Johnson intenta pasar página acosado por el factor tiempo
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha salvado su cargo tras una moción interna, pero su posición es para no pocos insostenible. El exalcalde de Londres quiere pasar página de los escándalos del «Partygate», pero afronta un partido dividido.
El primer ministro británico, Boris Johnson, reunió ayer a su gabinete y pidió «pasar página de los asuntos que interesan a la prensa» para centrarse en la labor de gobierno tras superar con un 41% de rechazo una moción de censura dentro de su propio grupo parlamentario.
Johnson superó el lunes el desafío a su liderazgo gracias al voto a favor de 211 diputados conservadores (un 59%) frente a 148 que se pronunciaron en contra, si bien su posición ha quedado debilitada y es susceptible a nuevas presiones en los próximos meses.
El líder tory agradeció el apoyo a sus ministros y les urgió a dejar atrás el tumultuoso periodo reciente, marcado por las fiestas ilegales en Downing Street durante la pandemia, a fin de impulsar nuevas iniciativas para Gran Bretaña.
«Este es un Gobierno que cumple con lo que más le importa a la gente», afirmó Johnson, que destacó la gestión gubernamental durante la crisis sanitaria pese al escándalo del «Partygate» y para paliar los efectos de la inflación, la más alta en los últimos cuarenta años.
La victoria del lunes significa que sus colegas no pueden convocar otra moción de censura interna por un periodo de un año, si bien hay rumores de que algunos pueden intentar forzar un cambio en las normas para poder revisar la situación en seis meses.
Elecciones parciales
En todo caso, el jefe del Ejecutivo afronta el 23 de junio dos elecciones parciales en Inglaterra –en las circunscripciones de Wakefield, que los tories ganaron contra pronóstico en 2019, y Tiverton y Honiton, tradicionalmente conservadora– cuyos resultados servirán para medir el respaldo del electorado. En este contexto, muchos diputados sin cargos ministeriales temen un varapalo en dos comicios parciales que se celebrarán en Inglaterra en dos semanas, que puede ser preludio de la pérdida del poder de los tories en las próximas generales (previstas para 2024) si Johnson continúa como líder de la formación y primer ministro.
El experto de la Universidad de Huddersfield Andrew Mycock aseguró que un descontento entre los diputados suele provocar un «cambio pragmático de liderazgo».
«La votación de anoche (por el lunes) indica que el Partido Conservador está tan dividido como lo estuvo bajo el liderazgo de Theresa May. La diferencia es que las divisiones bajo May fueron impulsadas en gran medida por el Brexit, mientras que esta vez el partido mostró una división por el desempeño de Johnson como líder», sostuvo Mycock.
Meses, hasta octubre
El diputado conservador Tobias Ellwood, presidente del Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes, pidió un cambio de ministros y aseguró que a Johnson le quedan «meses» en su cargo, posiblemente hasta el congreso anual de la formación de octubre. «Hay mucho trabajo por hacer. Ahora se requiere una reorganización, nuevos talentos y centrarse en los grandes problemas», señaló.
El partido está dividido por la mitad: por un lado, los cercanos a Johnson, de perfil euroescéptico y con visibles aspiraciones de liderazgo, como el titular de Economía, Rishi Sunak, o la de Exteriores, Liz Truss, frente a otros relegados a un segundo plano, como el pro-UE Jeremy Hunt, exministro de Exteriores y Sanidad, también con claras ambiciones .
«El resultado deja a Boris Johnson muy debilitado y al Partido Conservador, dividido, con un peligro evidente para su capacidad de gobernar o ganar las próximas elecciones generales», afirmó Bronwen Maddox, directora del laboratorio de ideas Instituto de Gobierno.