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Rusia reagrupa sus tropas para tomar Kiev y ataca la segunda ciudad ucraniana, Jarkiv

Rusia está reagrupando sus fuerzas con el objetivo de tomar Kiev, a cuyos habitantes ha avisado de ataques y pedido que dejen sus casas, y otras importantes ciudades ucranianas, según señalan varias fuentes. Mientras, Moscú tiene que hacer frente a duras sanciones impuestas por numerosos estados.


Fotos tomadas por satélite muestran un convoy ruso desplegándose en decenas de kilómetros y avanzando lentamente hacia la capital ucraniana. Según el Estado Mayor ucraniano, Moscú está reagrupando sus fuerzas con el objetivo de asaltar Kiev y otras grandes ciudades mientras que las medidas de presión internacional contra Rusia se acumulan.

El convoy se extiende «desde las inmediaciones del aeropuerto Antonov (a unos 25 kilómetros del centro de Kiev) al sur, a las inmediaciones de Prybirsk al norte», ha señalado la empresa estadounidense de satélites militares Maxar.

Este aeropuerto es, desde el comienzo de la operación rusa contra Ucrania el 24 de febrero, escenario de enfrentamientos, con el Ejército de Moscú intentando tomar esta infraestructura estratégica en el asalto de la capital ucraniana.

El Estado Mayor ucraniano ha afirmado el martes que las fuerzas rusas se están reagrupando en las últimas 24 horas, reuniendo vehículos blindados y armas de artillería «para rodear y tomar el control de Kiev y otros grandes ciudades de Ucrania».

Según dos fuentes consultadas por France Presse, una diplomática y la otra de seguridad, Moscú se prepara para lanzar de manera inminente un nuevo ataque militar.

Bombardeo de la torre de televisión de Kiev

De hecho, Rusia ha advertido a los ciudadanos de Kiev de nuevos bombardeos sobre la ciudad y ha pedido que abandonen sus hogares, según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso. Inmediatamente después, ha bombardeado la torre de televisión, donde cinco personas han muerto y otras cinco han resultado heridas, según ha informado el Servicio Estatal de Emergencias ucraniano en su página de Facebook.

«Advertimos a los ciudadanos ucranianos, utilizados por los nacionalistas ucranianos para llevar a cabo provocaciones contra Rusia, así como a los residentes de Kiev que viven cerca de los nudos de retransmisión, para que abandonen sus hogares», ha añadido el Ministerio de Defensa ruso.

Desde Kiev, el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, Antón Gerashchenko, ha informado de que las fuerzas rusas han atacado la torre de televisión de Kiev. «El enemigo está atacando la capital. La torre de televisión ha sido dañada por dos misiles, según las primeras informaciones», ha informado la administración estatal de la ciudad de Kiev. La subestación que suministra electricidad a la torre, así como el hardware de la misma televisión, han sido alcanzados y dañados.

En Kiev se ha reforzado la seguridad, y como ha podido constatar Efe, han sido colocadas barreras antitanque en las principales calles, especialmente en los accesos a los edificios gubernamentales, y han llegado camiones con arena para hacer sacos terreros. Algunos los han puesto en la cuesta de acceso a la sede del Gobierno en la plaza de la Independencia.

Se han visto unidades de soldados a pie por la ciudad, aparentemente hacia el Parlamento y el gobierno para protegerlos.

Mientras, la principal columna rusa que se dirige a Kiev «ha avanzado unos cinco kilómetros» el lunes, considera un alto responsable de Defensa de EEUU, ubicándola a unos 25 kilómetros de Kiev.

«Desde un punto de vista puramente militar/táctico, Rusia tiene el personal y la potencia armamentística para tomar Kiev. No hay ninguna duda», ha dicho una fuente estadounidense del ámbito de la inteligencia citada por la CNN. «Y no importa cuánta resistencia pongan los ucranianos», precisa.

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos mantienen un «frágil» optimismo sobre la situación actual de Ucrania pero creen que la invasión del país ordenada por Putin podría recrudecerse a corto plazo.

Ciudades rodeadas

Los defensores de la capital, que está bajo el toque de queda desde el fin de semana, han levantado barricadas y han repogramado los indicativos electrónicos públicos para «advertir a los rusos que los recibiremos con balas».

Además de Kiev, los rusos tienen como objetivo la toma de otras ciudades ucranianas.

Según Igor Kolykhaiev, alcalde de Jersón, el Ejército ruso ha instalado puestos de control en todas las entradas de la ciudad. Pero asegura que «Jersón sigue siendo ucraniana y va a poder resistir».

El Servicio Estatal para Comunicaciones y Protección de la Información ha informado el martes por la mañana de que el asalto ruso a la ciudad de Jersón «ya ha comenzado».

Una situación similar se vive en Jarkiv, al nordeste, donde los disparos rusos han provocado muertos entre los civiles. El alcalde de la segunda ciudad ucraniana, Igor Terekhov, citado por medios ucranianos, ha relatado que vehículos blindados y carros de combate rusos «están cerca de la ciudad».

