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Contra viento y marea en defensa de la Atención Primaria

Una marcha entre el ambulatorio de Gros y el Boulevard ha llevado a la calle este viernes las reivindicaciones del personal de Osakidetza, en una nueva jornada de huelga de la Atención Primaria. La escasez de la plantilla sigue siendo la reivindicación principal.

La marcha se ha detenido unos minutos ante el ambulatorio de la Parte Vieja. (NAIZ)

Soplaba el viento con fuerza junto a la playa de Zurriola. Paseantes locales y turistas sacaban fotos a las altas olas mientras que cerca, a unos pocos metros y sobre el asfalto, trabajadoras y trabajadores de Osakidetza peleaban para mantener en buen orden la pancarta y las banderolas.

«Nik bai sinisten dut osasun publikoan. Por unas condiciones laborales dignas», rezaban los lemas escritos sobre el plástico. Nueva jornada de huelga en Atención Primaria. Lo explicaba junto al ambulatorio de Gros, antes de comenzar la marcha, la enfermera Maitena Larrañaga, del sindicato Satse.

«Se necesitan más manos de enfermeras. El gran peso de la pandemia ha caído sobre enfermería, hemos estado en los centros de vacunación, hemos estado haciendo PCRs, gestionando la apertura de nuevas unidades, y hemos tenido que dejar de lado funciones súper importantes como la prevención de las enfermedades, la promoción de la salud, la atención a enfermos crónicos… La Atención Primaria es la puerta principal del sistema sanitario, necesitamos más manos para poder dar a la ciudadanía esos cuidados tan merecidos y tan importantes, con unas condiciones dignas, no con estas cargas de trabajo».

Entre gritos de «Murrizketarik ez» y «Lo público no se vende, lo público se defiende», la marcha enfilaba el camino hacia el Boulevard, en una protesta respaldada por SATSE, ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK. Sonaban consignas de «Consejera, dimisión», un mensaje para Gotzone Sagardui.

«Están desmantelando la Atención Primaria y no hay ningún tipo de negociación por parte de Osakidetza, que no cumple los acuerdos que tiene con los trabajadores», alertaba Eneko Pascual, celador y representante de LAB. La denuncia de la falta de personal es una constante. Y a ello se suma que «durante al menos los próximos cinco años se van a jubilar unas 1.500 personas por año. Las ofertas de empleo son completamente ineficaces», ha advertido.

La manifestación cruzaba el Urumea y se desviaba entre las callejuelas de Alde Zaharra para detenerse ante el ambulatorio de la calle Esterlines. «Estamos hartas. Kokoteraino gaude», se leía en unas pegatinas. De ahí al kiosko del Boulevard, manifiesto final y aplausos. Más plantilla, mejores medios, medidas de conciliación, formación continua… las reivindicaciones están sobre la mesa. «Nos vamos, pero volveremos», avisaban con el megáfono.