Xabi Alonso se marcha satisfecho y dejando la puerta abierta
«Ojalá los caminos se vuelvan a cruzar» asegura el técnico, contento por todo lo que ha aprendido en su etapa al frente del Sanse y con su futuro aún por decidir. Los donostiarras despiden la Liga mañana frente al Zaragoza en Anoeta.
Xabi Alonso vivirá mañana su último partido al frente del Sanse. Pondrá fin a una etapa de tres años que concluye satisfecho por haber cumplido todos sus objetivos salvo el de la permanencia y por haberle permitido convertirse en un técnico mucho más experimentado que cuando llegó. También con el deseo de que su camino y el de la Real vuelvan a cruzarse. «Ojalá pueda suceder», asegura.
Ha reconocido que tomar la decisión de marcharse «no es nada sencillo» porque supone acabar con la «suerte y el privilegio» de haber trabajado en su club, que le ha «ayudado a crecer mucho como entrenador». Pero se marcha con la sensación de haber cumplido con «la ilusión, las expectativas y la ambición» de «aprender y aportar» con las que llegó hace tres años.
Lógicamente, preferiría marcharse con el Sanse en Segunda pero recordaba que «teníamos tres objetivos. El primero, seguir siendo Sanse a pesar de la categoría. Eso significa seguir siendo soporte del primer equipo, poder ayudarles cuando tienen necesidades y yo creo que lo hemos cumplido. El segundo, seguir desarrollando la “plataforma Sanse” para que los jugadores estén mejor preprados para cuando Imanol los necesite y creo que ahí también hemos ayudado. Y el último objetivo, que era mantener la categoría, no lo hemos conseguido. Hemos competido, hemos peleado, lo hemos intentado hasta el último momento y ahí sí nos han faltado cosas» aunque «el proceso de haber fallado nos ayuda a mejorar a los técnicos a ser mejores y nos ayuda mucho también al club porque la Segunda está más cerca de la Primera y hemos visto las necesidades que tenemos de los jugadores, las carencias que puedan tener, y tenemos que empujar más en eso en todo el proceso de Zubieta. Por eso a pesar de la desilusión, creo que a valoración del año tiene que ser positiva».
Más aún en su caso si se extiende a toda su etapa al frente del segundo equipo txuriurdin, que cierra con «muy buen sabor de boca». «He crecido mucho, he aprendido mucho, creo que entre todos hemos aportado poder seguir desarrollando lo que tenemos, lo que queremos de Zubieta y lo que queremos del club. A eso quería venir, a aportar al club y a hacer cosas bienas y creo que de alguna manera lo hemos conseguido».
Más allá de «no haber podido mantener la categoría», no le queda «ninguna espina clavada». Tampoco no haber ascendido otro peldaño porque era algo que ni se contemplaba ni ha sido en absoluto necesario. «No hay que forzar las cosas y cuando salen de forma natural, cuando el momento llega, los caminos se vuelven a cruzar, ojalá pueda suceder», ha asegurado, subrayando que «en ningún momento» se ha tratado la posibilidad de que pudiera llegar al primer equipo, que «está en las mejores manos. Los resultados lo demuestran, el día a día con Imanol ves cómo trabajan, cómo están compitiendo, han ganado un título que no ganábamos desde el 87… Eso es incuestionable, no se puede poner en duda. Ni por mi parte ni por parte del club se ha presentado nunca esa situación. Porque no hay esa necesidad. Si en un futuro ocurre, y como he dicho antes de manera natural puede ocurrir, si surge esa oportunidad, encantado por supuesto pero en estos tres años no la habido, no tenía ninguna lógica». «Yo ya sabía cuál era mi sitio –ha añadido– y lo he aceptado encantado. El club está en muy buenas manos y los resultados del primer equipo nos enorgullecen a todos. Y yo he aprendido mucho de ver tan de cerca al primer equipo, esa cercanía me ha aportado muchas cosas y me ha ayudado mucho en mi desarrollo como entrenador».
También el trato con los futbolistas. «Hoy les he dicho que en todo este proceso me han enseñado mucho, me han mejorado mucho ellos, me han ayudado a ser mejor. He tenido una relación muy cercana porque me veía reflejado en muchos de ellos, me siento muy cercano a la oportunidad que tienen, al futuro que pueden tener, y exigiéndoles, apoyándoles y sobre todo motivándoles para que tengan ambición. Creo que tenemos que empujar a los chavales de Zubieta a tener esa ambición de querer crecer, de ser trabajadores, de ser jatorras, de salir a comernos el mundo, que no nos valga lo bueno porque queremos lo mejor, porque así cada uno se puede hacer mejor como jugador y haremos mejor al equipo. Ha sido una gozada para mi trabajar con ellos, con todos los que han pasado con el equipo estos años. Tenemos buena cantera, buenos chavales y tenemos que ayudarles para que lleguen arriba lo mejor posible».
En lo que respecta al futuro cercano, Alonso no se ha pronunciado en exceso aunque sí tiene claro que «estoy mucho más preparado que hace tres años. Ahora, qué va a ser lo siguiente, no tengo respuesta. Es un paso determinante y lo tengo que valorar muy bien. Pero primero era acabar bien en la Real, en mi club y ahora ya se verá».
Sanse - Zaragoza
El técnico se despedirá del que ha sido su equipo los tres últimos años mañana, con el último encuentro de Liga que acogerá Anoeta esta temporada (21.00, Gol). Con todo, lamentablemente en este caso, decidido, el Sanse espera despedir la campaña con una última victoria. Lo intentará ante el Zaragoza.