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Acuerdo para el fin de la concertación universal y el euskara como eje para lograr el B2

PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU han cerrado este viernes un acuerdo en torno a las bases sobre la futura ley educativa de la CAV, que prima la escuela pública, pone fin a la concertación universal y pone el euskara como eje para lograr el B2.

Reunión de la ponencia sobre la reforma educativa en la CAV. (NAIZ)

Ha sido hoy un día largo e intenso. La noche del jueves se cerró un acuerdo para el pacto educativo entre las cuatro principales fuerzas del Parlamento, pero después se descolgó el PSE, según confirman distintas fuentes. Así que lo que debía ser un viernes para cerrar los últimos flecos restantes, ha acabado en una jornada maratoniana con constantes reuniones entre los partidos, con la participación del equipo directivo del Departamento de Educación, e incluso el consejero, Jokin Bildarratz, pasó por la Cámara, a su vuelta de una visita a Madrid.

La previsión era que la Ponencia de Educación se reuniera al mediodía, al final del pleno de control al Gobierno. Tras una mañana de negociaciones, ha llegado la hora la Ponencia que se ha juntado únicamente para confirmar que no había todavía ningún acuerdo y darse un nuevo plazo hasta las 16.30 horas. Luego la convocatoria se ha retrasado a las 17.00... a las 18.00... y no se ha producido hasta prácticamente las 19.00...

El acuerdo final es todavía un texto enrevesado, al que los servicios jurídicos de la Cámara deberán dar forma para convertirlo en un documento de bases que pueda ser aprobado por la Comisión de Educación primero y el Pleno del Parlamento después. Todas las enmiendas presentadas por PNV y PSE han acabado siendo transaccionadas con EH Bildu, y el resto de alegaciones presentadas por la formación independentista han sido admitidas por los grupos del Gobierno. Además, también hay un plan de ejecución de las bases programáticas, que fue acordado por EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU y que resultó apoyado por las cuatro fuerzas.

Finalmente, PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU se han mostrado satisfechos del acuerdo logrado, aunque se veía que unos parecían más contentos que otros, y hay que decir que la comisión negociadora de EH Bildu, compuesta por Maddalen Iriarte, Ikoitz Arrese y Peio Otxandiano, ha comparecido ante los medios con evidentes gestos de satisfacción y ofreciendo detalles del acuerdo que otros grupos no han dado.

Euskara como eje

Según fuentes contrastadas, el mayor problema en las negociaciones, tras el acuerdo alcanzado ya el jueves a la noche, ha sido el desmarque del PSE en relación al consenso alcanzado sobre la cuestión lingüística. Ya cuando los dos socios del Gobierno presentaron sus alegaciones comunes se comprobó que a la hora de ofrecer explicaciones no había sintonía entre PNV y PSE.

Finalmente el acuerdo alcanzado recoge que «la educación vasca se estructurará como un sistema plurilingüe cuyo eje es el euskara, y se articula a través de dos lenguas oficiales y, al menos, una lengua extranjera, con arreglo a un patrón fundamental, para garantizar la cohesión social y la capacidad de comunicación de la ciudadanía en ambas lenguas oficiales».

A esto se le añade que «en cuanto a los niveles de competencia a adquirir por el alumnado» y «en la medida en que se proponga un sistema multilingüe centrado en el euskara, se establecerán como meta, al menos los siguientes niveles de competencia: al finalizar la Educación Primaria B1 del Marco Común Europeo de Referencia en las dos lenguas oficiales y al finalizar la ESO, B2, como es habitual en los países europeos; en lengua extranjera, el nivel A2 y B1 respectivamente».

En cualquier caso, se recoge también que se han constatado las diferencias entre centros al alcanzar las necesarias competencias lingüísticas, por lo que se analizarán las razones que lo motivan y poder corregirlo. Por lo que a la hora de «definir planes, plazos y recursos, habrá que tener en cuenta que los centros educativos parten de muy diferentes puntos de partida y las situaciones sociolingüísticas de cada lugar».

