Másmovil, dueña de Euskaltel, y Orange acuerdan una fusión de 18.600 millones de euros
Orange y MásMóvil, grupo al que pertenece Euskaltel, han anunciado un acuerdo para unir sus operaciones en el Estado español, formando una joint venture valorada en 18.600 millones de euros, según han informado ambas entidades en un comunicado.
La entidad resultante de la fusión tendría la forma de una joint venture controlada por Orange y Lorca JVCo, matriz británica de MásMóvil, al 50%, con igualdad de derechos de gobernanza. La valoración de la entidad conjunta es de 18.600 millones de euros, 7.800 millones de euros para Orange y 10.900 millones de euros para MásMóvil.
En ingresos, la nueva compañía alcanzaría los 7.300 millones de euros de facturación y un beneficio bruto de explotación ajustado de alrededor de 2.200 millones de euros.
La operación está sujeta a la aprobación de las autoridades de competencia, así como de otras autoridades pertinentes, y se espera que se cierre en la segunda mitad del año 2023, como muy tarde.
El comunicado de ambas entidades destaca que la empresa conjunta, que uniría negocios complementarios como los de MásMóvil y Orange, daría lugar a importantes eficiencias, lo que «permitiría a la entidad combinada acelerar las inversiones en FTTH y 5G, que serán beneficiosas para los consumidores».
El acuerdo entre las partes incluye un derecho a activar una Oferta Pública de Venta (OPV) bajo ciertas condiciones acordadas para ambas partes después de un periodo definido y, en dicho escenario, Orange tiene la opción de toma de control de la entidad combinada al precio de dicha Oferta Pública de Venta (OPV).
Las due dilligences, que se han venido realizando desde el pasado mes de marzo, han arrojado un potencial de sinergias superior a los 450 millones de euros anuales, a partir del cuarto año después del cierre de la operación.
Además, la transacción está soportada por un paquete de deuda de 6.600 millones de euros sin recurso al accionista, que financiará, entre otras cosas, un pago de 5.850 millones de euros a los accionistas del Grupo Orange y MásMóvil.
En este sentido, esta distribución a los accionistas será asimétrica, ya que lleva implícita el reequilibrio del valor patrimonial a favor de Orange para reflejar los diferentes niveles de endeudamiento de las dos compañías por separado. Este paquete de deuda se compone principalmente de deuda bancaria, proporcionada por un pool de bancos. La deuda existente de MásMóvil se mantendrá en la nueva compañía.
El consejero delegado de Orange, Christel Heydemann, cree que la creación de esta nueva empresa es «de fundamental importancia para el Grupo Orange, el mercado español de telecomunicaciones y para nuestros clientes».
Por su parte, el consejero delegado de MásMóvil, Meinrad Spenger, ha destacado que junto con Orange planean formar «un operador fuerte con un modelo de negocio sostenible y la capacidad de invertir en infraestructuras, tecnología y talento a nivel mundial». «Anticipamos que esta operación fomentará la competencia, la digitalización y la innovación en el mercado español», ha añadido.
Euskaltel
Esta operación también marcará a Euskaltel, perteneciente al grupo MásMovil, que cerró su compra el pasado mes de agosto de 2021. Alrededor del 98% de los accionistas de Euskaltel acudieron a la oferta pública de adquisición (OPA) de MásMóvil, que lanzó una oferta de más de 1.965 millones de euros por el 100% de la compañía, con sede en Derio.
Meses más tarde, el CEO de MásMóvil y Euskaltel, Meinrad Spenger, detallaba algunos de los planes para el operador vasco como unas inversiones de 350 millones en tres años en Euskal Herria para la modernización de la red de Euskaltel a fibra óptica, nuevos despliegues de la nueva red FTTH «más rápida» del Estado español y en desplegar la tecnología 5G.
Además, se adelantaba que el operador iba a ofrecer a sus clientes nuevos servicios como energía 100% verde, servicios financieros, seguros y servicios digitales para el hogar, entre otros. Dentro de esa diversificación del negocio, el pasado 11 de julio Euskaltel iniciaba la comercialización de Alarmak, un nuevo servicio de seguridad integral para hogares, comercios y viviendas unifamiliares, que es el primer servicio que la compañía pone en el mercado ajeno al negocio de las telecomunicaciones.
Una de las principales reticencias desde algunos ámbitos como el sindical o el político a la OPA de MásMóvil tenía que ver con el arraigo de Euskaltel, y en la operación se garantizó mediante compromisos temporales mantener, tanto la sede social como la marca y el empleo durante cinco años.
Estos temas también fueron motivo de preocupación desde el comité de empresa de Euskaltel, cuando se anunció que Orange y MásMóvil iniciaban un periodo de negociación en exclusiva para combinar sus negocios en España.
En ese momento, ya se adelantó desde el comité que esa posible fusión podría afectar al empleo, desde el convencimiento de que este tipo de operaciones siempre conlleva «medidas traumáticas».
El Gobierno de Lakua, en boca de su consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, también se pronunció en su momento sobre las posibles consecuencias de esta fusión entre Orange y MásMóvil, y se mostró convencida de que, en caso de que prosperase, Euskaltel no desaparecería, «sino todo lo contrario».
Desde el Ejecutivo también se señalaba que MásMóvil les había transmitido que en ningún caso se modificarían las condiciones en las que se produjo la operación con el operador vasco.
Este mismo viernes también era noticia Euskaltel, tras conocerse que el Grupo MásMovil había vendido por cerca de 580 millones una parte de la red de acceso del operador –la capilar– a un consorcio de oligarcas vascos, en concreto, un 51%.
Ese consorcio, denominado Bidasoa Aggregator, está participado, entre otros, por Asúa Inversiones, Beraunberri, Inveready y Onchena. La operación no incluye los activos de red de fibra troncales ni de transmisión que continúan siendo propiedad en su totalidad del Grupo MásMóvil/Euskaltel.
El Grupo MásMóvil obtendrá un total de cerca de 580 millones por la venta de 100% de EKT Cable, de los que 500 millones se destinarán a repagar deuda y la propia Euskaltel reinvertirá una parte para adquirir una participación minoritaria del 49%.
El principal objetivo de la transacción es precisamente cancelar un crédito puente de 500 millones de euros que MásMóvil suscribió para culminar la adquisición de Euskaltel el pasado verano.