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Terremoto en el tablero donostiarra, Odón Elorza se postula como candidato a la Alcaldía

El que fuera primer edil de la capital guipuzcoana durante veinte años formaliza su intención de presentarse a las primarias internas del PSE y se muestra muy crítico con las políticas del actual Gobierno municipal, del que forma parte su partido.

Odón Elorza, en una comparecencia el año pasado en Donostia. (Gorka RUBIO | FOKU)

Y en estas que saltó la liebre. Odón Elorza, quien fuera alcalde de Donostia durante 20 años –entre 1991 y 2011–, ha anunciado su intención de volver a ser el candidato del PSE en las municipales de la próxima primavera. Para ello tendría que derrotar en unas primarias internas a la candidata oficialista, Marisol Garmendia, actual segunda teniente de alcalde.

Elorza abandonó el sillón tras caer derrotado frente a Juan Karlos Izagirre (EH Bildu). El PNV pudo haberle mantenido con su apoyo, pero los jeltzales entendieron que dos décadas de ‘odonato’ eran suficientes y que les salía más a cuenta hacer de oposición frente a un gobierno en minoría que ser la muleta de un PSE que no tuvo reparos en ofrecerles la cabeza de Elorza en bandeja de plata y cambiar de candidato. Ni por esas. Las posteriores victorias de Eneko Goia les dieron la razón.  

El conflicto entre las dos facciones del PSE local viene de lejos, con Elorza como jefe de filas de un bando y Denis Itxaso como su delfín; y Ernesto Gasco, actualmente en Madrid como Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil, liderando el otro. Gasco siempre quiso ser califa en lugar del califa. Fuentes conocedoras de lo que se cocía entonces en el Ayuntamiento aseguran a NAIZ que «Elorza tenía el carisma para ganar elecciones, pero Gasco controlaba y controla a gran parte de la afiliación. El relevo estaba pactado a mitad de legislatura», pero la victoria de Izagirre trastocó los planes.

Imagen de verso libre

Elorza hizo el petate y desde entonces ha sido diputado en Madrid, evitando convertirse en lo que Felipe González definió como un jarrón chino en un piso pequeño, valioso pero molesto. Pero en estos once años no ha perdido el contacto con los temas de la ciudad –sin ocultar sus opiniones–, y al mismo tiempo ha seguido cultivando esa imagen de verso libre que no siempre se pliega a las directrices de su partido.

Mientras, el PSE de Donostia se ha tenido que conformar con ser el socio del PNV, lo que le ha permitido mantener una cuota de poder. Marisol Garmendia, del sector de Gasco, pasó de Diputación al Ayuntamiento, mientras que Itxaso hizo el viaje inverso, antes de ser nombrado delegado del Gobierno español en la CAV.  

Con los comicios en el horizonte, el ambiente está revuelto en la capital guipuzcoana. Las críticas al Gobierno municipal en temas como la movilidad o la gestión del turismo son una constante tanto en redes sociales como en las conversaciones de la calle. Y el PSE se está ubicando a la derecha del PNV, con una encendida defensa de los intereses de la hostelería, por ejemplo en lo referente a la implantación de una tasa turística.

Enmienda a la totalidad

En este contexto, Elorza ha dirigido una misiva al comité de la ciudad y a las agrupaciones de los barrios, en la que denuncia «la autocomplacencia, la indecisión ante los problemas y la falta de liderazgo». Y cita como problemas concretos «los retos en vivienda pública para jóvenes y familias, la cohesión social en los barrios, las políticas de sostenibilidad y emergencia climática, la naturalización de la ciudad, la innovación cultural y la identidad de ciudad, una movilidad no improvisada, la regulación de la marea turística desde una respuesta integral y la planificación de las políticas de suelo frente a intereses particulares; así como una defensa de la calidad de los servicios públicos que ofrecen las administraciones». Prácticamente una enmienda a la totalidad de las políticas llevadas a cabo por el tándem PNV-PSE.

Tras este diagnóstico, en su misiva Elorza se postula como candidato a unas primarias «siempre que se dé un proceso con garantías de poder llegar a la militancia con igualdad real de oportunidades». Anuncia que en caso de ser elegido como cabeza de lista renunciará a su puesto como diputado, y que si resulta elegido alcalde renunciará al sueldo –Goia cobra cerca de 90.000 euros anuales– para vivir de su pensión, que tras toda una vida en la política –ya era concejal en 1979– tampoco serán migajas. En el momento de celebrarse las municipales Elorza tendrá 68 años.  

«Estoy convencido de que juntos podemos ofrecer a la ciudadanía un plan B frente al PNV. Los socialistas donostiarras no podemos ‘renunciar’, de entrada, a ganar la Alcaldía de Donostia/San Sebastián en las elecciones municipales de mayo 2023», remacha en su carta.

Habrá que ver si Elorza es capaz de derrotar al aparato del partido. Por el momento, Iñaki Arriola se ha declarado «sorprendido» por el anuncio, aunque ha reconocido que Elorza «está en su derecho». El diputado foral de Cultura y Deportes de Gipuzkoa, Harkaitz Millan, ha subrayado que «el futuro de San Sebastián se escribe en femenino», declarando su apoyo a Garmendia.