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El Gobierno escocés pide perdón a las 4.000 mujeres condenadas por brujería

El Gobierno escocés, a través de su primera ministra, pidió ayer perdón a las 4.000 personas condenadas por brujería en el país bajo la Ley de Brujería de 1563. «Reconocer la injusticia histórica es una parte vital de la construcción de un país mejor».

Nicola Sturgeon pidió perdón a las víctimas de la Ley de Brujería. (JEFF J MITCHELL | AFP)

La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, aprovechó su intervención del 8 de marzo en el Parlamento de Holyrood para emitir una disculpa póstuma formal y oficial, solicitada desde hace mucho tiempo, a los asesinados bajo la Ley de Brujería de 1563.

La premier señaló que la condena de más de 4.000 personas, en su mayoría mujeres, por ser brujas en Escocia fue «una injusticia a una escala colosal». 2.558 personas fueron ejecutadas bajo esa ley.

Actualmente hay una petición de la plataforma Witches of Scotland que exige el indulto para los condenados. Esta reclamación está haciendo camino en el Parlamento escocés, después de que el comité de Peticiones Públicas acordara llevarla adelante en setiembre del año pasado.

Hace ya dos años que la abogada Claire Mitchell y la escritora Zoe Venditozzi lanzaran la campaña Witches of Scotland en el Día Internacional de la Mujer 2020.

El grupo ha pedido que se pida perdón y se realice un memorial en recuerdo a las personas asesinadas por brujería en Escocia. En Twitter, el grupo de campaña dio la bienvenida al «primer reconocimiento formal de este terrible error judicial».

Sturgeon remarcó que el Parlamento tendrá que legislar para indultar a las 4.000 condenadas, pero mientras tanto ofreció una disculpa oficial en nombre del Ejecutivo escocés. «Las condenas fueron impulsadas, al menos en parte, por la misoginia en su sentido más literal, el odio a las mujeres», añadió.

«Después de todo, estas acusaciones y ejecuciones fueron instigadas y perpetradas por el Estado, por lo que hoy, en el Día Internacional de la Mujer, como primera ministra en nombre del Gobierno escocés, elijo reconocer esa injusticia histórica atroz y extiendo una disculpa póstuma formal a todos los acusados, condenados, vilipendiados o ejecutados en virtud de la ley de brujería de 1563».

Del mismo modo, afirmó que «ahora, algunos se preguntarán por qué esta generación debería pedir perdón por algo que sucedió hace siglos, aunque en realidad podría ser más pertinente preguntarse por qué ha tardado tanto. Reconocer la injusticia histórica es una parte vital de la construcción de un país mejor».

Sturgeon puso en perspectiva el reconocimiento. «También lo es reconocer y escribir en la historia lo que se ha borrado durante demasiado tiempo: las experiencias y los logros de las mujeres», subrayando que las acusaciones de brujería y la violencia machista no son elementos del pasado. «Hay partes de nuestro mundo donde incluso hoy en día las mujeres y las niñas enfrentan persecución y, a veces, la muerte porque han sido acusadas de brujería».

En 1563, entró en vigor en Escocia la Ley de Brujería y se mantuvo vigente hasta 1736. Durante este tiempo, la brujería fue un crimen capital y los condenados (los citados 2.558) fueron estrangulados hasta la muerte y luego quemados en la hoguera para no dejar ningún cuerpo para enterrar. Y es que el diablo podría ayudarlas a volver a la vida, por lo que había que deshacerse del cuerpo.

Se estima que durante ese periodo un total de 3.837 personas fueron acusadas de brujería en el norte de la isla. La gran mayoría de ellas, un 84% según un estudio de la Universidad de Edimburgo, eran mujeres y fueron ejecutadas durante el mandato de Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia (1567-1625).