afirma que «las ventas de armas y el mantenimiento de aliados militares dudosos en nombre de la lucha contra el terrorismo va en detrimento de los derechos humanos, lo que figurará como una mancha en el balance diplomático de Emmanuel Macron».

No cabe olvidar tampoco que la gira se produce en un momento delicado, en pleno juicio por los atentados ocurridos el 13 de novembre de 2015 en París y Saint-Denis.

Macron antepone «riqueza y empleo»

Desde Dubai, Macron ha contestado a las críticas de sectores progresistas y ONG, entre ellas la del líder de los Verdes y candidato presidencial para 2022, Yannick Jadot, que le ha acusado de «avergonzar» a la República francesa por «armar» a un país que «desprecia los derechos humanos y ha construido su riqueza gracias a las energías fósiles».

«No podemos quedarnos parados en la región. Somos una gran potencia de equilibrio y tenemos que actuar. Necesitamos tener socios si queremos actuar en favor del Líbano, de Irak o contra el terrorismo en la región, que además nos golpeó en 2015», ha indicado Macron.

Es más, el dirigente galo se ha mostrado exultante por el acuerdo multimillonario, resaltando que generará «riqueza y empleo» en el Estado francés, pues los aparatos se construirán en suelo galo, concretamente por el grupo Dassault.

No obstante, y esbozando una media sonrisa, ha apelado a cierta cautela al afirmar que «la historia muestra que un contrato en vigor desde hace 18 meses puede rescindirse de un momento a otro», en alusión a la polémica surgida el pasado setiembre, cuando Australia anuló un gran contrato de compra de 12 submarinos al Estrado francés en beneficio de Estados Unidos y Gran Bretaña.

En el tablero geopolítico, contra las primaveras árabes

El acuerdo multimillonario con los EAU es un «golpe de efecto comercial, aunque también electoralista», cuando faltan menos de cinco meses para las presidenciales, como ha indicado, en declaraciones a Efe, François Burgat, analista sénior del CNRS especialista en el mundo árabe y musulmán.

A su juicio, este tipo de contratos también colocan al Estado francés «geopolíticamente» en el lado «contrarrevolucionario» dentro de Oriente Medio, poniéndose al lado de los ricos países del Golfo (Arabia Saudí, Catar, Emiratos) que se oponen a aperturas «radicales» en términos democráticos en Oriente Medio reclamadas durante las denominadas primaveras arábes.