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Jafar Panahi, la condena constante a un cineasta irreductible

El prestigioso cineasta iraní Jafar Panahi ha sido condenado a cumplir los seis años de prisión que quedaban pendientes desde que fue condenado en 2010. El autor de ‘El círculo’ prolonga su posición irreductible ante la justicia iraní.

Jafar Panahi se autofilmó en su arresto domiciliario en 'Esto no es una película'. (JAFAR PAHANI FILM PRODUCTIONS)

Jafar Panahi colocó su cámara ante el espejo de su apartamento para filmar la que puede ser considerada como la mejor plasmación de todos los males derivados del acoso judicial y político que ha padecido en su Irán natal, ‘Esto no es una película’ (2011).

En clave documental, Panahi no solo ofreció su testimonio tras el recurso judicial que presentó contra su condena a seis años de cárcel y veinte de inhabilitación –finalmente ha sido encarcelado por ello–, sino que aportaba su visión sobre el panorama del cine iraní.

Otro elemento que quedó constatado en este ejercicio fílmico fue el gran valor adquirido por la tecnología digital que, en su caso concreto, le había permitido culminar dicha película.

En clave de diario doméstico, ‘Esto no es una película’ le permitió a Panahi expresar su discurso poético y reflexivo en el arresto domiciliario al que fue sometido. Podría decirse que el prestigioso cineasta aportó desde la clandestinidad sus confidencias y nos recordó que el hecho en sí mismo de rodar dicho documental, agravaba su situación debido a la prohibición de filmar que pesaba sobre él.

En un tramo del filme, Panahi se dirige a la cámara y dice «me han prohibido filmar, pero no me pueden prohibir que les lea mi guion». Comienza a leerlo y corta su lectura con un gesto de rabia y frustración por algo tan absurdo como lo que estaba haciendo, leer cuando en realidad debía estar filmándolo.

Una película por filmar

El director que en 1995 ganó la Cámara de Oro en Cannes por la película ‘El globo azul’ y en 2000 el León de Oro en Venecia por ‘El círculo’ ya fue condenado en 2010 a seis de cárcel. A dicha condena se sumó la prohibición de abandonar Irán y rodar películas durante los próximos 20 años. Por aquellos días estaba ultimando los detalles de una nueva película sobre la historia de una joven a quien sus padres le prohibieron estudiar, el mismo guion que comenzó a leer ante la cámara en ‘Esto no es una película’.

El 15 de mayo del 2010, el cineasta reveló «los guardias de la prisión entraron en nuestra celda, la número 56, y nos sacaron a mí y a mis compañeros, nos hicieron desnudarnos y nos tuvieron en el frío durante una hora y media».

El alumno aventajado del maestro Abbas Kiarostami fue arrestado por dar su apoyo a Mirhossein Musavi, el opositor del presidente Mahmud Ahmadineyad, y por participar en las movilizaciones del denominado Movimiento Verde.

En aquellos días dijo «juzgarme es juzgar al conjunto del cine comprometido, social y humanitario iraní; el cine que tiene la intención de situarse por encima del bien y del mal, el cine que no juzga y que no se pone al servicio del poder o la riqueza, sino que hace lo posible para dar una imagen realista de la sociedad. Un cine que quiere llegar a la humanidad».