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Mila Esker promueve unas jornadas sobre «la tortura de ETA a la Ertzaintza»

Cuando la demanda social para reconocer la tortura aplicada por las FSE a miles de detenidos vascos crece, el colectivo Mila Esker ha reclamado a las instituciones unas jornadas sobre «la tortura de ETA a la Ertzaintza». De momento ya ha logrado reunirse con el delegado español, Denis Itxaso.

Los representantes del «lobby», con el delegado Itxaso. (Mila Esker)

La asocación de ertzainas Mila Esker se propone celebrar unas jornadas sobre «la tortura a la que ETA y su entorno» sometió a «miembros de los distintos cuerpos policiales» y sus familias durante décadas.

La noticia llega en un contexto de creciente demanda social para el reconocimiento y reparación de la tortura a detenidos, muy visible esta pasada semana, y también en un momento en que Lakua sigue teniendo pendiente una reflexión sobre los 336 casos de torturas por parte de la Ertzaintza recogidos en el informe oficial del equipo de Paco Etxeberria, que ya tiene cinco años.

Mila Esker es un «lobby» dentro de la Ertzaintza que ya ha retado al Departamento de Seguridad con homenajes particulares a agentes y que afirma sentirse honrado por la apertura de expedientes por ello. En este informe de la revista ‘Erria’ recogido por NAIZ se contextualiza su función.

De momento, Mila Esker ya ha conseguido ser recibida por el delegado español en la CAV, Denis Itxaso, según explica en su nota (fue el 9 de febrero, detalla). Y añade que ha emprendido contactos con otros representantes institucionales con el fin de «proponer y promover acciones que contribuyan a desactivar el olvido y activar la memoria colectiva de toda la sociedad, en aras a reconocer el sufrimiento padecido por las víctimas del terrorismo».

Destaca en la nota su interés en emplear la palabra «tortura» para definir su situación. La utiliza de modo reiterado, por ejemplo en este extracto: «Los Agentes de la autoridad, además de sufrir atentados y ser vilmente asesinados, padecimos también una tortura constante por parte de ETA y de la izquierda abertzale radical, única y exclusivamente, por nuestra condición de policías o ertzainas».

«Síndrome del Norte»

«Muchos compañeros, desbordados por la presión, optaron por materializar sus constantes y recurrentes pensamientos autolíticos, decidiendo acabar con sus propias vidas, como solución a su sufrimiento», destaca.

También subraya que «otros, debido a las secuelas padecidas terminaron, enfermando y quedando incapacitados para su trabajo, a consecuencia de lo que se denominó el "Síndrome del Norte", sufrido de manera injustificada por miles de policías, guardias civiles, ertzainas, policías locales, escoltas y funcionarios de prisiones».

«Y, por supuesto, por nuestras familias, amenazados por la banda terrorista, repudiados y aislados por una parte de la sociedad, únicamente, por vestir nuestro uniforme», añade. A su juicio, hay «una deuda pendiente» por parte de las instituciones. Y ello se afirma precisamente en un momento en que el Gobierno de Lakua acaba de emitir el polémico informe que detalla exclusivamente las vulneraciones de derechos sufridas por las FSE. El texto hace hincapié en ese repudio y aislamiento social.