INFO

«La paz completa», el reto de Petro, que asumirá el cargo en un acto cargado de simbolismo

Este domingo, 7 de agosto, fecha en la que se conmemora la Batalla de Boyacá, un histórico hecho que dio paso a la independencia de Colombia, Gustavo Petro jurará el cargo de presidente en una ceremonia cargada de simbolismos y con la espada de Simón Bolívar como testigo.

Gustavo Petro se convertirá este 7 de agosto en el primer presidente de izquierda de Coloombia. (Raúl ARBOLEDA | AFP)

A partir de este domingo 7 de agosto, Gustavo Petro se convertirá en el primer presidente progresista de Colombia. La ceremonia de investidura estará cargada de simbolismo, en la que la cultura tendrá un gran peso. Se espera la asistencia de unas 100.000 personas.

«La posesión de Gustavo Petro marca una nueva historia para Colombia porque no es la posesión de un presidente, es la posesión de los colombianos», ha manifestado la coordinadora de comunicación del acto, Marisol Rojas.

Ha subrayado que la transmisión de mando será el aperitivo «para Colombia y el mundo del inicio de una nueva forma de gobernar en donde el respeto por la vida en todas sus expresiones será la prioridad y se trabajará por un país inclusivo desde y con los territorios, un gobierno realmente comprometido y cercano a la ciudadanía. Colombia será un solo equipo que construirá una nación en paz y próspera desde la diferencia a través de consensos».

«Olvídense de la transmisión de mando a la que estamos acostumbrados, esta va a ser diferente, va a estar llena de muchos símbolos. Va a ser algo muy especial no solo para los medios de comunicación, sino para la ciudadanía porque va a ser una transmisión para todos lso colombianos», ha añadido.

La espada de Simón Bolívar

La espada del libertado Simón Bolívar estará visible en la toma de posesión. Tal y como adelantó Petro hace unos días, «estará desenvainada, no como símbolo de guerra sino, como dijo su propietario cuando la desenvainó, que solo se debería envainar cuando haya justicia en Colombia».

La espada será trasladada al Palacio de San Carlos, sede de la Cancillería, para acompañar el recorrido del primer mandatario hacia la Plaza de Bolívar, donde tomará juramento y dará su primer discurso como presidente de la República.

Se da la circunstancia de que la guerrilla del M-19, a la que Petro perteneció, sustrajo esta espada en 1974 de la céntrica Quinta de Bolívar.

«Es un hecho histórico tras dos siglos de hegemonías»

Petro ha logrado lo que hace unas décadas era impensable. Carlos Pizarro, excomandante del M-19 y candidato a la Presidencia, fue asesinado en 1990 en el interior de un avión cuando se dirigía a un acto electoral. Las encuestas le daban el 60% en intención de voto.

«Los mejores cuadros, hombres y mujeres, de la izquierda colombiana murieron en el intento, fueron asesinados por sus creencias, por su ideología, por sus posturas políticas», recuerda la hija de Pizarro y senadora por el Pacto Histórico María José Pizarro.

En aquella misma campaña, mataron al candidato presidencial e la Unión Patriótica, Bernardo Osa Jaramillo. Su partido, la Unión Patriótica, surgido de las fallidas conversaciones de La Uribe entre las FARC-EP y el Gobierno, sufrió un genocidio. Al menos 5.195 de sus militantes fueron asesinados o desaparecidos.

«Es un hecho histórico después de dos siglos prácticamente de hegemonías de unos partidos tradicionales que han intentado destruir un proceso democrático desde hace muchos años asesinando a la oposición política», remarca Aída Avella, presidenta de la UP y quien estuvo más de 15 años exiliada tras sufrir un atentado.

La búsqueda de una «paz completa»

La búsqueda de una «paz completa» será, sin duda, uno de los ejes y retos más importantes del nuevo Gobierno, tal y como lo han señalado en sus declaraciones el canciller Alvaro Leyva Durán, un veterano en la búsqueda de la paz y procesos de diálogo, y el nuevo Alto Comisionado de Paz, Danilo Rueda, con una amplia trayectoria en la defensa de los derechos humanos.

