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Bolaños vuelve a dejar sin responder en el Senado si el Gobierno conocía el espionaje

Las iniciativas parlamentarias sobre el escándalo Pegasus se suceden pero sin aportar novedades por el mutismo del Gobierno. El ministro Bolaños se ha enfrentado este martes en el Senado a preguntas de JxCat y Cs, sin despejar ninguna de las incógnitas abiertas.

El ministro Félix Bolaños, interpelado hoy en el Senado y el miércoles en el Congreso. (Moncloa)

Horas después de la destitución de la directora del CNI, Paz Esteban, con la que se intenta cerrar el escándalo Pegasus, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha sido interpelado de nuevo sobre el caso en el Senado, y también lo será este miércoles en el Congreso. Ahí ha reiterado que el Ejecutivo está implicado en «esclarecer los hechos» pero ha vuelto a dejar sin resolver la incógnita de quién ordenó o conocía los pinchazos a líderes independentistas.

El senador de Junts Josep Lluís Cleríes ha puesto sobre la mesa las contradicciones del Gobierno Sánchez, puesto que «hace pocas semanas ustedes no sabían qué era Pegasus, pero ahora sabemos que nos han espiado. ¿Cómo dicen que no se han enterado? Ahora tenemos conocimiento de que el CNI despacha también con el Rey. ¿Puede ser que no lo conocieran en la Moncloa pero sí en la Zarzuela?», ha preguntado.

Bolaños no ha contestado a ninguna de estas preguntas y se ha refugiado en el mismo discurso de la ministra de Defensa, Margarita Robles, por la mañana: «Hemos abordado este caso con la conciencia tranquila, tratando de esclarecer los hechos, por eso adoptamos cuatro vías diferentes (investigación en el CNI, comparecencia de Paz Esteban, «total predisposición a colaborar con la Justicia» y colaboración con el Defensor del Pueblo). Es una política útil que pretende esclarecer los hechos, restablecer la confianza y mostrar que las instituciones funcionan con todas las garantías y con arreglo a la ley».

«Déjense de historias, en una democracia plena ya sabríamos a quién se ha espiado, quién lo ha ordenado, quién tiene toda la información y qué coste tuvo –le ha replicado Cleríes–. Habría desclasificación de documentos, comisión de investigación y asunción de responsabilidades. Y además se darían garantías de que se ha puesto fin al espionaje al independentismo catalán, que ya saben que es democrático y pacífico».

«Permítame que yo le exija también respeto a la democracia española. Mire, a ustedes en Junts no se les ve cómodos en la convivencia, en la resolución de problemas, en buscar al diferente para entendernos», ha zanjado este punto el ministro Bolaños.

Cs: Bolaños versus Robles

Acto seguido ha sido Miguel Sánchez López, senador de Ciudadanos, quien ha reclamado explicaciones al mismo ministro, pero en este caso sobre el modo de intentar cubrir este caso de espionaje. Le ha reprochado que «han modificado el reglamento del Congreso para poner a ERC, Bildu y Puigdemont en la comisión de secretos oficiales. Parafraseando a Gila, podríamos decir aquello de ‘¿es el enemigo? Que se ponga’».

Sánchez ha dibujado una dicotomía en la cual «Pedro Sánchez o cree a Bolaños o cree a Robles. Yo lo tengo meridinamente claro: preferiría a quien se había puesto al lado de la Constitución, del buen nombre de España y de los servidores públicos; me habría puesto al lado de la señora Robles, que representa un PSOE reconocible en el que se puede confiar. Pero ahora es la señora Robles la que debe elegir entre su dignidad y el sillón», ha añadido tras la destitución de Paz Esteban.

Bolaños se ha tomado a broma el tono y también el contenido: «He seguido el hilo de su pregunta con alguna dificultad, no creo ser capaz de saber qué pretendía con ella; es un poco ridículo venir aquí a decir quién es más y mejor socialista». Y ha vuelto a poner énfasis en que el Gobierno busca ahora dos cosas: «reforzar las capacidades del CNI» (en lo que sitúa el relevo en la cúpula) y «mejorar los protocolos de seguridad».