El gobernador de Jarkiv ha añadido el martes por la mañana que se están registrando bombardeos rusos contra la ciudad En concreto, un ataque aéreo contra un edificio administrativo, tras el que se han detallado diez muertos y 35 personas heridas, aunque aún se seguía buscando entre los escombros a la hora de redactar esta información.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha reclamado a la comunidad internacional que «considere el cierre total del cielo para los misiles, aviones y helicópteros rusos».

Parte de guerra ruso

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso ha afirmado a mediodía que fuerzas rusas y las milicias de la república popular de Donetsk, en el prorruso este ucraniano, se han hecho con el control de la costa del mar de Azov, lo que impide el acceso de las tropas ucranianas.

De acuerdo con el portavoz de Defensa, el general mayor Ígor Konashenkov, desde el inicio de la intervención en Ucrania, las fuerzas rusas han destruido 1.325 objetivos de la infraestructura militar de Ucrania.

Konashenkov asegura que los ataques no afectan instalaciones de infraestructura civil y edificios residenciales.

Entre los equipos destruidos, se encuentran 395 tanques y otros blindados, así como 59 sistemas de lanzamiento múltiple y 179 piezas de artillería, agregó.

«Lo importante para nosotros es proteger a la Federación de Rusia de la amenaza militar creada por Occidente, que intenta utilizar al pueblo ucraniano en la lucha contra nuestro país», es el resumen de la cuestión del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú.

Shoigú añade que Rusia continuará la intervención en Ucrania hasta conseguir los objetivos fijados, que sitúa en «la protección de la población del Donbás», así como «la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania».

Medidas de castigo e «impasse» en diálogo

Mientras, se suceden las medidas de castigo contra Rusia por parte de numerosos estados. Los europeos están dispuestos a incrementar el nivel de estas medidas, según ha dado a conocer París, tras una videoconferencia en la que han participado los mandatarios francés, estadounidense, británico, canadiense, alemán , italiano, japonés, polaco y rumano junto a representantes de la UE y de la OTAN.

Por su parte, Rusia ha hecho públicas sus condiciones para terminar con la guerra durante un encuentros con el presidente francés, Emmanuel Macron, presidente de turno de la UE: reconocimiento de Crimea como territorio ruso y desmiilitarización y desnazificación de Ucrania.

En este contexto, el lunes tuvo lugar en Bielorrusia un encuentro de las delegaciones rusa y ucraniana. Sus integrantes regresaron a sus capitales para recibir instrucciones, pero acordaron celebrar una segunda ronda de negociaciones.

Ordenan detener los ataques a civiles

En medio de los preparativos de la nueva ofensiva de Moscú, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha ordenado este martes al Gobierno de Rusia que detenga los ataques contra civiles y contra sus bienes en Ucrania, incluidos edificios residenciales, vehículos de emergencia, escuelas y hospitales.

Así lo ha hecho tras una solicitud del Gobierno ucraniano, que pidió el lunes al tribunal tomar medidas cautelares en virtud del artículo 39, que establece la posibilidad de tomar medidas de urgencia cuando hay un riesgo «inminente» de daño «irreparable».

De forma paralela, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha urgido a Moscú a garantizar la seguridad de las instalaciones médicas, además de su personal y ambulancias, en los territorios atacados por los efectivos rusos, según un documento difundido en Facebook por el ministro de Justicia ucraniano, Ivan Lishchyna.

Además, la corte ha pedido al Gobierno ruso que le informe «lo antes posible» de las medidas para garantizar que cumplen con el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

El Consejo de Europa suspendió la integración de Rusia dentro del organismo en represalia por la invasión de Ucrania, una decisión criticada por Moscú.

Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly, ha anunciado que Canadá solicitará formalmente a la Corte Penal Internacional que investigue la invasión rusa de Ucrania por posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

677.000 refugiados en seis días

Mientras, continúa el flujo de refugiados desde Ucrania. Al menos 677.000 personas han abandonado el país en los últimos seis días para huir del conflicto desatado tras la invasión rusa, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, que advierte de la que podría convertirse «en la mayor crisis de refugiados de este siglo en Europa».

La portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, ha confirmado que la agencia está trabajando «rápidamente» para responder a la emergencia de desplazamiento, que se hace especialmente palpable en Polonia, Hungría, Moldavia, Rumanía y Eslovaquia, todos ellos fronterizos con Ucrania.

Además, la ONU también ha apuntado que hay una «cantidad considerable» de refugiados en Rusia, en su mayoría procedentes de la región del Donbás. Según las autoridades rusas, más de 100.000 personas han cruzado la frontera por la parte este de Ucrania.

ACNUR ha instado a todos los países a mantener las fronteras abiertas para permitir la huida tanto de los ciudadanos ucranianos como de personas de otras nacionalidades que también se hayan visto sorprendidas por el conflicto. «No debe haber discriminación alguna contra determinadas personas o grupos», ha señalado la portavoz.