Plan en favor de la pública

El acuerdo alcanzado recoge la aprobación de un plan estratégico en favor de la escuela pública que promueva un conjunto de actuaciones para la mejora de su calidad, como la consolidación de las plantillas actuales, la creación de nuevas figuras educativas, la estabilidad del profesorado, la renovación y mejora de sus infraestructuras.

Asimismo, se promoverá la ampliación de su perímetro mediante la creación de centros públicos en nuevas zonas urbanas y la ampliación de las plazas públicas para que toda familia que lo desee pueda acceder a ella, sin verse redirigida a una concertada.

Por otra parte, hay un compromiso para desarrollar la normativa que permita la publificación de centros que respondan a las necesidades de planificación de la Administración educativa.

Laicidad y no segregación

Según el acuerdo alcanzado, los centros docentes que quieran obtener financiación pública tendrán que cumplir una serie de requisitos y la Administración educativa determinará los mecanismos de control necesario para asegurar el cumplimiento de estas condiciones y compromisos. Todos ellos serán auditados en el marco del Plan de Auditoría del Gobierno Vasco.

Entre las condiciones para recibir estos fondos públicos se encuentra el compromiso contra la segregación y con la inclusión, la equidad y la igualdad de oportunidades.

Además, en los centros educativos no se permitirá la segregación sexual, y también habrán de comprometerse con la garantía de la libertad sexual y de género. De acuerdo a esta prescripción, lo centros que actualmente son solo para niños o solo para niñas, dejarán de recibir fondos públicos como viene ocurriendo todavía.

También habrán de comprometerse con la laicidad, de forma que los mínimos establecidos por la Ley Orgánica del Estado en esta materia, será en la CAV el máximo que los centros vascos podrán ofrecer a la asignatura de religión y garantizarán que no haya adoctrinamiento.

En cuanto a la contratación de personal en los centros concertados, se recoge en el acuerdo que se desarrollaran procesos transparentes y democráticos y que la Administración educativa establecerá garantías para ello.

También se deja constancia de que los centros educativos no deben tener ánimo de lucro.

Apoyo de 68 de los 75 escaños

Este pacto educativo, que tanto ha costado cerrar, contará finalmente con el apoyo de 68 de los 75 escaños del Parlamento, lo que supone el respaldo de cerca del 91% de la Cámara. Se han quedado fuera PP+Cs, que al menos ha mantenido una participación formal en las reuniones oficiales, y Vox, cuya representante ni siquiera estuvo en la cita de la Ponencia de la tarde de ayer.

La portavoz del PNV en la materia, Leixuri Arrizabalaga, calificó de «histórico el acuerdo» y añadió que «entregaremos al Departamento unas bases muy sólidas para alumbrar una Ley Vasca de Educación que perdure y dé estabilidad a todo el sistema».

Por parte de EH Bildu, Maddalen Iriarte, Ikoitz Arrese y Peio Otxandiano se mostraron muy satisfechos de haber alcanzado «un acuerdo de país», con una metodología que ha contado con importantes aportaciones de agentes y expertos del mundo educativo, y que entienden que tiene que ser un precedente para próximos proyectos.

Consideran que han conseguido buena parte de los objetivos que se habían fijado al inicio del proceso en diferentes apartados.

También el PSE se ha mostrado satisfecho, aunque ha insistido en la interpretación de que todos los grupos apuestan por «tres lenguas vehiculares», lo que no ha sido corroborado por otros de los firmantes.

Elkarrekin Podemos-IU ha hablado de «acuerdo de país» y ha asegurado que habían conseguido mover las posiciones iniciales del Gobierno. Miren Gorrotxategi e Iñigo Martínez Zatón han señalado que no era el acuerdo perfecto pero se han mostrado satisfechos en materia de escuela pública y no segregación.