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La Nafarroa despoblada se alía con las demandas de España Vaciada

La organización Bizirik Gaude está coaligada con la organización que conforman Teruel Existe y Soria Ya aunque por ahora desiste de participar electoralmente. Exigen mejoras para las comarcas pirineicas que padecen la despoblación y esperan a dar el salto mientras apuestan al diálogo.

La localidad salacenca de Otsagabia. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

La plataforma España Vaciada se ha convertido en un partido. Es en realidad una coalición de organizaciones sociales que luchan, algunas de ellas hace muchos años, contra la despoblación y que a mediados de 2021 decidieron apostar por la herramienta política pare repetir el fenómeno de Teruel Existe en la veintena de circunscripciones con menor densidad demográfica del Estado. Este fenómeno también tiene un germen en Nafarroa.

Como ocurre con Soria Ya, que acaba de arrasar con la mitad de los votos de esa provincia en las autonómicas de febrero pasado, la organización Bizirik Gaude (‘Estamos vivos’ en euskara) lleva muchos años de trabajo territorial en el Pirineo navarro. Nació en 2008 a partir de una revista comarcal llamada ‘Mendixut’, que puso en contacto a activistas de la zona.

«Bizirik Gaude es una asociación sin ánimo de lucro que busca luchar contra la despoblación en el Pirineo oriental navarro, diciendo que aquí estamos vivos y que o se hace algo o sino nos vamos a quedar en el vacío. Exigimos que se hagan leyes no sólo para las ciudades sino también para las zonas despobladas con dificultades y que haya mejores servicios», dice a NAIZ uno de sus portavoces, Jezabel Juan Oroz.

Este cartero de Correos que trabaja repartiendo en los pueblos del valle de Zaraitzu explica que los miembros de la organización (aún no partido político en términos legales) decidieron en 2019 acercarse a España Vaciada y fue uno de los convocantes de la masiva manifestación que tuvo lugar en Madrid. «Compartimos los mismos objetivos. Sentimos la revuelta de la España Vaciada y nos pareció interesante, que las zonas despobladas den un paso adelante es muy bueno. La intención de crear una herramienta política para ir a donde se deciden cosas, como el Congreso, es un adelanto para que se tengan en cuenta estas zonas tan especiales», señala.

A las elecciones, por ahora no   

Cuando se le pregunta si Bizirik Gaude participará de las próximas autonómicas como partido político, responde que por ahora no: «Entre nosotros hay un montón de ideologías y lo que prima es el deseo por el desarrollo del medio rural. Últimamente en el Parlamento y Gobierno navarros han cambiado un poco la mirada, han venido a una reunión con nosotros representantes que se hizo en la localidad de Ustés, por ejemplo. Si no se nos hace caso y no se favorece lo que pedimos, quizás se consideraría pero en principio no participaríamos de elecciones porque empezamos a ver algo de respuesta de los grupos parlamentarios, queremos esperar. Esto es un proceso largo».

Oroz destaca la relevancia de la Asamblea del Pirineo, constituida por alcaldes y concejales de todos los partidos, y de la Mesa del Pirineo, que es la encargada de la interlocución con el gobierno navarro. Además también resalta que el Ejecutivo de Chivite ha creado un grupo de expertos que estudien qué leyes se pueden cambiar para adaptarlas a las regiones del Pirineo, aunque critica que recientemente se hayan dado un año más de plazo cuando en otras comunidades autónomas los progresos legislativos están más avanzados.

Los aliados de España Vaciada en Nafarroa trabajan en las zonas de los valles de Zaraitzu, Erronkari y Aezkoa, zonas en que la densidad de población es de 3,8 habitantes por kilómetro cuadrado. También comienza a haber activistas que buscan contribuir a este espacio político en el valle de Ameskoa, en Lizarraldea.   

Falta de vivienda

El problema es acuciante también en la vecina Zuberoa, en donde «todos los jóvenes terminan yéndose a París o ciudades lejos», recuerda Oroz, quien dice que la asociación trabaja para lograr cambios en tres temas básicos, uno de ellos crear vivienda pública de alquiler. «A veces nos llaman personas después de leer entrevistas que nos hacen, que están interesadas en venir a vivir aquí, pero no tenemos viviendas para los jóvenes que quieren emanciparse y venir aquí. Hay casas deshabitadas, queremos que el Parlamento navarro favorezca que las casas que no son usadas se puedan habitar. Conocemos un valenciano que vino hasta aquí y debió vivir en una camioneta por semanas».

Otra de las exigencias es que haya puestos de trabajos en la zona y apuesta por sectores más allá de la hostelería, como el de la madera, «que se puede hacer de forma sostenible y darle un rendimiento mayor a la extracción, que se trabaje en la zona, con venta de muebles particulares, laminados», y también recalca el drama de la «falta de relevo generacional» para el sector de la ganadería. «Hay falta de perspectiva de futuro en estas zonas, entonces la gente no se queda. Sucedió hace un tiempo con los que cultivaron patatas, se fueron. Los jóvenes se van a Iruña a empresas grandes», recuerda.

El tercero de los puntos que reclaman tiene que ver con la inversión en servicios. «Sanidad no invierte aquí porque vive poca gente y por ejemplo la fibra óptica recién ahora se está empezando a hacer un extendido», añade.   

Por ahora, Bizirik Gaude considera «sensato» esperar a ver cómo progresan los avances a nivel institucional. El tiempo, y el cumplimiento de las promesas, dirá si pasan del activismo territorial a la batalla electoral.