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El candidato Macron relanza el debate de la edad de jubilación planteando atrasarla a 65 años

La delicada cuestión de las pensiones ha resurgido este jueves en la campaña presidencial francesa con la propuesta lanzada por el candidato Emmanuel Macron de retrasar la edad de jubilación a los 65 años, en pleno debate sobre el poder adquisitivo de la ciudadanía.

Gente apilada en la estación de metro de Saint-Lazare, en París, el 7 de nero de 2020, jornada de huelga en la SNCF para rechazar el plan anunciado por el Gobierno para reformar el sistema de jubilaciones. (Bertrand GUAY | AFP)

A un mes de que se celebre la primera vuelta de estas elecciones, el 10 de abril, el presidente-candidato, que en principio iba a apartarse de la campaña este jueves y el viernes para ejercer de anfitrión de la cumbre de la UE sobre la guerra de Ucrania, destila gota a gota los principales puntos de su programa, que podría presentar oficialmente la próxima semana, según indica su entorno.

Tras la propuesta de suprimir la tasa audiovisual lanzada el lunes, este jueves ha filtrado la relativa al sistema de pensiones, coincidiendo con el encuentro organizado por CFDT, uno de los sindicatos más influyentes del Estado, con los candidatos a la Presidencia francesa, varios de los cuales denunciaron inmediatamente esa medida calificándola de «injusticia social».

La cuestión de las pensiones, unida a la del poder adquisitivo, ha sido un tema especialmente sensible desde la crisis social de los ‘gilets jaunes’ (chalecos amarillos) de 2018-2019 y las grandes manifestaciones sindicales contra la reforma en otoño de 2019.

Si es reelegido, Emmanuel Macron desearía retomar la amplia reforma de las pensiones que ha dejado en el tintero de su primer mandato; primero la aplazó y después se vio obligado a abandonarla, afirmando que volvería a estar sobre la mesa una vez que la situación económica y la crisis sanitaria provocada por el covid lo permitieran.

Se trata de «una elección social», por la necesidad de «financiar la protección de los franceses e invertir para ellos» sin aumentar los impuestos y, por lo tanto, «trabajando más», ha declarado el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal.

Concretamente, Macron plantea un aplazamiento progresivo de la edad de jubilación hasta los 65 años, «una pensión mínima de 1.100 euros» para quienes tengan una carrera laboral completa y la «supresión de los principales regímenes especiales».

Actualmente, aunque hay diferencias entre los distintos regímenes, se toma como referencia de la edad mínima los 62 años para las personas nacidas a partir del 1 de enero de 1955. Para percibir una pensión completa a esa edad se debe acreditar un número determinado de trimestres de cotización.

El aplazamiento de la edad legal de salida del mundo laboral se haría «en diez años, es decir, cuatro meses más por año», para llegar a los 65 años «en 2032», ha precisado a Franceinfo Richard Ferrand, presidente de la Asamblea Nacional francesa, que ha acudido a presentar el proyecto de reforma al acto de la CFDT en nombre de Macron.

Apoyo en la derecha, rechazo en la izquierda

El presidente saliente no es el único en querer retrasar la edad de jubilación. La candidata de la conservadora LR, Valérie Pécresse, también aboga por los 65 años y desde la extrema derecha Eric Zemmour quiere elevarla a los 64. En competencia directa con Zemmour, Marine Le Pen ha retomado el límite de los 60 años, aunque ahora lo reserva para quienes se incorporaron muy jóvenes a la vida laboral.

«Desacuerdo absoluto», ha sido la reacción del ‘insumiso’ Jean-Luc Mélenchon en los micrófonos de RMC, quien se ha mostrado a favor de «la jubilación a los 60», resaltando que, para él, «la sociedad y la economía están al servicio de la persona, no al revés».

En France Inter, la candidata del Partido Socialista, Anne Hidalgo, que defiende el límite de los 62 años, ha denunciado la «hipocresía fundamental» de la propuesta de Macron, subrayando que «la tasa de empleo de los mayores es una de las más bajas de Europa». «Es fácil para nosotros que no tenemos trabajos penosos, que estamos bastante bien pagados, decir que trabajar más tiempo es agradable», ha dicho con tono irónico.

«Lo encuentro tremendamente injusto», ha comentado, por su parte, el ecologista Yannick Jadot a Europe 1, comprometiéndose a impulsar una reforma que ponga la «dificultad» del trabajo en «el centro del sistema de pensiones».

Ian Brossat, portavoz del candidato comunista Fabien Roussel también ha criticado, en Sud Radio, «una propuesta antisocial y cruel para las personas que ejercen trabajos difíciles».