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Osasuna ve en la Copa el mejor antídoto para enmendar su reciente trayectoria errática

Osasuna busca que la competición copera –Montilivi, jueves, 16.00, DAZN– se convierta en el punto de inflexión para revertir la negativa trayectoria que lleva acumulada el equipo en el torneo liguero, después de diez jornadas seguidas sin vencer.

Una de las dudas es si Juan Pérez será titular o Alkiza preferirá reservarlo para el domingo ante el Cádiz. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Superar la eliminatoria de dieciseisavos coperos frente al Girona es el objetivo inmediato que se plantea Osasuna, no solo para seguir vivo en la competición del K.O., sino también para que el pase suponga un chute de moral de cara al importante duelo liguero que deberá afrontar la escuadra navarra este próximo domingo contra el Cádiz.

Tras perder en el derbi contra el Athletic el pasado lunes, los rojillos encadenan una dinámica muy negativa y similar a la que vivieron al inicio de la campaña pasada, en esta ocasión acumulando un total de diez jornadas consecutivas sin conocer la victoria.

Los pupilos de Bittor Alkiza, que continuará dirigiendo al equipo al estar confinado Jagoba Arrasate, ven en su compromiso en Montilivi una ocasión inmejorable para invertir la nefasta dinámica, plantarse en octavos y llegar reforzados psicológicamente ante el envite frente a los amarillos.

Así, y aunque no han dispuesto de mucho tiempo para poder preparar el partido, el técnico donostiarra ha resaltado que se toman el choque «con mucho respeto hacia el rival, tratando de minimizar sus virtudes y buscar sus debilidades».

Según ha adelantado, el once estará compuesto por una mezcla de futbolistas con menos minutos y otros más habituales, algo que se ha plasmado en la convocatoria, cuyas novedades más importantes son Iker Benito y Unai Dufur. Se ha dado descanso a dos titulares frente al Athletic –Cote y Torró– y no ha entrado Rober Ibáñez, al que se busca acomodo en este mercado invernal. Herrera, Darko, Aridane y Areso son bajas, los dos primeros por coronavirus.

No ha querido, en todo caso, desvelar quién ocupará la portería, estando únicamente disponibles Juan Pérez y Darío Ramos, tras el positivo de Sergio Herrera. El guardameta oscense apunta a titular frente al Cádiz, quedando pendiente si jugará en Girona para ganar en confianza enlazando dos encuentros o preferirá reservarlo por si ocurriera cualquier percance, habida cuenta que el de Almudévar ha estado lesionado de manera reciente.

El segundo entrenador rojillo ha reconocido que ahora el conjunto navarro «defiende peor utilizando el mismo sistema» y que el cuerpo técnico «no está encontrando el equilibrio» para subsanar dicho déficit. «El vestuario es el primero que quiere darle la vuelta a esta situación», ha señalado.

Como punto favorable, Alkiza ha recordado que el equipo «ya ha pasado por situaciones parecidas», demostrando tener «experiencia» para afrontarlas y salir del atolladero. «Hace no mucho tiempo ya hemos demostrado que sabemos defender y atacar mejor», ha mencionado.

«La Copa no nos puede molestar nunca y hay que afrontarla con positividad. Es una nueva oportunidad y será el trabajo quien nos saque de esta situación», ha subrayado. A su juicio, el mejor remedio para enmedar la actual coyuntura es «ir a lo simple, retocar tres o cuatro cosas que posibiliten que los jugadores se sientan más cómodos».

Un Girona en trayectoria ascendente

Alkiza ha advertido de que se van a encontrar enfrente con «el mejor Girona posible». «Lleva una racha y dinámica muy buenas, ahora juega con cinco atrás y no le tiene miedo a arriesgar saliendo con el balón desde atrás. Si no aprietas bien, te superan y llegan por banda», ha avisado.

La escuadra catalana solo ha encajado una derrota –Ipurua– en sus últimos nueve compromisos y suma siete victorias en ese intervalo de tiempo, lo que da una idea del buen momento de forma que vive. El bloque dirigido por Míchel ocupa ahora mismo la sexta plaza en Segunda, después de un inicio liguero complicado, que le llevó a estar en puestos de descenso.

Esta será la tercera vez en la que Osasuna y Girona se medirán en Copa, pasando los primeros en las dos anteriores ocasiones, la última de especial recuerdo para la parroquia rojilla, pues se produjo en la edición de 2004-05, en la que el cuadro navarro llegó a la final frente al Betis.

Un gol de penalti de Iñaki Muñoz en la prórroga –minuto 98– permitió superar también una eliminatoria de dieciseisavos en la que los entonces dirigidos por Javier Aguirre se las vieron y se las desearon para obtener el pase, algo que también se espera vuelva a suceder ahora.