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Canadá inicia una marcha atrás en las restricciones por las protestas antivacunas

Frente a la determinación de los camioneros antivacunas que bloquean el centro de Otawa y de otras ciudades, además de puentes estratégicos con EEUU, dirigentes políticos y algunas provincias canadienses apuestan por aflojar la restricciones contra la pandemia, de las más estrictas del mundo.

Bloqueo del puente Ambassador, que comunica Ontario (Canadá) con Detroit (EEUU). ( Geoff ROBINS | AFP)

Entre 400 y 500 camiones siguen bloqueando el centro de la capital canadiense, Otawa, que decretó el estado de urgencia el pasado fin de semana ante una situación «fuera de control».

Bautizado como Convoy de la Libertad, tuvo su origen en la protesta de camioneros por la decisión de obligarles a vacunarse para cruzar la frontera con EEUU.

Pero rápidamente se ha convertido en un movimiento contra las medidas sanitarias y que exige la dimisión del Gobierno del primer ministro, el liberal Justin Trudeau, que se ha extendido a otras ciudades de Canadá.

Así, un grupo de camioneros y manifestantes canadienses, con banderas y pancartas, cortó ayer el tráfico del puente que une la ciudad de Windsor, en la provincia de Ontario, con el estado de Michigan, en EEUU.

Se trata del principal cruce fronterizo entre ambos países norteamericanos, crucial para la industria automovilística y para los hospitales estadounidenses, que emplean a muchas enfermeras canadienses.

Los Gobiernos canadiense y estadounidense han alertado sobre «graves consecuencias para la economía» si el bloqueo persiste. Y la Asociación de Camiones de Ontario (OTA, por sus siglas en inglés) se ha desmarcado de las protestas.

«Hasta que Trudeau se vaya»

Pero los antivacunas siguen determinados a mantener los bloqueos hasta que Trudeau, quien el lunes rompió su silencio tras once días, deje el poder.

En Otawa, quienes protestan se calientan haciendo fuego y han instalado tiendas de campaña. Muchos camioneros se han llevado a sus hijos para dificultar los arrestos. Además, han retirado las ruedas o modificado los frenos para inmovilizar los camiones.

Tras la prohibición judicial de hacer sonar sus ensordecedores cláxones, aceleran los motores de sus camiones de alto tonelaje, convirtiendo el aire en irrespirable.

Los camioneros tildan al primer ministro de «dictador» y rechazan todas las medidas, desde la vacunación a la obligatoriedad de llevar máscaras, pasando por el cierre de restaurantes y el pasaporte sanitario.

En Canadá, donde las medidas sanitarias son de las más restrictivas del mundo, el movimiento de protesta ha logrado un apoyo popular que ha sorprendido a las autoridades. Según sondeos, un tercio de los canadienses apoyan los bloqueos y el 44% de las personas vacunadas muestran comprensión hacia las «causas y las frustraciones que muestran las protestas».

Frente a ello, Trudeau «estaba convencido de que el movimiento se iría desinflando por sí solo», señala Félix Mathieu, politólogo de la Universidad de la ciudad de Winnipeg.

Pero se empiezan a oír voces disonantes en el seno de su partido. Tras denunciar que las medidas canadienses están entre las más restrictivas del mundo, el diputado de Quebec Joël Lightbound se reconoce «incómodo con la gestión de la pandemia por parte del Gobierno» y pide un enfoque «más unificador» y «menos divisivo».

Por provincias

El primer ministro de la provincia de Alberta, Jason Kenney, ha anunciado que levantará algunas restricciones a partir de esta noche, como la presentación del pasaporte para entrar a locales de restauración o la obligatoriedad de llevar mascarilla en las escuelas a partir del próximo lunes. «Los beneficios ya no superan los costes», ha justificado.

A medianoche, se eliminarán los límites de capacidad para espacios de menos de 550 personas, incluidas bibliotecas y lugares de culto, así como el consumo de alimentos y bebidas en lugares donde el público esté sentado, que estará nuevamente permitido.

Otros estados se han sumado al levantamiento de restricciones, como el de Saskatchewan, en el que a partir del 14 de febrero tampoco se necesitará mostrar el pasaporte vacunal en los restaurantes.

Y como Quebec, que ha presentado un calendario de aligeramiento progresivo de las restricciones que comenzará a mediados de marzo con los aforos y que paulatinamente irá eliminando la obligatoriedad de mascarilla y el pasaporte covid.

El primer ministro de Quebec, François Legault, ha negado que las protestas hayan influido en estos anuncios. «La razón por la que nos resistimos hasta hoy fue porque había demasiado riesgo»

Por su parte, el primer ministro de la Isla del Príncipe Eduardo, Dennis King, ha anunciado un plan de tres pasos para aflojar las restricciones en varias fases. El 17 de febrero se dará el primer paso, en el que se contemplan aumentos de aforos y reuniones en interiores y exteriores, principalmente.

Más allá de las fronteras

El movimiento de protesta den Canadá está comenzando a traspasar fronteras, y no solo con los bloqueos de puentes.

Cientos de empleados municipales de Nueva York se han manifestado contra la obligatoriedad de vacunarse.

El expresidente Donald Trump, el empresario Elon Musk y políticos republicanos han aplaudido de forma pública y defendido a los organizadores de la protesta.

En Nueva Zelanda, un convoy ha bloqueado hoy las calles alrededor del Parlamento de la capital, Wellington.

Y en el Estado francés, miles de antivacunas han anunciado su intención de marchar el próximo sábado a París.