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Bidasoa y Anaitasuna pasan a la fase final copera pese a perder en los partidos de vuelta

Bidasoa-Irun y Helvetia Anaitasuna estarán en la fase final copera que se jugará en Antequera, pese a perder ambas escuadras vascas en sus encuentros de vuelta frente al Benidorm (27-26) y Valladolid (24-26), respectivamente.

Helvetia Anaitasuna ha sufrido más de lo esperado para eliminar al Valladolid. (ANAITASUNA Twitter)

Bidasoa-Irun y Helvetia Anaitasuna disputarán la fase final copera a ocho que se celebrará entre el 25 y 27 de marzo en Antequera, gracias a las cuantiosas rentas acumuladas en la ida, ya que en sus partidos de vuelta han perdido frente a Benidorm y Valladolid, respectivamente, con momentos de apuro para la escuadra navarra.

Más desahogado ha sido el pase para los pupilos de Jacobo Cuétara que, aunque han acabado cayendo en tierras alicantinas, han gestionado en todo momento la ventaja de siete goles que lograron en Artaleku. Bidasoa-Irun no ha permitido en ningún momento que su rival se lo creyese, pues la desventaja nunca ha pasado de las dos dianas.

El envite ha estado equilibrado en todo momento, con diferentes alternativas en el electrónico, pero sin que las diferencias fuesen en ningún momento sustanciales para ninguno de ambos bandos. De hecho, los guarismos al descanso (13-12) así lo han atestiguado.

El segundo periodo ha transcurrido por similares términos, con los anfitriones marchándose de dos goles (16-14 y 18-16) en su primer tercio, pero enjugando rápidamente la brecha una escuadra irundarra que se ha permitido el lujo de oxigenar a su plantilla.

Así, el tramo final ha sido de intercambio de golpes, algo que favorecía los intereses amarillos, hasta el punto que la distancia ha quedado reducida a la mínima expresión con el 27-26 postrero.

Anaitasuna pasa por aprietos

Bastante más complicaciones ha tenido Helvetia Anaitasuna para eliminar a un Valladolid que ha plantado cara y ha dispuesto de oportunidades como para meter el miedo en el cuerpo a los locales, pero que finalmente no ha sabido aprovecharlas.

Así, el 0-3 inicial no dejaba ninguna duda de que los pucelanos no se daban por rendidos pese al 33-39 de la ida, lo que ha pillado a contrapié a los dirigidos por Pablo Galech, a quienes les ha costado unos cuantos minutos reaccionar. Finalmente lo han hecho con un parcial de 8-2 que parecía presagiar que el partido podía ir por términos más calmados.

Nada más lejos de la realidad. Viviendo de la aportación de la portería, Anaitasuna solo ha navegado por los cauces de la tranquilidad en la segunda mitad de la primera parte, pues tras el descanso ha vuelto a complicarse la vida de manera peligrosa por su falta de acierto en ataque.

Valladolid ha visto la posibilidad de hacer sangre y en el minuto 37 ha dispuesto de un ataque para colocarse 14-18. Sin embargo, ello no se ha producido y Anaitasuna ha subido al luminoso un 15-17 menos agobiante, pero con todo un mundo por delante.

Los anfitriones no han aprendido la lección y han vuelto a dejar que el cuadro castellano les comiese la tostada. De nuevo, se han vuelto a colocar con sendos 19-22 y 20-23 inquietantes a falta de diez minutos para la conclusión e incluso un 21-15 con cuatro minutos por disputarse.

Las apreturas ante un posible revolcón pucelano han vuelto a ponerles las pilas a un Anaitasuna que ha apretado el acelerador para que la diferencia se viese recortada hasta los dos tantos del marcador final (24-26).