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Dios me lo dio, Dios me lo quitó

Estado francés. 2021. 87’ Dir.: Laurent Cantet. Guion: Laurent Cantet, Fanny Burdino y Samuel Doux. Prod.: Marie-Ange Luciani. Int.: Rabah Nait Oufella, Biel Chegrani, Antoine Reinartz, Zineb Triki, Leila Fournier, Anaël Snoek, Sofian Khammes.

El rapero de origen argelino Rabah Nait Oufella es el actor principal. (NAIZ)

Hoy en día la gran divinidad que gobierna el mundo es Internet, por eso son las redes sociales las que otorgan o retiran los dones terrenales. En su octavo largometraje el cineasta de lo social Laurent Cantet se ha basado en un personaje real, en el del influencer Mehdi Meklat, un hijo de inmigrantes que de la noche a la mañana lo ganó y lo perdió todo en Twitter. Este bloguero con millones de seguidores cayó en desgracia en el año 2017, cuando fueron sacados a la luz tuits colgados cinco años bajo el nick de Marcelin Deschamps con contenidos que incurrían en el delito de odio. En la ficción le ha cambiado el nombre por el de Karim D., mientras que el nick juvenil de la discordia es el que da título a la película.

Para el papel Cantet ha escogido al rapero de origen argelino Rabah Nait Oufella, al que ya conocía por haberle dirigido en su etapa adolescente. No obstante, el crédito como actor se lo debe a la ópera prima de la cineasta de moda Julia Ducornau ‘Crudo’ (2016). Interpreta a un joven escritor de familia magrebí que triunfa en el mercado francófono con una novela autobiográfica titulada ‘Débarquement’, y en la que relata la odisea de su madre inmigrante para llegar desde Argelia a París.

Justo en el momento en que experimenta la fama mediática, cuando es reclamado por los medios para presentar su libro y debatir sobre él, salen a la luz los tuits juveniles con ataques homófobos, xenófobos, y un sinfín de provocaciones a las minorías o personas con defectos físicos. De nada le sirve alegar que eran cosas del pasado, y que lo hacía para ganar seguidores aprovechando que el odio vende. El antiguo error le pasa factura, y es expulsado del paraíso de las fiestas y recepciones lujosas, lo que le recuerda que procede del banlieue, y que allí siguen sus amistades y sus familiares, un lugar de ida y vuelta en su ascensión y caída.