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La incineradora de Zubieta se fue cargando por «negligencia» su transformador

Un informe del fabricante del transformador de la incineradora de Zubieta señala que no se puede reparar tras su última avería. Y una sanción de Lakua demuestra que los titulares de la empresa se lo han ido cargando por «negligencia».

Planta incineradora de Zubieta. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)

La última avería del transformador ha dejado a la incineradora de Zubieta sin valorizar, según reveló el miércoles en Donostia GuraSOS, que subrayó que este nuevo problema en esta pieza esencial es «definitivo», ya que el fabricante de la misma, la empresa alemana ABB, reconoce en un informe que no tiene arreglo.

Esto supone, según la información ofrecida por Joseba Belaustegi, que la instalación haya pasado meses desconectada de la red o conectada con una infraestructura provisional que apenas permite a la incineradora verter a la red seis megawatios/hora, que es apenas una cuarta parte de lo que podría aportar si funcionara a pleno rendimiento.

Es decir, según GuraSOS, «ahora se está incinerando, pero no valorizando, salvo en los índices testimoniales citados. Y la incineración en sí misma está calificada en la normativa europea al mismo nivel que los vertederos. Es la fórmula ‘incineración más generación energética’ la que define una planta como de ‘valorización energética’».

El diputado foral de Medio Ambiente de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, aseguró en una rueda de prensa posterior que «la planta funciona con un medio auxiliar, generando energía, con total normalidad». Y explicó que «el nuevo transformador ABB alemán estará a funcionamiento a final de mes».

Antecedente de negligencia

En lo que el diputado no entró es en el coste que tendrá para las arcas públicas esta sustitución del transformador, porque más que de una avería, de lo que se debe hablar es de que el mal uso del mismo por parte de la empresa que explota Zubieta es el que le ha llevado a cargarse el transformador.

Según un informe al que ha tenido acceso este medio, la Delegación Territorial de Administración Industrial de Gipuzkoa, del Departamento de Arantxa Tapia, sancionó en abril de 2021 a los responsables de la incineradora por «negligencia» debido al mal uso y peor mantenimiento del transformador.

El documento refleja que en la avería de setiembre de 2020 «hubo falta de mantenimiento», y subraya que en el transformador «había contaminación y suciedad», «con una gran cantidad de material conductor, bloques de cemento, arandelas metálicas, remaches... sobre el transformador y su entorno. Se identificó una arandela en la parte superior de la fase V del devanado inferior, un remache metálico encima del yugo superior y más material ajeno que pudo conducir a una distancia de fuga reducida».

Añade que todo empeoró por «una mala conexión» que se había hecho en agosto de 2019 –cuando se arrancó sin los permisos necesarios–. También hay un «relé de monitoreo de temperatura mal conectado/parametrado».

Tampoco se priorizaron bien los mensajes de error ni se investigaron. Estuvo «cerca de 16 horas funcionando sin protección, lo que provocó un sobrecalentamiento».

La sanción de Lakua reprocha a los rectores de la incineradora que «se ignoraron las órdenes de disparo; hubo demasiadas re-energizaciones en un corto lapso de tiempo, y no se investigó el motivo de las mismas». Y también observa «demasiadas operaciones de conmutación en poco tiempo, según IEC 60076-11, la frecuencia de activación está limitada a 24 veces por año, lo que significa un promedio de 2 veces al mes».

Denuncia que «tras varias faltas a tierra consecutivas, se puentea la orden de disparo de la protección diferencial, lo que hace que el transformador esté trabajando con una derivación a tierra, con el consiguiente riesgo para las personas y las instalaciones».

Y como consecuencia de todo ello, Lakua determina que «la sobreintensidad circulante (más de 13,27 veces la intensidad nominal) provocó un arco eléctrico en los devanados primarios».

La sanción, pese a todo, fue de 9.000 euros, 3.000 por cada una de las 3 «infracciones graves» detectadas. Lo que es considerado un castigo muy leve por parte de GuraSOS, que ve la existencia de cierta connivencia entre el Gobierno y la empresa de la incineradora.

GHK afirma que la planta «funciona con total normalidad»

Este jueves, el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) ha publicado un comunicado con varias «puntualizaciones» en el que confirma algunos de los hechos denunciados aunque los enmarca en un funcionamiento de «total normalidad».

Así, admite que «la producción de energía y su vertido a la red se está realizando con un equipo provisional», lo que ha sido autorizado por el Gobierno de Lakua «por un plazo de seis meses».

Pero en esta nota no se menciona explícitamente a GuraSOS, sino que dice responder a «la nota hecha pública por Ezker Batua sobre las desinformaciones arrojadas sobre la planta de valorización energética del Complejo Medioambiental de Zubieta».

Previamente, Ezker Anitza-IU de Gipuzkoa había anunciado que llevará al Parlamento Europeo «las incidencias de la incineradora de Zubieta». Y ha señalado que considera «inaceptable» que, ante las múltiples incidencias que acumula esta instalación ddesde su puesta en marcha, «la Diputación de Gipuzkoa no exija a la empresa concesionaria GHK que cumpla su contrato para asegurar su buen funcionamiento, ni que tampoco establezca ningún tipo de sanción al respecto».

Volviendo al comunicado de GHK, este organismo anuncia que prevé instalar «el nuevo transformador principal» durante este mes de setiembre.

«Todas las circunstancias mencionadas han sido comunicadas con total transparencia a la Asamblea de GHK en la que están representadas la totalidad de las mancomunidades de Gipuzkoa», indica.