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Château-Figeac, consagrado por la polémica lista de vinos de Saint-Emilion

La lista de los mejores vinos de Saint-Emilion ha consagrado a Château-Figeac al rango de ‘Premier Grand Cru Classé A’. Se une al Château Pavie en la élite de esta clasificación, a la que han dado la espalda los famosos châteaux Ausone, Cheval Blanc y Angélus, críticos con los criterios aplicados.

Imagen de un hombre trabajando en un viñedos en el Estado francés. (Olivier CHASSIGNOLE | AFP)

La clasificación decenal de los vinos de Saint-Emilion, cuestionada en los últimos años en los tribunales y debilitada por la salida de varias bodegas prestigiosas, ha consagrado este jueves a Château-Figeac al rango de ‘Premier Grand Cru Classé A’.

Figeac se une al Château Pavie en la élite de esta clasificación, a la que han dado la espalda los famosos châteaux Ausone, Cheval Blanc y Angélus, disconformes con los criterios de clasificación.

«Recibimos esta decisión con orgullo y gratitud y continuaremos brindando felicidad a los amantes de los grandes vinos», ha apuntado en un comunicado Château-Figeac, una propiedad de 54 hectáreas, incluidas 41 de vid, que pertenece a la familia Manoncourt desde finales del siglo XIX.

Asimismo, la lista de los mejores vinos de Saint-Emilion clasifica una docena de châteaux como ‘Premiers Grand Crus Classés’. Estas bodegas estaban clasificadas en la categoría 'B', en la que también figuraba La Gaffelière, que ha decidido no para participar.

El ranking también destaca 71 propiedades como ‘Grands Crus Classés’, entre ellas Corbin-Michotte, uno de los châteaux que impugnó en los tribunales la edición de 2012.

El Instituto Nacional de Origen y Calidad (INAO) del Estado francés, que gestiona la organización de la clasificación, presentará ahora su lista de 85 propiedades a los ministerios supervisores.

No exenta de controversias

La lista de Saint-Emilion, que se realiza cada diez años, tiene como objetivo incentivar la producción de añadas de gran calidad. Basta con señalar que algunas botellas son vendidas por cientos y miles de euros.

Establecida en 1955, esta clasificación ha sido particularmente cuestionada en los últimos años. En 2006, por primera vez, fue suspendida por los tribunales, tras la denuncia de ocho propiedades degradadas.

Según sus críticos, el marketing contaría tanto como el sabor del vino. Pero sus defensores argumentan que la degustación sigue siendo el principal criterio de apreciación y cuenta con el 50% en la puntuación final.