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Pedro Sánchez mueve alfiles para buscar la remontada del PSOE en un año

Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados; Pilar Alegría, ministra de educación, la voz del partido; y la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, nueva vicesecretaria general. Pedro Sánchez mueve alfiles en para buscar la remontada en un año.

Pedro Sánchez y Patxi López, durante un acto electoral en Donostia. (Andoni CANELLADA | FOKU)

Al PSOE no le han ido bien las últimas elecciones autonómicas en el Estado. Ni las de Madrid, ni las de Castilla y León, ni las de Andalucía. Y tampoco le sonríen las encuestas. Ni siquiera el «CIS de Tezanos» que en su última edición ha dado vencedor al «PP de Feijóo».

Con todos estos datos en la mano, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, decidió tomar medidas, para tratar de darle la vuelta al calcetín en los meses que quedan hasta mayo, cuando deben renovarse gobiernos autonómicos y ayuntamientos, donde no puede permitirse más derrotas.

Esa será solo la meta volante. A finales de 2023 toca el verdadero pulso: las elecciones a Cortes en las que se decidirá el nuevo inquilino de La Moncloa. Y, claro, el candidato que se puso al volante de un Peugeot 407 para recorrer agrupaciones socialistas y ganar las primarias del PSOE, el hombre del ‘Manual de Resistencia’, capaz de decir un día que no podría dormir gobernando con Pablo Iglesias y pactar un Gobierno de coalición con UP unos meses después, no se frena por nada.

La pasada semana, en el Pleno del Congreso sobre el ‘Estado de la Nación’, dio un golpe de timón, en un movimiento que todos interpretaron como un giro a la izquierda, salvo Idoia Mendia, ex secretaria general del PSE y vicelehendakari segunda del Gobierno de Urkullu, que aseguró en una entrevista que «Sánchez no ha girado a la izquierda, ocupamos la centralidad de este país».

El caso es que Pedro Sánchez aparece como un líder que con claros fundamentos marxistas, pero del sector Groucho, que lo mismo le sirven para cambiar de principios como de personas de confianza. Poco a poco, ha ido desembarazándose de José Luis Ábalos, uno de los motores de la gira del Peugeot 407, de su jefe de gabinete y asesor áulico, Iván Redondo, y de la vicepresidenta Carmen Calvo, ancla con la tradición.

La última fue Adriana Lastra. Tres meses después, Pedro Sánchez le dio a elegir entre ser portavoz parlamentaria o vicesecretaria general del PSOE, y optó por lo último. Su dimisión de esta semana, embarazo de riesgo mediante –lo que es una razón de enorme peso– le ha abierto el camino al secretario general para volver a mover alfiles con la esperanza de una remontada electoral.

Cambios en la dirección

Desde la dimisión de Adriana Lastra –a la que siguió la de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado, que quizá no tenga nada que ver con esta operación– comenzaron las especulaciones sobre los cambios que Pedro Sánchez iba a acometer. El presidente también ayudó al anunciar la convocatoria del Comité Federal del PSOE para mañana, sábado. Empezaron las quinielas.

Las primeras especulaciones se han cortado de raíz. Ayer mismo, el PSOE confirmó que Patxi López va a ser el portavoz del PSOE en el Congreso, con la esperanza de frenar las acometidas del PP por el flanco de que Pedro Sánchez está pactando con ETA. Consideran que el primer lehendakari unionista, apoyado por los votos del PP tras ilegalizar a la izquierda abertzale, es un antídoto ante esos ataques.

La nueva portavoz del PSOE será, Pilar Alegría, ministra de Educación desde hace un año. Nacida en Zaragoza en 1977, ha ejercido como secretaria de Organización socialista, consejera del Ejecutivo autonómico y delegada de Gobierno.

En la vicesecretaría general del PSOE, la sustituta de Adriana Lastra será la ministra de Hacienda y Función Pública. Como Pilar Alegría, María Jesús Montero. Ambas compaginarán cargos en el Gobierno y el partido.

Además, el navarro Santos Cerdán seguirá de secretario de Organización del PSOE. Y para mejorar la coordinación entre Moncloa y Ferraz, Sánchez ha optado por configurar un «núcleo duro» con su jefe de Gabinete, Óscar López, y cinco ministros: María Jesús Montero, Pilar Alegría, Félix Bolaños, Miquel Iceta e Isabel Rodríguez. Habrá que ver si queda algún as en la manga.