Cargas israelíes y lanzamiento de gas lacrimógeno desde drones en la Explanada de las Mezquitas
Las cargas israelíes que el pasado viernes dejaron más de 150 heridos en la Explanada de las Mezquitas de Jesusalén se han vuelto a repetir. La Policía ha lanzado gases lacrimógenos desde drones contra los congregados, hiriendo a decenas de personas.
Decenas de personas han resultado heridas en nuevos disturbios esta mañana de viernes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, cuando cientos de palestinos se han enfrentado a la entrada de la policía israelí, un día después de que Hamás instara a «movilizarse» en el rezo del viernes en el lugar sagrado.
Según la policía israelí, cientos de personas se han concentrado dentro de las mezquitas desde el rezo de las 4.00 (2.00 GMT), arrojando piedras y fuegos artificiales a los oficiales. Las fuerzas de seguridad, por su parte, han empleado drones para lanzar gases lacrimógenos contra los congregados, como se puede ver en los vídeos difundidos a través de redes sociales.
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— Journalist_cuneyt (@Journalistcnyt) April 22, 2022
La Media Luna Roja indica que 31 palestinos -de los que 14 fueron trasladados al hospital- han resultado heridos en las cargas policiales, que según un portavoz de la policía, a pesar del lanzamiento de piedras, no se llevaron a cabo hasta que finalizó el rezo, después del cual los enfrentamientos se intensificaron y se movieron al Muro de los Lamentos, donde se estaban realizando las oraciones judías.
Este tipo de enfrentamientos entre palestinos y policía israelí se han repetido casi a diario desde el pasado viernes, cuando hubo más de 150 heridos palestinos y 3 agentes; además de unos 400 detenidos, en una semana en la que han coincidido las celebraciones de Ramadán musulmán y el Pesaj o Pascua judía, las dos religiones para las que ese recinto es sagrado.
Según el status quo impuesto por los ocupantes, en vigor desde 1967, Jordania custodia la Explanada de las Mezquitas, donde el culto está reservado solo a los musulmanes, mientras que los judíos pueden entrar como visitantes y rezar en el cercano Muro de las Lamentaciones.
Sin embargo, cada vez más colonos judíos se cuelan para rezar en el área donde se cree que se ubicó el Segundo Templo, algo visto como una provocación por el mundo árabe y los palestinos, para los que Al Aqsa es parte de su identidad nacional, y especialmente durante el mes sagrado del Ramadán.
Las visitas de judíos y las cargas policiales han provocado la condena del mundo árabe y de las milicias de Gaza, que han advertido de que es una línea roja y han lanzado cohetes desde la Franja a suelo israelí durante dos noches consecutivas, a lo que Israel ha respondido con bombardeos sobre objetivos militares de Hamás, un intercambio de fuego que de momento no ha causado víctimas.
Hamas: «Es solo el inicio»
El líder de Hamás, Ismael Haniye, desde su exilio en Qatar, indicó que «esto es solo el inicio de la batalla» y amenazó con acciones más contundentes si continúaban los disturbios en Al Aqsa.
El actual repunte de tensión comenzó hace un mes con una serie de ataques en territorio israelí, que dejaron un saldo de 14 víctimas y fueron seguidos por extensas redadas del Ejército en Cisjordania ocupada, donde desde entonces ya ha muerto más de una veintena de palestinos; antes de que la violencia llegara a Jerusalén hace una semana.
El Ejército israelí cerró la noche del jueves los cruces a Israel desde Cisjordania y Gaza como motivo del final del Pesaj, hasta el sábado, para evitar que se aprovechen las fiestas para realizar ataques, algo que es una práctica estándar cada año en estas fechas.
Escalada de violencia por parte de Israel
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha mostrado «gran preocupación» por la escalada de la violencia en este conflicto.
«La intensificación de las operaciones militares de Israel en Cisjordania, en particular en la ciudad de Yenín, y el uso de armas de fuego por parte de militantes palestinos provocan que los habitantes de Palestina corran un alto riesgo», ha dicho la portavoz Ravina Shamdasani.
La fuente oficial ha expresado su preocupación por el uso «generalizado, innecesario e indiscriminado» de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad israelíes. «Mujeres, niños y al menos un periodista fueron golpeados con porras y disparados con balas de punta de goma a corta distancia, a pesar de que no parecían presentar ninguna amenazada contra las fuerzas israelíes», lamentó la portavoz haciendo referencia al ataque de Al Aqsa.
La portavoz ha explicado que estos acontecimientos se producen tras semanas de violencia en las que se han registrado los ataques más graves en Israel de los últimos años. «Todo uso de la fuerza causante de muertes o lesiones debe ser investigado con prontitud, imparcialidad, independencia y transparencia, y los responsables de cualquier violación deben rendir cuentas», ha aseverado.