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Panathinaikos deja en evidencia a un Saski Baskonia que solo provoca tristeza (75-63)

Los de Neven Spahija han sido incapaces de reaccionar a un parcial de 18-4 del primer cuarto, mediatizados por la lesión de última hora de Matt Costello, que ha sido baja por un esguince. Antes del maquillaje del último cuarto, los gasteiztarras han ido cayendo hasta por 27 puntos.

Papapetrou supera a Giedraitis en penetración. (EUROLEAGUE.NET)

PANATHINAIKOS 75 - BILBAO BASKET 63

¡Qué tristeza este Bitci Baskonia! Si bien el resultado final no ha sido tan escandaloso, bien ha podido serlo si el conjunto heleno hubiera querido hacer sangre. Pero lo cierto es que un parcial de 18-4 para empezar el primer cuarto ha sido más que suficiente para tumbar a un Baskonia sin alma, incapaz, entre sus propias limitaciones y su escaso espíritu, de plantar cara del penúltimo de la presente Euroliga.

Los gasteiztarras han saltado con Fontecchio jugando de ala-pívot a tiempo completo, a cuenta de la lesión de últimas hora de Matt Costello, ausente por un esguince. eso ha dejado el banquillo baskonista compuesto por Lamar Peters, Vanja Marinkovic, Alex Barrera y Sander Raieste, que ha debutado después de haber sido operado en verano.

Sin embargo, ese no ha sido el problema del arranque del Baskonia, sino una ausencia total de intensidad que ha lastrado el partido con un parcial de 18-4 que ha desesperado a Spahija y a cualquier baskonista que haya estado viendo este partido desde cualquier rincón del planeta. Enoch ha mostrado su cara más autista a la hora de no intentar siquiera ejercer la ayuda defensiva, una ayuda indispensable toda vez que los jugadores del PAO han superado a sus pares en esos primeros compases en cada uno contra uno.

Visto lo visto, el 22-8 del final del primer cuarto ha sido casi una buena noticia, aunque la verdad es que el banquillo heleno pierde mucho en su rotación. No obstante, los pecados capitales que ha ido cometiendo Saski Baskonia en este partido han sido culpa suya, sobre todo por falta de intensidad atrás y una falta de mentalidad muy acusada.

Así las cosas, un Panathinaikos que no ha hecho nada especial ha conseguido irse a los vestuarios con un 38-20 a su favor, basando su ventaja en los buenos minutos de Okaro White y Evans, amén del 0 de 13 con el que ha terminado el cuadro gasteiztarra en los lanzamientos triples, aunque el 8 de 24 en tiros de dos, después de desperdiciar ataques con hasta cinco esfuerzos, tampoco dice nada bueno.

Esta mala imagen, casi resignada a su suerte a pesar de jugar ante el penúltimo clasificado de la Euroliga, ha sido casi lo peor, dado que en contadas ocasiones se ha visto a los de Spahija haciendo ademán de intentar revertir la situación. Y sabido es que Wade Baldwin es uno de los blancos fáciles para la crítica del baskonismo a cuenta de su supuesto desgarbado lenguaje no verbal –o porque su reacción solo ha llegado con el partido resuelto–; pero visto lo visto en el OAKA, no se puede salvar a nadie, se llame como se llame y tenga el rol que tenga en el equipo.

Llover sobre mojado

Si alguien esperaba una reacción de coraje para, al menos, arrimar la desventaja del Baskonia a la frontera de los diez puntos… se ha equivocado. Panathinaikos ha podido ensayar hasta jugadas tácticas específicas, como meter balones al poste bajo a Papapetrou para que este atacara a Giedraitis, con grandes resultados, toda vez que el lituano ha sufrido en defensa y la ayuda de Enoch no ha existido. Eso sí, al menos Granger ha anotado el primer triples del Baskonia, en el decimocuarto intento.

La progresión del marcador ha sido deplorable, con máximas renta de hasta 25 puntos –57-32 al final del tercer asalto– y la sensación de que este Panathinaikos –como para ponerse a elucubrar lo que hubiera podido hacer aquel estelar PAO de 2007, con Diamantidis, Spanoulis, Becirovic, Vujanic, Siskauskas, Tomasevic, batiste, Alvertis, Dikoudis, Tsartsaris… y entrenado por Zeljko Obradovic– ha podido ganar por todavía mayor ventaja de haberlo querido así.

Afortunadamente, en el último cuarto ha llegado el momento del maquillaje, con Wade Baldwin –insistimos, ni esos números lo redimen; ni sus anteriores malos minutos lo convierten en el peor del Baskonia– y Steven Enoch liderando un período que ha terminado con un parcial de 18-31.

Estos puntos han servido para menguar una desventaja que ha sido de hasta 27 puntos, 59-32, pero nada más, aunque se han agradecido esos puntos de maquillaje de los de Spahija, incluyendo en esa labor cosmética los escasos puntos de Vanja Marinkovic y la primera canasta –y quizá la última– de Alex Barrera con la camiseta del Baskonia. Pero alegrarse de semejantes detalles, totalmente insignificantes de cara al resultado final del partido, denota que este Saski Baskonia provoca mucha tristeza. Y camina hacia la indiferencia.

FICHA DEL PARTIDO:

Panathinaikos: Bochoridis (3), Nedovic (16), Okaro White (12), Evans (14) y Papapetrou (7) –quinteto inicial–, Jovic (6), Kavvadas (4), Sant-Roos (4), Kaselakis (7), Mantzoukas (2) y Avdalas.

Baskonia: Baldwin (16), Granger (7), Giedraitis (12), Fontecchio (9) y Enoch (11) –quinteto inicial–, Marinkovic (5), Barrera (3), Lamar Peters y  Raieste.

Parciales: 22-8, 16-12, 19-12, 18-31.

Árbitros: Lamonica, Rocha y Racys. Sin eliminados.

Incidencias: 951 espectadores en el OAKA. Matt Costello ha sido baja de última hora a causa de un esguince. Ha debutado Raieste.

Victoria de Lenovo Tenerife

Con las ausencias de Vitor Benite –probablemente por covid-19– y Dejan Kravic –fichaje anunciado por Unicaja–, San Pablo Burgos ha caído ante un Lenovo Tenerife que se allana el camino de cara a la Copa, en detrimento de Saski Baskonia. A pesar de que los pupilos de Txus Vidorreta no han estado muy finos en el lanzamiento triple, la presencia de Georgi Shermadini ha sido más que suficiente para que la escuadra aurinegra se haya impuesto a los de Paco Olmos por 73-81. Los de Vidorreta, eso sí, han ido ganando por 46-64 en el último cuarto, pero una numantina resistencia burgalesa ha liderado un parcial de 16-3, al punto de poner picante al duelo en sus minutos finales. La veteranía de Huertas y Shermadini, y varias canastas de Doornekamp y Salin, han dado el triunfo al cuadro insular.

Ello supone que Lenovo Tenerife ha empatado a nueve victorias con Bitci Baskonia en la clasificación de la primera vuelta de la Liga ACB, a falta de un partido, el próximo domingo ante Valencia Basket. La única opción para que el cuadro gasteuztarra esté en la Copa de Granada es que los de Txus Vidorreta pierdan ante el conjunto toronja. como mínimo por nueve puntos o más. De otro modo, ni siquiera la derrota aurinegra evitará que sea el cuadro tinerfeño quien esté en la capital nazarí entre el 17 y el 20 de febrero, en lugar de los pupilos de Neven Spahija.