Leyva Durán ha augurado que «pronto» habrá noticias en lo que respecta a los diálogos con el ELN, conversaciones quedaron en punto muerto durante el actual Gobierno, que endureció las condiciones al ELN para negociar y se congelaron tras el ataque enero de 2019 contra la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá, que dejó 22 muertos y 68 heridos.

Chile ya se ha ofrecido como sede de un eventual diálogo con el esta guerrilla.

«Indudablemente, el tema de la paz de Colombia es un tema neurálgico para todo el continente y apunta hacia problemas complejos como el narcotráfico que también se ha vuelto un problema multinacional con una gran descarga de violencia en el continente», dijo recientemente Petro.

En la búsqueda de esa «paz completa», el canciller electo, Alvaro Leyva Durán, sitúa también el restablecimiento de las relaciones con Venezuela y Cuba, rotas por el Gobierno de Duque.

En declaraciones a Efe, el director del Doctorado y la Maestría en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, considera que el principal obstáculo es precisamente que «existen múltiples actores armados con orígenes sociales, económicos y políticos igualmente diversos que va a hacer difícil que en cuatro años se logren procesos efectivos de negociación con todos ellos».

Tres exguerrilleros muertos en 24 horas

La seguridad de los exguerrilleros y líderes sociales es otro de los desafíos a los que se enfrenta el Ejecutivo de Petro. Entre el 31 de julio y el 1 de agosto, en tan solo 24 horas, mataron a tres firmantes de los acuerdos de paz. Desde la firma de los acuerdos de La Habana en noviembre de 2016, ya son 342 los exguerrilleros muertos.

El presidente del partido Comunes, Rodrigo Londoño «Timochenko», apeló a «la solidaridad del pueblo colombiano, a la comunidad internacional y al nuevo gobierno nacional para proteger a la población en proceso de reincorporación».

El jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, denunció que «en los últimos 25 días han asesinado a 10 excombatiente» de las FARC-EP.

«La pérdida de una vida es inaceptable. Mi condena y mi llamado urgente a implementar todas las medidas de seguridad contempladas en el acuerdo de paz», subrayó en Twitter.

El Consejo Nacional de Reincorporación (CNR) de Comunes precisó que a Wiston Antonio Mosquera lo mataron el 1 de agosto en el municipio de Bello, cercano a Medellín, cuando esperaba transporte en una calle. De 34 años, salió de prisión tras la firma de los acuerdos de La Habana. Trabajaba en un proyecto productivo colectivo.

El 31 de julio mataron a Rigoberto López Vallejo, de 57 años, en la vereda San Carlos, zona rural del municipio de San Miguel, Putumayo. Ese mismo día mataron a Idelber Gómez, en Puerto Caicedo, también en Putumayo.

«Quien niega la sistematicidad de estos hechos y pretende hacerlos ver como algo que no obedece a planes y objetivos es cómplice, empezando por el todavía presidente de Colombia –en alusión al uribista Iván Duque–», denunció Comunes-.

Asimismo, en lo que va de año han matado a 110 líderes sociales. El último de ellos este miércoles, 3 de agosto, en el departamento del Cesar. José Luis Quiñones era líder campesino defensor de la tierra y el territorio en Tamalameque y Río de Oro.

La Oficina de la ONU pidió a la Fiscalía que «conduzca una investigación exhaustiva» y que la Unidad Nacional de Protección (UNP) «agilice procesos» para brindar protección.

Recordó que Quiñones fue amenazado de muerte por procesos que impulsaba para que fueran restituidas tierras a campesinos en su municipio y formaba parte de una iniciativa de la que también hicieron parte Teófilo Acuña y Jorge Tafur, asesinados el 22 de febrero. Los dos hombres fueron tiroteados cuando estaban en el caserío de Puerto Oculto, en el municipio de San Martín.