El jurado considera culpable al acusado del crimen de Gros
El tribunal del jurado ha considerado culpable de asesinato al acusado de matar de 41 puñaladas a un hombre en plena calle en el barrio donostiarra de Gros, el 14 de marzo de 2020.
El acusado del crimen de Gros ha sido declarado culpable por el jurado, que ha emitido su veredicto un día después de finalizar el juicio y ha establecido que el acusado cometió un delito de asesinato, mientras que ha exonerado a su novia del delito de encubrimiento.
El jurado ha establecido que el acusado cometió un delito de asesinato, mientras que ha exonerado a su novia del delito de encubrimiento al entender que actuó por temor a que el procesado atentase contra su vida o la de su familia.
La mujer, para la que se ha reconocido la eximente completa de miedo insuperable, ha abandonado la sala tras la lectura del objeto del veredicto, mientras que el procesado ha permanecido en el banquillo para escuchar las penas que las partes han solicitado para él: 25 años el fiscal y la acusación particular, y 15 la defensa, que es la condena mínima por asesinato.
El Ministerio Público ha reclamado además indemnizaciones para la madre y la hermana de la víctima de 60.000 y 50.000 euros, respectivamente, que la acusación ha elevado a 200.000 y 100.000 euros.
La madre y la hermana del fallecido habían rehusado hacer declaraciones a lo largo del proceso pero este martes, tras conocer el veredicto del jurado, la última ha manifestado a los periodistas que deseaban agradecer al equipo de investigación de la Ertzaintza la labor realizada para esclarecer el caso, «y más cuando lo tuvo que hacer en pleno confinamiento».
El tribunal popular ha dado por probado que el fallecido «no se encontraba en condiciones de defenderse», porque tenía «sus facultades disminuidas debido al alcohol» cuando fue abordado por el acusado en la plaza de Cataluña donde le asestó más de 40 puñaladas, después de un altercado verbal en un bar porque la víctima pretendió bailar con su novia.
El jurado considera que hubo alevosía y ensañamiento en la agresión, pero rechaza que el procesado estuviese afectado por consumo de sustancias estupefacientes y que padeciese algún tipo de psicopatía, lo que ha permitido a las acusaciones pedir la pena más alta por el delito de asesinato, condena que en unos días deberá fijar la jueza presidenta del tribunal.
Al no haberse admitido las eximentes de consumo de drogas y de trastorno mental, el abogado de la defensa ha recurrido al artículo 66 del Código Penal para pedir que la magistrada tenga en cuenta las «circunstancias personales» del acusado y le imponga los 15 años de pena mínima por asesinato.
El letrado defensor ha argumentado que su representado tiene «una conducta completamente inadaptada» desde la adolescencia, desde que emigró de Cuba a Estados Unidos y vivió «con una madre separada y un hombre maltratador», algo que, en su opinión, ha quedado en evidencia también durante el juicio, en el que ha mostrado un comportamiento irrespetuoso en más de una ocasión.
Ha dicho que incluso él como defensor ha sido «incapaz de entablar una mínima conversación» con el procesado. «No se trata de justificarle ni de dar pena, sino de aplicar la ley, de que se tengan en cuenta sus circunstancias personales», ha destacado este abogado.
Ha solicitado asimismo a la juez «que tenga en cuenta lo que no ha tenido en cuenta el jurado», es decir, que el día de los hechos el imputado había consumido cocaína, como así ha reconocido su novia.
«El jurado ha admitido la declaración de su novia para todos los hechos desfavorables hacia el acusado, pero no para el único favorable», ha enfatizado.