El porcentaje de jóvenes de 16 a 29 años emancipados no llega ni al 15%
El problema de la vivienda y la precariedad laboral sacude a la juventud vasca hasta el punto de que no llega siquiera a uno de cada siete el número de quienes están emancipados entre los 16 y 29 años.
Sólo el 13,8% y el 15,1% de la de la CAV estaba emancipada en el primer semestre de 2021, por debajo de la media nacional que fue del 14,9%. Son datos que se incluyen en el informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud estatal conocido este jueves, y que en conjunto suponen 2,4 puntos menos que en el anterior semestre y la tasa más baja del siglo.
El estudio, hecho púbico este jueves y centrado en la población de entre 16 y 29 años, muestra que hay que remontarse a 1998 para encontrar una tasa tan baja de emancipación y expone esa cifra como «marcador unívoco de la precariedad que la juventud arrastra de forma endémica».
Si la crisis de 2008 lastró las trayectorias vitales de una generación, resalta, la de 2020, provocada por la covid-19, está teniendo efectos incluso peores, dado que el punto de partida era aún más precario.
La tasa de empleo juvenil en el conjunto del Estado subió en el primer semestre de 2021 cinco puntos respecto al año anterior, pero ese aumento no permitió recuperar los niveles previos a la pandemia y, además, la tasa de temporalidad entre los jóvenes aumentó 5,8 puntos, lo que significa que se agravó la precariedad de quienes trabajaban, se destaca en el informe.
En la misma línea, aunque en el primer semestre del año se redujo ligeramente el precio de las viviendas libres, fue mayor la bajada de la capacidad adquisitiva de la población joven, por lo que el coste efectivo de la vivienda para el colectivo (que incluye otros gastos asociados, además de la cuota hipotecaria o la renta del alquiler) aumentó durante el período.
81,9% del sueldo o 29,3 metros cuadrados de piso
Una persona joven que quisiera emanciparse en solitario en el primer semestre de este año dedicaría, de media, el 81,9 % de su sueldo al alquiler, o debería ajustarse a una superficie máxima tolerable de 29,3 metros cuadrados, según este estudio.
«Ni compartir piso hasta pasados los treinta ni seguir en el hogar familiar a esa edad son decisiones o modas generacionales, sino las inevitables consecuencias de un mercado inmobiliario cuyas condiciones expulsan a las personas jóvenes de forma constante», subraya el Consejo.
«Se está celebrando una recuperación económica que no está siendo justa con la juventud», denuncia la presidenta del Consejo de la Juventud, Elena Ruiz Cebrián, quien alerta de que la recuperación del empleo juvenil va a acompañado de un aumento de la precariedad.