Ofensiva de Imaz, Ulzurrun y Ansola ante la transición energética y la ecología

Dos foros diferentes este viernes en Bilbo han dado pie a Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, para reclamar pisar el freno de la transición energética y al director adjunto de Enagás para cuestionar la prohibición del fracking.

El consejero delegado de Repsol, el director general adjunto de Enagás y el director general del EVE han lanzado este viernes mensajes críticos con la transición energética y las posiciones ecologistas, durante dos foros diferentes celebrados en Bilbo y con las subidas de precios como elemento catalizador de su discurso.

El consejero delegado de Repsol y exconsejero de Industria de Lakua, Josu Jon Imaz, ha participado en la jornada "Hidrógeno Renovable: Futuro de la Energía", organizada por UGT-FICA. Ahí ha reclamado una transición «justa, con cabeza y con ambición». En este sentido, cree que es necesario «repensar» lo que se está haciendo en Europa porque dice que la transición diseñada «depende de pies y manos de Rusia».

Imaz ha afirmado que no se puede apostar «todo a la movilidad eléctrica para que la dependencia de Rusia se cambie por la dependencia de las tierras raras y los minerales escasos chinos».

Asimismo, ha asegurado que, si se tiene que convivir con unas energías como es el gas natural o el petróleo durante un tiempo, «el que sea», «no las demonicemos» porque «nadie va a poder producirlas, la demanda va a seguir subiendo y los precios van a subir».

«El CO2 penalizarlo está bien, pero penalicémoslo con cabeza», ha indicado Imaz, para quien hay riesgo de aumentar las emisiones de CO2 en el mundo si se desplaza esa actividad a otras países fuera de Europa con plantas menos eficientes.

«Una transición justa no es que se cierre la actividad y nos pongan un museo, un centro de interpretación que da trabajo a cuatro personas», ha añadido.

«De una puñetera vez»

En paralelo, el presidente de Bahía Bizkaia Gas y Director General Adjunto de Enagás, Juan Andrés Díez de Ulzurrun, ha pedido «resucitar» el proyecto de prospección de gas Armentia 2 de Subilla, que quedó en un cajón tras las medidas contra el fracking.

A su juicio, con el panorama actual, no se puede ser «timoratos». «Exploremos de una puñetera vez eso que tenemos ahí debajo, sin debates», ha enfatizado.

Díez de Ulzurrun se ha expresado en estos términos durante la charla que ha ofrecido en Bilbo, en el marco del ciclo "Los Viernes de la Cámara', bajo el título "Gas natural, geopolítica y competitividad", en la que ha analizado la situación actual del mercado gasístico y su impacto en la economía global.

Fuentes oficiales de Enagás han informado a Europa Press que las declaraciones de Díez de Ulzurrun son a título particular y no representan «en ningún caso» la opinión de la empresa, y han incidido en que no es un portavoz autorizado de la compañía.

«No se puede sufrir tanto»

En el mismo contexto, en la jornada sobre el hidrógeno en la que ha intervenido Imaz, el director general del EVE, Iñigo Ansola, se ha quejado también de las trabas y rechazos a la instalación de parques fotovoltaicos o eólicos. Cree que «no se puede seguir sufriendo tanto» para implantarlos.

Ansola ha afirmado que se está consumiendo un 50% menos de energía en la CAV por con las medidas adoptadas en materia de eficiencia energética en los últimos 40 años, pero todavía existe una «altísima dependencia» de los derivados del petróleo. «Y no hay más que ver lo que estamos sufriendo desde el 24 de febrero», ha dicho en alusión al inicio de la guerra de Ucrania.

Ansola cree que el vector del hidrógeno puede «ayudar en este camino» pero hay que «tener los pies en el suelo». «Se está hablando muchísimo del hidrógeno verde, bien pero no podemos seguir sufriendo tanto para poder instalar parques eólicos o parques fotovoltaicos o incluso me atrevería a decir que, si se nos ocurre promover algún proyecto utilizando la biomasa (..) estoy convencido que seguiríamos teniendo problemas problemas de poder promoverlos», ha manifestado.

Por lo tanto, cree que, de alguna manera, tiene que haber «un acuerdo» entre agentes políticos, sindicales y sociales. «Foros que nos unan en base a una confianza. Porque yo diga A, este señor me diga B, o ese señor diga C... eso no tiene sentido».