La metáfora carcelaria de la denominada ‘Transición’
MODELO 77
Estado español. 2022. 125’ Dtor.: Alberto Rodríguez. Guion: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos. Int.: Javier Gutiérrez, Miguel Herrán, Fernando Tejero. Fot.: Álex Catalán. Mús.: Julio De La Rosa.
Máximo representante del cine andaluz, Alberto Rodríguez es un habitual en Donostia, desde que presentó su ópera prima conjunta con Santi Amodeo ‘El factor Pilgrim’ (2000), para luego ya en solitario defender ‘7 vírgenes’ (2005), ‘Grupo 7’ (2012), ‘La isla mínima’ (2014), ‘El hombre de las mil caras’ (2016) y ‘Modelo 77’ (2022), seleccionada para la sesión inaugural fuera de concurso. Los acontecimientos históricos se refieren a la fuga de la Modelo del año 1978, pero parece que el director y su guionista Rafael Cobos tienen una obsesión con el número siete, que repiten siempre que pueden.
Se recrea el contexto penitenciario en el que se fundó la primera organización reivindicativa de los derechos de los presos comunes, con el nacimiento de la COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha) y sus protestas colectivas y huelgas de hambres contra el sistema franquista que mantenía el aislamiento, las palizas, las torturas, la falta de higiene y de alimentos. Todo ello complicado por la permisibilidad para el desarrollo de mafias internas, que en esta ficción aparecen representadas por el personaje de El Marbella, al que da vida Fernando Tejero.
La pareja principal reclusa la componen el joven Miguel Herrán y Javier Gutiérrez, en los roles complementarios del contable condenado con una pena desproporcionada y el convicto de larga duración en princpio resignado a su suerte, hasta que las cosas van cambiando y se genera un ambiente de insurrección propicio para escapar en grupo.
La crítica ha hablado de una realización de género carcelario que combina varios registros, bien yéndose a fijar en ‘La fuga de Segovia’ (1981), o bien en ‘Celda 211’ (2009). Aspectos que, combinados, hacen de la película una metáfora de la transición política.
La falta de libertad tras las rejas no deja de ser la imagen más expresiva de toda una sociedad falta de libertad, y donde la nueva e insuficiente democracia no rompía con el pasado dictatorial.