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La pifia en Andalucía eleva la tensión entre Yolanda Díaz y la cúpula de Podemos

Los problemas en la inscripción de la plataforma Por Andalucía dejaron fuera a la formación morada y suman un nuevo capítulo en la tensión entre las diferentes familias a la izquierda del PSOE. Los ‘pablistas’ y el propio Iglesias, enconados con una vicepresidenta que mira a otro lado.

Yolanda Díaz, en su reciente visita a la feria de Sevilla. (Eduardo BRIONES | AFP)

Desde fines del año pasado, las diferencias entre los principales dirigentes de Podemos y la vicepresidenta Yolanda Díaz vienen ‘in crescendo’. Más allá de algunas pocas cuestiones programáticas, como la poca ambición en la reforma laboral, la cuestión central es el proceso de construcción de una nueva marca electoral que trascienda a los morados y sirva de plataforma para el proyecto de la exsindicalista gallega.

Pero lo acontecido en Andalucía ha provocado una nueva eclosión que ya empieza a preocupar a algunos líderes morados. Con motivo de las autonómicas del 19 de junio se conformó el primer frente amplio de la era Díaz, llamado Por Andalucía y tejido entre seis fuerzas, entre ellas las principales Podemos, Izquierda Unida y Más País. Pero la negociación fue llevada hasta el extremo del viernes pasado a la medianoche y las prisas provocaron que los morados no llegaran a presentar la firma en tiempo y forma.

La Junta Electoral de Andalucía rechazó esta semana el escrito de subsanación presentado por Podemos y ahora la última palabra la tendrá la Junta Electoral Central. Esto ha disparado también las disputas entre los morados con IU y los errejonistas, no sólo por las esquirlas que han quedado de una negociación que llegó entre formaciones aliadas a nivel estatal a un extremo inentendible, sino por las subvenciones partidarias y su reparto. Al quedar Podemos fuera jurídicamente, ahora deberán acordar en forma privada la distribución de fondos.
    
En territorio andaluz es donde IU se siente en mejor correlación de fuerzas para negociar con su socio de gobierno, porque allí es donde tiene la mayoría de sus afiliados. De hecho, salió ganando: Podemos renunció a su candidato, Juan Antonio Delgado, a cambio de encabezar las papeletas en seis de las ocho provincias, y por eso la candidata a presidenta del espacio es la exdirigente de CCOO Inma Nieto. Cabe aclarar que por segunda vez que el ministro Alberto Garzón (líder de IU y diputado por Málaga) rechazó ser candidato a presidente autonómico, como lo hizo también hace 14 meses para Madrid.

La voz de Pablo Iglesias

La vicepresidenta del Gobierno central fue quien propuso que sea Nieto la candidata y apoyó el acuerdo, jugando en el tablero a favor de IU. Esto fue como volcar sal en la herida de una dirigencia en Podemos que viene acumulando un sabor amargo con Díaz y su estrategia de construcción individual.

Iglesias ha dicho que esta suerte de frenteamplismo de Díaz, a la que eligió como sucesora, «empieza de la peor manera posible»

Pablo Iglesias, quien escogió como sucesora a Díaz, suele decir lo que las ministras Irene Montero y Ione Belarra no pueden debido a su rol institucional. Tras conocerse el patinazo jurídico de la plataforma de izquierdas en Andalucía, el exvicepresidente dijo en su columna radial en la SER que esta suerte de frenteamplismo de Díaz «empezó de la peor manera posible».

«Podemos dar por muerto su proyecto si se repite lo de Andalucía. Esto no puede volver a pasar», ha opinado, y lamentó que la candidatura no se dirimiese en unas primarias. Iglesias, despojado de todo cargo político e institucional pero aún siendo una voz escuchada en las bases de la izquierda española, ha representado lo que muchos altos cargos de Podemos opinan en voz baja.

Un secretario general de uno de los Podemos autonómicos más importantes explicó fuera de micrófono a NAIZ que «hay cierta disconformidad con la forma de construcción» de Díaz porque «no hay diálogo y está muy por su cuenta. No se objeta a Yolanda ni su trabajo como ministra, pero sí la manera en la que está preparando su plataforma. Incluso se entiende lo que quiere mostrar (su desmarque de la marca Podemos, más desgastada) y el acercamiento con otras formaciones, pero debería respetar más a quienes han construido antes para que ella esté donde está».

«Hay que cuidarse más entre todos»

El mismo alto cargo subraya que la idea en la formación morada es seguir «apostando a un frente amplio con todos», pero que «hay que cuidar más los espacios y no dejar heridas». También comenta que dentro de Podemos hay un sector que cree que Iglesias debe moderar las críticas a Díaz. «Hay que cuidarse más entre todos», insiste.
    
Uno de los miembros del equipo más cercano a la vicepresidenta, que trabaja en su área de comunicación política y discurso, admitía a NAIZ que los movimientos de Díaz eran estratégicos y que el objetivo es mostrarla como una dirigente moderada, menos disruptiva y que trasciende a Podemos. Con la mira puesta en las generales, claro.

No hay indicios de bajada de tensión y los resultados del 19J podrían empeorarlo todo

El foco de Díaz está puesto en hablar de una «discusión ciudadana» y un «proceso de escucha» que exceda a los partidos, aunque Montero y Belarra suelen recordarle en declaraciones públicas, sin nombrarla, que la herramienta en este sistema para llegar al gobierno son los partidos.

Por el momento no hay indicios que la tensión vaya a bajar y los resultados del 19J andaluz, con un holgado triunfo de las derechas, no presagian que vayan a facilitar las cosas.